Por Natasha Niebieskikwiat - Clarin.com
Hubo un intercambio de notas en diciembre y enero entre ambas cancillerías. También los kelpers se quejaron por un decisión de Argentina.
El presidente Mauricio Macri y la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, mantuvieron una reunión bilateral a fines de noviembre por el G20 en Buenos Aires.
Un fuerte intercambio de notas de protesta y respuestas que mantuvieron recientemente la Argentina y el Reino Unido sobre cuestiones de Medio Ambiente en el Atlántico Sur volvieron a mostrar la sensibilidad en un área en disputa de soberanía, las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, en un contexto de creciente acercamiento y cooperación que están manteniendo los dos países, y donde los isleños tienen cada vez más participación.
Las notas que entre diciembre y enero se enviaron la Cancillería argentina y el Foreign Office no fueron dadas a conocer. Clarín obtuvo parte de su texto. Lo cierto es que sobre fines de diciembre, la cancillería argentina le envió al Foreign Office una protesta por un anuncio reciente de que los británicos van a aplicar "medidas de conservación adicionales" en el "Área de Marina Protegida" creada en la zonas circundantes a las islas Georgias y las Sandwich del Sur en 2012, y que para la Argentina, en su momento y actualmente siguen siendo ilegales.
La Argentina "reitera su categórico rechazo a esta pretensión del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de adoptar y aplicar la legislación británica en las islas y sus espacios marítimos circundantes", afirmó el escrito diplomático haciendo referencia además a toda la normativa internacional existente, y sobre todo a la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que pide a las partes en conflicto (Buenos Aires y Londres) abstenerse de adoptar decisiones que modifiquen unilateralmente la situación en la zona pero que Londres desconoce y desoye.
Además, el Gobierno le recordó al Reino Unido que considera dichas islas como parte de su soberanía y además, en la nota hizo referencia a que esa nueva zona de "no captura" (pesquera) que acaban de establecer los británicos al sur del paralelo de 60 grados latitud es también "violatoria del régimen multilateral" establecido por la Comisión para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos, que está bajo la órbita del Tratado Antártico.
El inesperado chispazo entre los dos gobiernos se produce en medio de los preparativos de los embajadores Carlos Sersale y Mark Kent de nuevas reuniones de cooperación pesquera y antártica que se renovaron el año pasado, y que marcan un hito teniendo en cuenta las fuertes tensiones entre Londres y el kirchnerismo. Por otra parte, el canciller Jorge Faurie también está pensando en un cambio para la subsecretaría de Malvinas del Ministerio que conduce hoy la embajadora Teresa Kralikas, y quien podría ser destinada a Suecia. El área es una de las más activas del ministerio. El año pasado hubo una reactivación en todos los espacios de cooperación con el Reino Unido. Y hasta la premier Theresa May se reunió con Mauricio Macri durante el G20 en Buenos Aires a fin de año.
Pero conflictos son conflictos. Para el 22 de enero último llegó a Buenos Aires la respuesta británica rechazando todo el reclamo hecho por la Cancillería en torno a las Georgias y Sandwich del Sur. Por una parte, el Foreign Office rechazó la afirmación argentina de que las "Islas Falkland", las Georgias y las Sandwich del Sur "formen parte integral del territorio nacional argentino", y por la otra agregó que "el Reino Unido no tiene dudas sobre su soberanía sobre las Islas Falkland y sus áreas marítimas circundantes". Los mismo, dijo la nota del FO, se extiende a las Georgias y las Sandwich.
Con respecto a las nuevas medidas que habían tomado al sur de los 60 grados de los británicos señalaron que no cambia el estatus de la región, que la misma no tenía implicaciones para el Tratado Antártico y que por lo tanto rechaza de plano todo el planteo argentino. Claro, en final de la nota que firma la dirección de Territorios de Ultramar del Foreign Office, mantiene un cumplido y dijo que renovaba su "más alta consideración" a la embajada argentina en el Reino Unido.
En el medio de ese intercambio bilateral apareció el Gobierno de las islas. En un comunicado manifestó estar en conocimiento del último anuncio argentino de que "supuestamente creaba un área de protección marida al sur del Banco de Burdwood".
El anuncio argentino no había sido "supuesto" sino efectivo. E hizo referencia a una nueva ley nacional que creó áreas marinas protegidas Banco Burdwood II y Yaganes, ubicadas al este de Tierra del Fuego y al sur de las Malvinas. La iniciativa apunta a fortalecer la conservación de espacios marítimos estratégicos y la protección de especies amenazadas. Estas áreas que estarán dentro del llamado "Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas" aportarán más de 100 mil kilómetros cuadrados a la superficie marina protegida y constituye el primer paso para lograr la protección del 10 por ciento de los espacios marítimos argentinos, según está previsto en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020.
Pero para los kelpers es una "amenaza". El comunicado de las islas indicó que la designación de dicha zona "infringe su área de Conservación Pesquera (que Argentina no reconoce) y que se estaban tomando pasos para direccionar la cuestión". No dijeron cuáles.
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