Así surgió de un diálogo entre ambos jefes el miércoles en Brasil. Buscan agilizar el bloque comercial.
El miércoles pasado, apenas comenzada la reunión final de presidentes y ministros, Jair Bolsonaro le dijo a Mauricio Macri que le presentaba al ministro de su gobierno más pro Argentina: Paulo Guedes.
Fue un gesto claro. A ello le siguió una breve exposición de Guedes sobre lo que expresó en octubre a la prensa acerca de que ni Argentina ni el Mercosur iban a ser prioridad para la administración entrante. Guedes explicó a Macri que sólo había querido referirse a los intereses internos de su país. Pero fue mucho más allá y le dijo que en política exterior la nueva administración de Brasilia sí quería mejorar el bloque. Eso incluye su modernización, flexibilización y darle luz verde a las negociaciones para cerrar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. "Eso es música para mis oídos", exclamó Macri para terminar de descomprimir.
Desde que llegó al poder a fines de 2015, Macri intentó sin éxito apurar el TLC entre el Mercosur y la Unión Europea. Pero los brasileños entraron en crisis. Destituyeron a Dilma Rousseff y la debilidad del gobierno transitorio de Michel Temer no ayudó. Por su parte, los europeos, como los franceses, polacos e irlandeses, se oponen a cerrar un acuerdo.
Así entonces, la luz verde de Guedes a Macri es al menos una gran noticia para facilitar el trabajo de Argentina en este semestre que tiene la presidencia mercosuriana. Por cierto, el canciller, Jorge Faurie, ya invitó a Buenos Aires a su par Ernesto Araujo.
El viaje de Macri a Brasil fue más exitoso de lo esperado. De su ausencia en la asunción de Bolsonaro, en Brasilia, el 1 de enero, ya nadie habla. Aunque no hubo anuncios importantes y la declaración conjunta fue muy general, el viaje del miércoles estuvo cargado de planes y gestos divertidos entre las partes. El Planalto e Itamaraty organizaron los encuentros de manera pragmática. Primero las bilaterales ministeriales: Faurie con Araujo; Patricia Bullrich y Germán Garavano con Sergio Moro, a quien le propusieron incorporar a Estados Unidos al control de seguridad en la Triple Frontera, como anticipó Clarín. Es decir, relanzar el desaparecido Grupo 3+1.
Nicolas Dujovne y Dante Sica estuvieron con sus pares. Estos deberán abordar la cuestión del comercio, sobre todo automotriz. Según contaron altas fuentes a este diario, Oscar Aguad y Fernando Azevedo e Silva empezaron a hablar de los lineamientos para armar una fuerza combinada de paz para ir a misiones conjuntas bajo el consentimiento de Naciones Unidas. Una primera experiencia, se dijeron, podría ser en la frontera de Israel con el Líbano. Y también hablaron de hacer patrullaje conjunto en el Atlántico Sur. Mientras tanto Macri y Bolsonaro conversaron a solas, a lo que se unieron el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. Y después todos juntos, donde Bolsonaro introdujo a Guedes con Macri.
No faltaron bromas. El ex capitán de Ejército hoy presidente de Brasil miró en un momento a Garavano y con los dedos le hizo el gesto a él y a Macri de que el ministro de Justicia y Derechos Humanos de Argentina debía cortarse pelo. Lo tiene bastante largo. Hubo risas. La situación que después sí vieron los periodistas fue la de un gesto de Bolsonaro replicando la figura de un arma con su pulgar e índice: algo muy típico de él y su entorno pero que incomodó un poco al argentino.
En Brasil entre tanto -donde no hubo mucho despliegue en la prensa a esta bilateral - se preguntaban si Macri eligió intencionalmente el color de su corbata para dar un mensaje "subliminal" Era púrpura pero daba algo rosada. Es que una ministra evangelista del presidente brasileño hizo una polémica sugerencia al decir que los nenes debían vestirse de azul y las nenas de rosa. La del presidente brasileño por cierto era azul.
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