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sábado, 4 de abril de 2020

La responsabilidad de China, bajo la lupa

Por Felipe Frydman - Infobae.com
Foto de archivo de personas con mascarillas pasando por una calle junto a un retrato del presidente chino Xi Jinping mientras el país se ve afectado por un brote del nuevo coronavirus en Shanghai. 10 de febrero de 2020. REUTERS/Aly Song
Foto de archivo de personas con mascarillas pasando por una calle junto a un retrato del presidente chino Xi Jinping mientras el país se ve afectado por un brote del nuevo coronavirus en Shanghai. 10 de febrero de 2020. REUTERS/Aly Song

No es fácil decir algo bueno de Donald Trump. Su personalidad vanidosa y soberbia lo exime de todo comentario positivo en especial durante un año electoral donde está en juego su reelección y la continuidad de su política America First, pero corresponde resaltar algunos aspectos de las decisiones tomadas con relación a la pandemia del coronavirus que en su momento fueron duramente desmerecidas. La pandemia comenzó en China el 17 de noviembre según los servicios de informaciones de Taiwán y en diciembre según las autoridades chinas. La OMS recién envió una misión integrada por 25 expertos del 16 al 24 de febrero que utilizaron su tiempo para transcribir las informaciones y conclusiones provistas por los anfitriones.

El informe publicado el día 28, que contiene múltiples elogios a la política de contención implementada por el Gobierno de China, advierte sobre la gravedad del virus. El informe no hace ninguna referencia a un trabajo de campo y laboratorio independiente. Habían pasado ya dos meses o tres desde la aparición del primer caso. El informe indica en su página 18: “El retorno rápido de China a una conexión con el mundo es vital para China y para el mundo. Es necesario evaluar cualquier restricción de viajes/comercio desde y hacia China que van más allá de las recomendaciones del Comité de Emergencia IHR sobre el coronavirus”.

El 31 de enero el presidente Trump prohibió el ingreso de extranjeros no-residentes que hubieran estado en China en los últimos 14 días. El CDC determinó que los ciudadanos que procedentes de Wuhan debían permanecer en cuarentena obligatoria por 14 días y aquellos provenientes de otras zonas, después de un examen, tendrían que recluirse en cuarentena voluntaria por el mismo lapso. El primer caso importado de Wuhan apareció en los Estados Unidos el 24 de enero; el 31 la pareja fue diagnosticada positivo y fue también en primer contagio por contacto comunitario. Esta medida provocó una caída del 90% en las llegadas de pasajeros desde China. 

El 11 de marzo Trump suspendió los vuelos desde los países europeos adheridos a Schenguen aduciendo que no habían tomado las medidas necesarias para detener el arribo de pasajeros portadores convirtiéndolos en un epicentro de trasmisión. Las dos medidas restrictivas fueron consideradas desproporcionadas tanto por China como la Unión Europea. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró: “Reiteramos a todos los países no imponer restricciones inconsistentes con las regulaciones Internacionales”. La UE y la OMS mostraron su solidaridad con China.

El informe de la OMS reveló la gravedad de la situación en China y recomendó el aislamiento y el testeo para evitar la propagación. El testeo fue considerado prioritario para individualizar y aislar a los portadores asintomáticos. En el tiempo transcurrido desde la primera comunicación, la OMS fue con “prudencia” como corresponde a una organización internacional levantando el nivel de advertencia. El director Tedros optó recién el 11 de marzo por la palabra pandemia bajo la consideración de que los casos fuera de China se habían multiplicado por 13 en dos semanas.

La publicación The Atlantic de los Estados Unidos contiene una larga lista de las inconsistencias de la Casa Blanca para adoptar medidas drásticas de contención dejándolas a consideración de los Estados. Incluso las restricciones de los viajes son cuestionadas por insuficientes al no someter a los nacionales a un estricto testeo y posterior seguimiento. Los organismos CDC y FDA tampoco actuaron con premura para sortear las trabas burocráticas, facilitar los exámenes y la aprobación expedita de nuevos modelos de kits y respiradores. La institucionalización que actúa como precautoria ante los posibles abusos de las empresas de equipos médicos se convirtió en una traba para facilitar el conocimiento de la penetración del coronavirus en el país.

Al momento actual China supera los 80.000 casos con una mortalidad de 3,96% y los Estados Unidos 68.489 con una tasa de 1,4%. Las medidas de restricción de viajes podrían explicar la diferencia entre uno y otro país, pero también habría que incluir en el análisis las demoras por razones políticas tanto en China como en la OMS para revelar el drama que la crisis sanitaria provocaría sobre todo el mundo. Los tres meses entre el reconocimiento del primer caso en China y el cambio de percepción de la duda al espanto fue un plazo insuficiente para zarandear las estructuras burocráticas para implementar políticas de emergencia. Italia y España son un ejemplo.

El cierre de las fronteras de China hubiera sido quizás la medida más apropiada para contener dentro de la frontera la crisis si hubiera habido una evaluación correcta desde el inicio. Pero esta decisión, como se explica en el informe de la OMS, no hubiera sido consistente con la dependencia de la economía china de su comercio internacional. China reconoció ser él origen pero simultáneamente comenzó una campaña sobre el éxito de sus políticas de contención restándole dramatismo. El SARS también comenzó en China en 2002.

Las restricciones a los viajes adoptada por Donald Trump fueron inconsistentes por no tener en cuenta el flujo anterior y el ingreso de nacionales asintomáticos que provocaron el primer caso pero explican las diferencias con Europa. Quizás cuando la crispación política ceda ante la racionalización será posible encontrar una explicación a la negativa de China de asumir su responsabilidad y eludir el cierre de sus fronteras.

El autor es Licenciado en Economía Política (UBA), Master in Economics (University of Boston) y fue embajador argentino en Tailandia. Es Miembro Consultor del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).

martes, 17 de marzo de 2020

La cúpula de hierro de Israel se ha roto

Por Michael Peck - The National Interest - Traducción Desarrollo y Defensa
Ha aparecido una grieta en el sistema de defensa antimisiles de la Cúpula de Hierro de Israel, después de que el ejército de los Estados Unidos lo rechazó.
Resultado de imagen para Iron Dome + The national Interest
Un general de alto rango del Ejército de EE. UU. le dijo al Congreso que Iron Dome no puede integrarse en el nuevo sistema de defensa aérea y de misiles del Sistema Integrado de Comando de Batalla Aérea y de Misiles (IBCS) del Ejército.

A pesar de las protestas del Ejército, el Congreso en 2019 ordenó al Ejército comprar dos baterías de Iron Dome. Pero en febrero de 2020, el general John Murray, jefe del Comando de Futuros del Ejército, dijo al Comité de Servicios Armados de la Cámara que Iron Dome no era compatible con IBCS .

"Nos tomó más tiempo adquirir esas dos baterías de lo que nos hubiera gustado por muchas razones diferentes", testificó Murray. “Creemos que no podemos integrarlos en nuestro sistema de defensa aérea en función de algunos desafíos de interoperabilidad, algunos desafíos de ciberseguridad [seguridad] y otros desafíos. Entonces, lo que terminamos teniendo son dos baterías independientes que serán muy capaces, pero no se pueden integrar ”.

“Mi evaluación en este momento es que sería, y odio usar la palabra 'imposible', pero excepcionalmente difícil integrar Iron Dome en nuestra arquitectura de defensa aérea en capas [y] hacer que Iron Dome hable con otros sistemas, otros radares , específicamente el radar Sentinel ", dijo Murray a un periodista de Breaking Defense. "Lo que probablemente verán, casi con certeza, son dos sistemas independientes, y si lo mejor que podemos hacer es sistemas independientes, no queremos comprar otras dos baterías".

Al Pentágono le molestó que Israel no haya permitido el acceso completo al software de Iron Dome. "Según los informes, los funcionarios del ejército solicitaron el 'código fuente' de la Cúpula de Hierro de Israel, que proporcionó información de ingeniería pero se negó a proporcionar el código que detalla cómo funciona el sistema, un componente necesario para integrar los sistemas de defensa de los dos países", según Jerusalén. Publica .

El Ejército de EE. UU. está revitalizando sus sistemas de defensa aérea, que han languidecido desde la Guerra Fría, a la luz de las amenazas de misiles balísticos rusos y chinos, así como de drones desplegados por numerosas naciones. La clave de este esfuerzo es un enfoque integrado que combina armas de defensa aérea, sensores y sistemas de comando. Si Iron Dome no se puede vincular con otros sistemas de defensa de EE. UU., Entonces su utilidad es limitada.

Iron Dome, financiado en parte por la ayuda militar estadounidense a Israel, fue concebido a principios de la década de 2000 como una forma de proteger a las ciudades israelíes de los cohetes de Hezbollah y Hamas. El fabricante israelí Rafael se asoció con el contratista de defensa estadounidense Raytheon para venderlo al ejército estadounidense.

Sin embargo, los críticos estadounidenses e israelíes han cuestionado si Iron Dome es tan efectivo como afirma Israel . Pero el Pentágono también teme que Iron Dome no funcione tan bien fuera de Israel. "Iron Dome es un buen sistema", dijo el jefe de adquisiciones del ejército estadounidense Bruce Jette en una conferencia reciente. "Está muy bien diseñado para hacer lo que hace, que es [contrarrestar] cohetes, artillería y morteros, en una configuración particular, en un entorno particular".

"Ellos [los israelíes] han defendido, y hasta cierto punto demostrado, la capacidad de lidiar con algunos misiles de crucero", dijo Jette. "El problema es que tenemos que lidiar con todos los misiles de crucero, y no creemos que hayamos llegado allí todavía".

Sin embargo, otros comandantes estadounidenses parecen desear poder tener más Cúpulas de Hierro, después de que las milicias pro iraníes en Irak mataron a dos estadounidenses y a un británico en un ataque con cohetes en Camp Taji, Irak, el 11 de marzo. "Sabemos que Iron Dome tiene una capacidad probada para el combate", dijo el teniente general Daniel Karbler, jefe del Comando de Defensa del Espacio y Misiles del Ejército al Army Times . "Tengo que suponer que hubiera funcionado, dado que estaba en el estado óptimo de preparación y en posición de defender ese activo en particular".

La pregunta más interesante es qué significa esto para la defensa antimisiles en general. Independientemente de sus méritos o defectos, Iron Dome es el sistema de defensa más probado en combate de este tipo. Se ha convertido en el cartel de la defensa antimisiles, ofreciendo el sueño de que los soldados y los civiles puedan protegerse no solo de los ICBM, sino también de los cohetes tácticos y los proyectiles de mortero.

El pulgar hacia abajo del Ejército sobre Iron Dome puede perforar ese sueño.

miércoles, 11 de marzo de 2020

La geopolítica en tiempos del coronavirus

Wall Street cerró en fuerte alza el martes, impulsada por las medidas de apoyo contra el coronavirus, mientras que las principales bolsas europeas terminaron en rojo, después de iniciar la sesión recuperándose del descalabro de la víspera, su peor jornada desde la crisis de 2008.Por Ricardo Auer - Infobae.com 

Wall Street cerró en fuerte alza el martes, impulsada por las medidas de apoyo contra el coronavirus, mientras que las principales bolsas europeas terminaron en rojo, después de iniciar la sesión recuperándose del descalabro de la víspera, su peor jornada desde la crisis de 2008.

El cisne negro del coronavirus ya ha impactado fuertemente en la economía mundial y provocó incertidumbre y temor, caída bursátil fuera de lo común en las principales bolsas, fuga de los activos financieros de los lugares de riesgo y “vuelo hacia la calidad”. Se pronostica una clara disminución del crecimiento económico, y se habla de hasta una gran recesión mundial. Como las demandas mundiales están reduciéndose rápidamente, particularmente por la incidencia del gigante China, los precios de los commodities están en baja, lo que afecta a los países productores, como Brasil y Argentina (agrícolas) y Chile (minerales-cobre). El turismo y las empresas aéreas sufren quebrantos monstruosos. Brasil por tener un altísimo intercambio con China se verá doblemente afectado.

Con el petróleo se ha manifestado una primera gran movida geopolítica. En menos de una semana, su precio bajó un 30% pasando de 50 a 35 USD/Barril. Arabia Saudita propuso disminuir la producción de petróleo para mantener los precios medianamente estables, pero Rusia no aceptó, en orden a mantener sus respectivas cuotas de mercado. Entones Arabia Saudita inició una guerra de precios a la baja, que Rusia respondió. El análisis público se inclinó a deducir que esas movidas afectarían a EEUU, cuyo shale gas y shale oil tiene costos más altos que Rusia y los árabes, pudiendo eventualmente quedar fuera del mercado. El precio de los 36-37 USD/barril induce a razonar así. Pero si ese nivel de precios se mantuviese durante un período más prolongado, lo que aún no sabemos, el gran afectado podría ser Rusia, ya que su economía depende enormemente de sus ingresos por la exportación de energía. En cambio EEUU tiene su economía más diversificada y en gran medida apuesta a la tecnología 4.0 y a la repatriación de sus industrias hacia su territorio, cuyo mercado interno es el que dispone de una alta demanda. El tradicional alineamiento EEUU–Arabia Saudita invita a la reflexión a largo plazo.

La baja de los commodities y del petróleo beneficia a China, lo que compensaría parcialmente su parate actual. Sin embargo, es probable que la locomotora del crecimiento mundial durante las últimas décadas tarde en recuperarse. Le costará además volver a ser el proveedor de al menos el 20% de los bienes intermedios confiables, ya que nadie descarta que pueda repetirse una nueva crisis derivada de “otro” virus mutante. Dicen que los brotes globales se volverán cada vez más comunes, por la creciente urbanización en mega-ciudades, el intercambio turístico global y el aumento del consumo de proteínas cárnicas (aunque esta tendencia esté en reversa en el mundo desarrollado). Las exportaciones a China por parte de Europa, Japón y EEUU también sufrirán consecuencias, y nuevamente se discutirá sobre los balances comerciales entre las grandes potencias; es decir recrudecerá la “guerra comercial”.

El virus se “exteriorizó” públicamente en China durante el mes de Diciembre (sólo hace menos de 100 días) y ya alcanzó a mas de 90 países, infectó a mas de 100.000 personas y mató a unas 3.500. Se expandió rápidamente a Japón y Corea del Sur (por el gran turismo chino a esos países); a Irán, en Medio Oriente; a Europa, con Italia como principal foco, a EEUU y también hacia América Latina, donde hay cada vez más países con casos. Las escuelas en Japón están cerradas; casi en toda Italia se ha creado zonas de aislación epidemiológica para 40 millones de habitantes; Israel ha cerrado de hecho sus fronteras para los extranjeros. Todo esto prueba que el COVID-19 no es una gripe común, como algunos sostenían en forma naif.

De continuar esta situación, las consecuencias económicas globales podrían llegar a complicarse aún más. Los países se aislarán y los menores intercambios entre oferta y demanda producirán un derrumbe del crecimiento económico global; muchos países podrían entrar en recesión y el sistema global incrementará su nivel de individualismo y de lucha por la supervivencia.

Pero en un futuro, que no sabemos si es cercano o lejano, se encontrará la vacuna apropiada para combatirlo. A partir de allí, habrá otro año hasta la total normalización. Quien llegue a desarrollar la vacuna apropiada (si es que ya no la tiene) podría influir notablemente en el escenario global, disponiendo que la crisis económica sea corta o larga, según le convenga a sus intereses nacionales; otra muestra de que los factores de poder (en este caso, el factor científico-tecnológico) influyen notoriamente en las relaciones de poder mundial.

Todo este inédito fenómeno global acentuará los procesos geopolíticos en curso: se consolidará el concepto de los “intereses nacionales primero”, lo que implicará un nuevo retroceso de la globalización. Si bien los virus no respetan fronteras, sus consecuencias determinarán modificaciones en los controles fronterizos, sean personales o económicos. Además, se reforzará la “guerra tecnológica” para proteger la relocalización de industrias (de las nuevas tecnologías) en los países más desarrollados.

Esta situación pone un fuerte desafío para todas las dirigencias políticas, ya que los pueblos no querrán verse perjudicados por la aparición del “virus chino” y reclamarán por la defensa de su seguridad, de sus fronteras, de sus intereses, y probablemente se producirán actos de discriminación. Todos los reclamos se volcarán a las redes sociales y cualquier inquietud social tiene obviamente repercusiones políticas.

Dado que la geopolítica es el faro que ilumina la inserción del país en el mundo, su análisis se vuelve imperioso para entender cómo navegar los embravecidos mares del futuro, esclarecer los caminos críticos más probables, las mejores alianzas y cuáles serían los principales obstáculos futuros que nos desafiarán. No sólo existe la deuda externa; hay todo tipo de acechanzas. La Argentina es uno de esos países que se parecen mucho a los que se denominan de Geopolítica Cero (G-0), siendo que su valor geopolítico objetivo es relativamente importante. Así se denomina a aquellos actores con espacios terrestres, aéreos y marítimos importantes o destacados, pero que en la práctica o por factores ideológicos internos (generalmente grietas artificiales), desarrollan escasos o deficientes poderes terrestre, marítimo y aeroespacial, en relación a sus activos estratégicos.

Lamentablemente muchos de nuestros dirigentes políticos y algunos círculos intelectuales consideran que la geopolítica trata sólo de “temas militares”, lo cual es totalmente absurdo, o creen que se pueden resolver los problemas estratégicos únicamente mediante estudios econométricos o políticos; sus prejuicios los inducen a visualizar escenarios lineales, no sistémicos y menos aún circulares. Creen que los procesos de integración regional o de globalización son irreversibles, viendo sólo sus oportunidades relativas y no sus limitaciones en el desarrollo nacional. Algunos hasta consideran que ya casi no existen “hipótesis de conflictos”; siendo poco realistas al momento de realizar diagnósticos internacionales. Al no desarrollar conciencia demográfica y geográfica no explotan una correcta política estratégica de ocupación y vertebración territorial. A veces se importan teorías geopolíticas aptas para otros países o circunstancias, o bien adhieren a postulados internacionales o ideológicos, o bien se dejan llevar por gurúes de moda.

Las implicaciones de la situación global incidirán fuertemente en la Argentina. A los problemas propios, que son variados y muchos, se le agregará nuevos y aún más complejos. Se hace necesario analizar los escenarios futuros con la mayor precisión posible.

Deuda externa e Inversiones: la baja de las tasas no influye demasiado. La “huida del riesgo” producirá una baja en el valor de los bonos argentinos, poniéndolos a tiro de los valores en que los fondos buitres comienzan a interesarse. Sería repetir errores y un gran problema a futuro. La negociación con el FMI depende del alineamiento geopolítico descripto en un artículo anterior. Si entramos en default con los bonistas las empresas argentinas no tendrán muchas posibilidades de obtener fondos externos para invertir en la producción y lentamente desinvertirán. El desarrollo de una fuerte expansión petrolera en “Vaca Muerta” entra en la zona de conflicto (precio geopolítico del petróleo) y resta al ingreso potencial de divisas. Habrá que “vivir con la nuestro” y ello lleva a “emparejar hacia abajo” trayendo desaliento a los sectores medios capacitados y a los profesionales (proceso de fuga de cerebros). Un “buen” arreglo con los bonistas, ahora en la perspectiva de que hay pocos lugares para invertir globalmente, es lo mejor que le puede suceder al interés nacional y sería la mejor solución. Depende de las habilidades (¿ocultas?) del Ministerio de Economía.

Comercio exterior e inflación: si los valores promedios de nuestras exportaciones de commodities disminuyen, entrarán menos dólares. Si se devalúan las monedas de los emergentes (el problema es Brasil) y el peso argentino no lo hace, tendremos falta de competitividad; si se alinea la devaluación con el real brasileño aumentará la inflación y el acuerdo sectorial se complica (puja distributiva). Aunque haya arreglo de la deuda externa, aún con plazos de gracia sin pagos externos, habrá que conseguir los dólares del superávit. Si exportamos por menor valor habrá que exportar mayor cantidad, o bien importar menos productos (economía de guerra). En este caso habrá que bloquear las importaciones de productos rápidamente producibles localmente: textiles y calzados, y algunos otros, lo cual implica problemas de relacionamiento con China. Muchas fabricas locales son parte de una cadena de valor y traen sus insumos y bienes intermedios de otros países, principalmente de China (Tierra del Fuego, automotrices, maquinaria agrícola, farmacéuticas y otras varias más). Cualquier complicación o falta de insumos trae problemas de oferta y además puede producir cierre de fábricas, incrementando el conflicto social. Complejidades mayores.

Es fácilmente deducible que habrá una gran variedad de escenarios posibles. Para enfrentar esta situación con alguna posibilidad de éxito hace falta precisiones de sintonía fina y mucho trabajo de Inteligencia Estratégica.

El autor es analista de temas geopolíticos

Fuente: https://www.infobae.com/opinion/2020/03/11/la-geopolitica-en-tiempos-del-coronavirus/

martes, 10 de marzo de 2020

La estrategia de defensa de Brasil, un ejemplo para la Argentina

Raúl Jungmann, ministro de Defensa de BrasilPor Jorge García Mantel - Infobae.com

Raúl Jungmann, ministro de Defensa de Brasil

El término ¨Amazonia Azul¨, empleado en Brasil en alusión a las inmensas riquezas naturales (ictícolas, petrolíferas y minerales de todo tipo) en el Atlántico Sur brasileño, fue acuñado en el año 2004 por el almirante Roberto Carvalho y quedó plasmado en la excelente Estrategia Nacional de Defensa (END) 2008/2030 firmada por el entonces presidente Lula, quien le dio a este documento la obligatoriedad de su consulta previa, en el planeamiento en los demás ministerios, dada la importancia estratégica para el futuro de Brasil, buscando involucrar a todo la sociedad brasileña con este documento.

En este sentido, la preservación y explotación de los inmensos recursos naturales en las Amazonias Verde (terrestre) y Azul es lo que este país tiene como una de sus políticas de Estado, de tal manera de alcanzar el objetivo nacional de consolidarse como potencia económica y constituirse en un actor de presencia y relevancia a nivel global. La END constituye entonces un documento de planeamiento estratégico de corto, mediano y largo plazo, que busca respaldar militarmente ese objetivo, a través de la reestructuración organizativa, operativa y doctrinaria de sus FFAA, garantizándoles presupuestariamente entre 30 y 35 mil millones de dólares para su reequipamiento (en marcha).

Se trata de una estrategia integral de modernización de su sistema de defensa que, bajo el concepto de lograr en el futuro una Industria Militar autónoma con independencia tecnológica incluye, entre otros, el desarrollo de los siguientes sistemas (también en marcha):
-Sistema de Propulsión Nuclear para sus submarinos
-Sistema de Defensa Aeroespacial
-Sistema de Defensa Cibernética
-Sistema de SEÑAL GPS
-Sistema Lanzador de Satélites
-Sistema Integrado de Monitoreo de fronteras (SISFRON)
-Sistema de Gerenciamiento de la Amazonia Azul (SISGAAZ)
-Sistema de Control del Espacio Aéreo (SISCEAB)

En resumen, la dirigencia brasileña, sin distinciones, ha tomado nota del complejo futuro mundial y decidieron dónde quieren estar posicionados. Han decidido defender patrióticamente sus intereses nacionales por sobre cualquier otra consideración y garantizar a sus nietos un Brasil más próspero, seguro y fuerte.

El análisis comparativo con la situación argentina resulta frustrante.

La Pampa Verde (territorio continental) y la Pampa Azul (Mar Argentino) no tienen nada que envidiarles a los incalculables recursos naturales brasileños. Recursos que escasearán en un mundo más desigual, más contaminado, más complicado climáticamente y cada vez más superpoblado.

La dirigencia argentina, sin excepciones, ha optado por ¨ningunear¨ el futuro de nuestra patria, en cuanto a preservar primero y luego posicionar al país como una fuente de provisión de recursos naturales de todo tipo: agua dulce (acuíferos, glaciares y hielos antárticos), ictícolas, minerales tradicionales y los denominados ¨raros¨, petróleo, gas, desarrollo de energía eólica, marítimas con sus variantes , hidráulica, entre otros, que se suman a la ya conocida riqueza agrícola ganadera.

Esta miopía estratégica, a pesar de la Secretaría de Estado creada con ese nombre en la Jefatura de Gabinete durante la gestión anterior y mantenida en esta, queda de manifiesto en que no se ha aprobado ningún documento similar a la END de Brasil 2008/30, ni se vislumbran posibilidades de que ello ocurra. Por el contrario, en el “Programa Argentina 2030: pensando nuestro futuro”, creado en el 2016 y también mantenido en este gobierno, en la órbita de la misma Jefatura, no se toca la temática de la defensa de nuestros recursos naturales ni hubo ni hay representantes de los ministerios de defensa y de seguridad.

Esta irresponsable omisión también se ha visto reflejada por las administraciones anteriores desde el año 2003, tanto en los Libros Blancos de Defensa como en las Directivas de Política de Defensa Nacional del PEN elaboradas, que sólo buscaron no incomodar a nuestros vecinos y transmitir/consolidar lo que finalmente ha ocurrido, una pretendida e ingenua ¨protección¨ del país mediante el desarme unilateral. Un naif pacifismo a la criolla, ¨vendido¨ premeditadamente como regional (mientras todos nuestros vecinos se modernizaban y reequipaban), lo que a su vez auto justificaba internamente otorgar presupuestos ínfimos a la jurisdicción. Esta decisión dirigencial no registra antecedentes a nivel mundial, con el agravante de que, a ninguna nación del mundo, en su historia, le ha garantizado su prosperidad y mucho menos la paz. La desinversión en defensa, reflejada en uno de los presupuestos más bajos del mundo para el tamaño y riquezas que encierra la República Argentina (promedio de 0,85% del PBI), ha sumido a sus FFAA en un estado terminal que está claramente reflejado en el informe del fiscal Di Lello ¨El Problema de la Defensa Nacional¨ del año 2018, a raíz de la tragedia del ARA San Juan.

Durante el año 2017 se intentó que la entonces Jefatura de Gabinete aprobara una Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN) de corto, mediano y largo plazo que fijaba un horizonte presupuestario de 1,5% del PBI para recuperar parte de las innumerables capacidades perdidas, proponiéndose una inversión de 10 mil millones de dólares a lo largo de 10 años. Hacía, además, como cualquier país serio del mundo, una explícita y detallada descripción de los riesgos y amenazas proyectados para el país al año 2030/35.

En el mismo año y también a la Jefatura de Gabinete, se le propuso darle al Proyecto Pampa Azul otro enfoque, en la idea de aproximarlo al de la Amazonia Azul. Pampa Azul data del año 2014 y es una iniciativa exclusivamente dirigida a la investigación científica de los espacios marítimos de interés nacional. La propuesta fue ampliar los limitados objetivos del proyecto, agregándole dos objetivos estratégicos de defensa nacional, aprovechando la imprescindible investigación científica en nuestras aguas:
-Vigilar y controlar los espacios marítimos argentinos
-Disuadir amenazas y proteger los recursos (se produce desde hace décadas una depredación ictícola mínima de 1500 millones de dólares por año)
-De más está decir que, tanto la DPDN 2017 como la ampliación del Proyecto Pampa Azul, fueron rechazados en la entonces Jefatura de Gabinete.

En resumen, la dirigencia política argentina, sin distinciones, ha/está mostrando una irresponsable indiferencia ante el complejo futuro mundial y ha decidido desproteger nuestros intereses nacionales e hipotecar el futuro de nuestros nietos, legándoles una Argentina más débil, insegura y pobre.

Una decisión que encuentra sus fundamentos en la mirada exclusivamente ideológica que nuestra clase dirigente le da a la defensa nacional desde hace años (fomentada por intereses extranjeros no difíciles de determinar), con la sacralidad de una suicida (anti) política de Estado. Hace muchos años que la Argentina no controla sus espacios aéreos, terrestres, marítimos, espaciales y cibernéticos. La remanida ¨justificación¨ formal de que hay otras prioridades, ya no puede ocultar el fondo político/ideológico.

Somos, y seremos por lo que no se quiere hacer, un país indefenso a merced de cualquier tipo de amenaza. Nunca desde 1810, Argentina se encontró en una situación similar. Sería interesante conocer la opinión de ex presidentes como Roca, Yrigoyen, Perón y Frondizi, por citar sólo algunos. Las generaciones venideras y la historia algún día se lo demandarán a los responsables de tamaña política antinacional.

El autor fue director nacional de Planeamiento y Estrategia del Ministerio de Defensa

miércoles, 19 de febrero de 2020

Los argentinos no quieren a su país

Resultado de imagen para Ricardo AuerPor Ricardo Auer - Infobae.com
Dentro del gran desorden mundial, el tradicional desorden nacional queda bastante disimulado. Sin embargo hay que tener claro cuáles son los principales vectores portadores de futuros reales, en el contexto global.


El sistema global de poder se sustenta básicamente en los actores principales (USA, China, Rusia y el Poder Financiero, que se mueve en forma independiente) y algunos secundarios (Japón, India, EU, Inglaterra, Israel, Indonesia, Saudiarabia, Turquía, y otros).

Los conflictos del mundo presente se centran principalmente en la disputa tecnológica y en la creación del empleo. Temas como deudas financieras, estados fallidos, globalización, narcotráfico, ideología, ecología, género, migraciones, si bien son de gran importancia, sólo preocupan a algunos países o a los directamente interesados. Pero no son issues trascendentales para los actores centrales. Y bastante poco en muchos de los secundarios. Hay que tener claro estos puntos de referencia para entender desde la óptica global lo que ocurre en nuestro alrededor. Porque considerar que nuestros problemas y conflictos son el ombligo del mundo nos puede llevar a equivocarnos de rumbo, una vez más.

Ninguna ideología puede cambiar el rumbo de la decadencia nacional actual. Ni el liberalismo, ni el marxismo, ni la doctrina justicialista pueden hoy en Argentina cambiar la realidad actual. Pueden servir de base para el análisis y el debate de ideas del rumbo a tomar, de cuáles son las fallas intrínsecas de esta sociedad dividida, con graves niveles de anomia, violencia y maltrato a las mujeres. Pero ese debate, iniciado desde hace muchas décadas ha mostrado que no ha servido para lograr un entendimiento común, una base para modificar conductas ni para aprender de los errores, y tampoco ha servido para encapsular los inmensos problemas que se siguen acumulando cual capas geológicas.

El problema argentino es emocional. Los argentinos no quieren a la Argentina; no quieren a su país. Casi todos están insatisfechos con él y descargan su odio u ofensa, de modo diverso. Siempre la culpa la tiene algún otro: el gorila antiperonista; el negro que no quiere laburar, la ineptitud de la política, el imperialismo, la infiltración marxista leninista; los militares, los civiles, el campo, los industriales, Sarmiento, Rosas, los italianos, los españoles, la Iglesia Católica, los judíos, los árabes, los pañuelos de uno u otro color. Nunca somos responsables nosotros mismos como sociedad. Siempre son los otros. Siempre tenemos alguna excusa a mano.

Así vamos transcurriendo las décadas sin encontrar el rumbo que nos lleve a resurgir como Nación, capaz de aceptar los desafíos del futuro. Como alguna vez lo pudimos hacer.

El presidente Alberto Fernández, cabeza de un gobierno de coalición, intenta acercarse al ideal de concentrarnos en los temas principales, pero, o no lo dejan, o se desconcentra, o intenta ganar tiempo con distracciones secundarias.

Estamos inmersos en una guerra asimétrica, aunque muchos no se den cuenta y creen que se embarcaron en un crucero de lujo, que podría llegar a ser el Titanic, o estar afectados por el coronavirus. 

Todo en la guerra es muy sencillo; pero aún lo más sencillo es muy difícil, decía Karl von Clausewitz. Las tres etapas pensadas: negociación por la deuda, plan económico-social y etapa política podrían llegar a ser totalmente abstractas en los caminos a transitar de la política externa e interna. Los internismos de la política y las disputas de espacios de poder gubernamental en el marco de sociedades crecientemente polarizadas y la falta de iniciativas políticas en casi todos los ministerios, podrían ser como “pasto seco” para los incendios que podrían desatar los poderes ocultos de la sociedad incivilizada local o global. 

Me refiero a los carteles de la droga, los barrabravas, las “células dormidas”, las mafias internacionales y a sus financiadores enmascarados. En el marco de agendas donde hay poco para distribuir, podría crearse un combo virtualmente explosivo. El peronismo es experto en resiliencia y cuando está en la oposición se amolda bien para generar una coalición electoral (todos unidos triunfaremos) que le permite ganar en las urnas. Pero gobernar es muchísimo más complejo; más aún cuando hay peleas internas.

Tal vez sea el momento de gestionar sin etapas previamente enlazadas y atacar todos los temas en simultáneo, aún a riesgo de errar y corregir; lo que también ya se está haciendo en lo estrictamente económico. La gestión debería enunciar metas, objetivos, tiempos y programas de gobiernos en cada ministerio. Ello llevaría a visualizar un gobierno con acción y con ideas, base de la esperanza ciudadana. También otros agentes externos e internos podrían entrar en el debate, del que no hay que rehuir. Las turbulencias son propias de la etapa.

Queremos llegar a introducirnos en el mundo moderno, de la tecnología 4.0, de la creación de empleo del futuro. Pero ¿qué estamos debatiendo actualmente? Sin duda temas importantes para mucha gente: tasa de aumento a los jubilados, hambre en Salta y en el conurbano, precios cuidados, indexación de los contratos de trabajo, violencia juvenil. Con esa agenda, un futuro con esperanza se vuelve difícil, lejano y abstracto; la incertidumbre domina el escenario nacional y va quedando poco margen para la esperanza. Un Gran Plan Nacional necesita un Nuevo Relato esperanzador; bien diferente al de las viejas confrontaciones, que escape del Pasado y se introduzca en el Futuro.

Una Política de Estado, expresión de una Estrategia Nacional, traducida como un relato movilizador popular. Solo así podremos iniciar una nueva etapa para generar riqueza, tangible o intangible. Lo más relevante para la etapa actual es la generación de conocimiento que efectivamente impacte en la economía real; ya que ello supone inversión, no sólo material o física sino en la capacitación humana de todos los argentinos. Si ello no ocurre en los próximos años, solo acumularemos mayores problemas a resolver, y ni siquiera será posible mantener la actual y poco justa relación de equidad social.

Los países más desarrollados, e inclusive muchos otros, han elevado el nivel de los servicios educativos. Perder el tren de la capacitación masiva, orientada a fines prácticos y efectivos, es perder la batalla del desarrollo. Ello requiere simultáneamente tener una Plan Estratégico que indique el rumbo nacional, en cuanto a su especificidad e inserción mundial con orientación geopolítica y alianzas claves. A partir de establecer este punto central, la elevación del nivel de la educación como el bien más preciado nacional, se va estableciendo las siguientes prioridades correlativas, lo que en definitiva es un Plan General de gobierno.

Las falencias educativas son varias y no precisamente debe centrarse en la escusa de siempre: faltan recursos y problemas edilicios. Los problemas de la educción argentina son mas conceptuales; se debe preparar a los estudiantes a tener espíritu emprendedor; a afrontar emocionalmente las dificultades que siempre proseguirán; a tener un mayor espíritu solidario y a crear conciencia que lo material (el consumo), si bien es una de las bases del crecimiento de un país, no lo es todo.

Los sectores medios están esperando una oferta gubernamental que los incluya también a ellos; no se trata sólo de simples pagadores de impuestos. En el campo de la educación, de la ciencia y la tecnología, la defensa del ambiente, y en la cultura, es que pueden desarrollarse proyectos que los entusiasmen. El mundo innova, se desarrolla, planifica y desarrolla estrategias de crecimiento. Argentina debería integrarse desde su propia cultura, resolviendo sus problemas de inestabilidad, de autoengaño, y de desidia para enfrentar sus problemas. Caso contrario seguirá dividida, atomizada y sus mejores valores emigrarán hacia rumbos más esperanzadores, pese a las contradicciones culturales que ello acarrea.

Cuando un sistema o software de gobierno no sirve más, resulta más barato cambiarlo que arreglarlo o emparcharlo. Se puede hacerlo mediante un plan o bien la realidad lo va a ejecutar inexorablemente.
El autor es analista de temas geopolíticos

martes, 18 de febrero de 2020

Argentina está cayendo en espiral hacia el caos económico

Samuel GreggPor SAMUEL GREGG - INSTITUTO ACTON POWERBLOG

No es noticia decir que Argentina está en serios problemas económicos. Con solo unas pocas excepciones, eso ha sido un hecho durante décadas. Pero los desarrollos recientes subrayan cuánto es responsabilidad de los políticos populistas argentinos y, para ser francos, de aquellos que persisten en votar por ellos.

Esta dinámica fue recientemente bien resumida por Fergus Hodgson escribiendo en La Gran Época . Comienza describiendo los graves desafíos económicos que enfrenta el país:

- Argentina ingresa a 2020 con una deuda de $ 332 mil millones . Esto incluye préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y $ 148 mil millones adeudados a tenedores de bonos privados. Las agencias de calificación rebajaron la deuda argentina debido a la decisión del nuevo gobierno de retrasar el pago de $ 9,1 mil millones en letras del Tesoro. Esto ya constituye un incumplimiento técnico, un intercambio de deuda en dificultades, de acuerdo con los criterios de Fitch Ratings. Otros $ 64 mil millones vencen en 2021.

- Pagar la deuda sería difícil para cualquier nueva administración, dado el horrendo panorama político argentino envuelto en amiguismo, criminalidad, proteccionismo e inestabilidad monetaria. En América Latina, solo Cuba y Venezuela se destacan como más anticapitalistas que Argentina, que fue  calificado  por el Instituto Fraser como el 146º de 162 países en libertad económica.

- La inflación está por encima del 55 por ciento, y la economía se contrajo un 3 por ciento en 2019. En los últimos cuatro años, 21.500 pequeñas y medianas empresas (PYME), una fuente fundamental de empleo, han cerrado. Esto ha llevado a una tasa oficial de desempleo del 10.1 por ciento, y aproximadamente la mitad de la población económicamente activa trabaja en la economía informal . Además, Argentina continúa ahuyentando al capital; $ 72,2 mil millones se han ido desde 2015.

Abordar estos problemas requeriría medidas verdaderamente radicales, medidas, sospecho, que la sufrida gente de Argentina no toleraría por mucho tiempo. Sin embargo, sabemos que hay pocas posibilidades de que se implementen tales políticas. De hecho, el nuevo presidente, Alberto Fernández, ya está siguiendo el camino muy transitado por otros gobiernos peronistas. Como señala Hodgson:
"Para detener el aumento del desempleo, la administración de Fernández simplemente está obligando a las empresas a retener a sus empleados, ignorando las razones económicas. Una de sus primeras medidas , una orden ejecutiva especial , declara que cualquier argentino despedido de su trabajo en los próximos 180 días recibirá el doble del paquete de indemnización normal.

El impacto es obvio. Las pymes serán reacias a contratar a nadie en absoluto debido a la mayor carga, al menos no en los libros. El nuevo gobierno está tensando los isquiotibiales a las empresas clave para cualquier reactivación económica.

Hodgson relata más detalles deprimentes sobre cómo Fernández propone lidiar con los problemas económicos de su nación. "Totalmente contraproducente" es la mejor manera de describirlo. Tenga en cuenta también que la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, sirvió al presidente de Argentina entre 2007 y 2015, y siguió muchas de las políticas económicas populistas que han ayudado a producir la situación preestablecida. Desearía estar inventando esto, pero no lo estoy.

Argentina merece mucho más que una reversión a las políticas populistas fallidas del pasado que han sido implementadas por políticos peronistas de izquierda y derecha. Desafortunadamente, parece poco probable que algo vaya a cambiar. ¿Y quién sufrirá más? La respuesta a esa pregunta es muy clara: los pobres.

Malvinas: Alicia Castro quiere una nueva estrategia con Rusia en el Atlántico Sur

Por Natasha Niebieskikwiat - Clarin.com
La dirigente K será embajadora en ese país. Y reflota una alianza que generó tensión con Gran Bretaña.

El Presidente Alberto Fernández con Alicia Castro, a principios de mes en la Casa Rosada.

Alicia Castro quiere "refundar" las relaciones con Rusia, adonde pronto viajará como embajadora de la Argentina. Es un cargo político que le llegó por sus lazos con la vicepresidenta Cristina Kirchner. En esa "refundación", Castro acaba de proponer una alianza con los rusos en el Atlántico Sur, que incluya a la Antártida, a las Islas Malvinas y a las otras islas en disputa de soberanía con el Reino Unido. Una estrategia que ya se buscó en el pasado y no funcionó.

"Espero refundar la relación con Rusia, prácticamente congelada durante los años de Mauricio Macri. Recuerdo como ejemplo un video ridículo donde el ex presidente le hablaba a Vladimir Putin de fútbol. Hay todo por hacer, es una relación que tiene una potencialidad extraordinaria en términos políticos, de diplomacia parlamentaria y cultural”, empezó diciendo Castro extenso reportaje con Página 12 sobre el fin de semana.

Ex azafata, ex militante de su gremio, ex embajadora en Venezuela y en Gran Bretaña durante el kirchnerismo, Castro recordó que Rusia es un socio estratégico que brega por un mundo multipolar; y en ese tren dijo que quería trabajar para que la Argentina se integre al grupo de los BRICS (Brasil, India, China y Sudáfrica), lo que parece más difícil ahora por el empequeñecido tamaño de la economía nacional.

Y hablando de los sectores en los que buscan socios los rusos (intervenir con vagones, locomotoras y helicópteros en las producciones de gas y petróleo, y el sector nuclear pacífico), contó: "Particularmente me interesa la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur donde Rusia podría cooperar en establecer un polo logístico antártico. Podría cooperar con el puerto, en una zona geoestratégica. Rusia es muy consciente de las potencialidades del Mar Argentino y de la Antártida".

Poco después de que Castro definiera sus objetivos, el embajador ruso en Argentina, Dmitry Feoktistov, viajó el viernes último a Ushuaia para recibir a unos veleros rusos que llegaron al puerto. Estuvo en el monumento a los caídos en la guerra por Malvinas de 1982, de esa ciudad. Y manifestándose "conmovido" sentenció: "La hora del colonialismo paso y los ingleses deben devolver las Islas a la Argentina".

No es la primera vez que un funcionario ruso se solidariza con la Argentina en el histórico reclamo nacional por Malvinas. El punto es que Moscú tiene una estrategia propia detrás de ello y es la de comparar la situación de Malvinas con la de Crimea, el territorio pro ruso que reclama Ucrania desde que Moscú la anexó a Rusia en 2014. Eso les costó a Moscú duras sanciones de Europa y Estados Unidos.

En su momento, bajo el gobierno de Cristina Kirchner, diversos funcionarios rusos comparaban las Malvinas y Crimea, cuando en realidad la situación no es la misma.

Rusia y Gran Bretaña son históricamente rivales, pero además los rusos coquetearon fuertemente con la Argentina al ofrecer vender aviones y otros equipos militares para que se patrulle el Atlántico Sur. Ello no sólo nunca avanzó sino que crispó los ánimos castrenses en Londres en un contexto de fuertes tensiones con la administración de Cristina, que envió a Castro de embajadora.

Los británicos impusieron a la Argentina en 2012 un embargo de armamento y equipos que continuó el de 1982.

La ahora designada embajadora en Moscú realizó su reportaje con Página 12 poco después de verse a solas con el presidente Alberto Fernández. Pero en Cancillería no cayó bien su autonomía al declarar también, por ejemplo, que el gobierno de Jair Bolsonaro era fruto de un "golpe de Estado" y que Brasil integra el grupo de países al "servicio de los Estados Unidos".

Por cierto, hoy, la alianza que se está conversando para el Atlántico Sur es con Latinoamérica, junto a Brasil y Uruguay, incluyendo a los chilenos cuyos reclamos en la Antártida coinciden con los de Argentina y Gran Bretaña

lunes, 17 de febrero de 2020

Pruébelo por tamaño: China decide invadir Corea del Norte

Por Kyle Mizokami - The National Interest - Traducción Desarrollo y Defensa
¿No son aliados? No es tan simple
Resultado de imagen para Try This on For Size: China Decides to Invade North Korea

Punto clave: Corea del Norte ha creado muchos problemas para China.

En medio de la amenaza casi constante de una crisis que estalla en la Península Coreana, una potencia importante a menudo queda fuera de la discusión: China. La República Popular de China comparte una frontera de 880 millas de largo con su vecino notoriamente impredecible, tiene un gran ejército y valora fronteras estables a cualquier costo. En caso de que considere necesaria una acción militar, ¿cuáles son las opciones de Beijing para tratar con Corea del Norte y qué tipo de fuerza podría ejercer?

Corea del Norte es tanto una bendición como una maldición para China. La República Popular Democrática de Corea es un estado independiente que es abiertamente hostil a los Estados Unidos y otras potencias regionales. El ejército de Pyongyang es un elemento disuasorio para atacar sin representar una amenaza directa para China. Como resultado, casi mil millas de las fronteras de China están ocupadas por un régimen que financia su propia defensa y nunca caerá voluntariamente dentro de la esfera de influencia de Estados Unidos.

La situación está lejos de ser perfecta. Mientras que Corea del Norte ha sido tradicionalmente un estado cliente chino, los lazos entre los dos países se han deteriorado en los últimos años. El ardiente programa de retórica y armas nucleares antiamericanas de Pyongyang ha provocado a Estados Unidos, convirtiendo a Corea del Norte en un importante punto de discusión entre Washington y Beijing. La flagrante  violación de las normas internacionales por parte del país  ha puesto a prueba la paciencia de Beijing.

Hay  rumores persistentes de  que Beijing se ha preparado durante mucho tiempo para intervenir en Corea del Norte, ya sea después de un colapso del gobierno o si los líderes del país hacen amenazas creíbles contra China. Nadie fuera de Beijing sabe cuáles podrían ser esos preparativos, pero podemos describir algunos escenarios. Sin embargo, una cosa parece razonablemente segura: si China entra en Corea del Norte, el régimen que preside, ya sea Kim Jong-un o alguien más, no sobrevivirá.

Un posible escenario es una incursión militar en Corea del Norte en respuesta al colapso del régimen. Una economía implosionante, un golpe militar o una rebelión similar a la de Siria podrían hacer que el régimen se derrumbe, y probablemente se despliegue rápidamente. Cuando lo haga, el sistema nacional de distribución de alimentos probablemente fallará, lo que hará que los refugiados huyan del país. Dado que la frontera con Corea del Sur está notablemente fortificada y la frontera rusa está relativamente lejos y remota, la frontera menos difícil de cruzar es China.

Pekín, obsesionado con la estabilidad interna, seguramente no tolerará que millones de refugiados crucen al norte de China. Desde una perspectiva china, sería mucho mejor para esos refugiados quedarse en Corea del Norte. En caso de colapso del régimen, podríamos ver a los tres ejércitos del Ejército Popular de Liberación (EPL) en el Comando del Teatro del Norte del país moverse hacia el sur. Una opción es crear una zona de amortiguamiento en Corea del Norte, pero eso no resolvería el problema de la inestabilidad política y económica. Si el EPL se mueve hacia el sur, probablemente iría hasta Pyongyang para establecer un gobierno títere y restablecer cierto nivel de estabilidad.

El escenario más probable es que China lanza una invasión total para derrocar al régimen existente. De los dieciséis cuerpos blindados, mecanizados, de infantería y artillería que componen el Ejército Popular de Corea (KPA), solo dos están desplegados a lo largo de la frontera chino-coreana. Otros tres cuerpos están estacionados en Pyongyang y sus alrededores. Casi el 70 por ciento del KPA está al sur de la línea Pyongyang / Wonsan, ubicado para apoyar un ataque transfronterizo contra Corea del Sur.

Las fuerzas terrestres del Comando del Teatro del Norte de China consisten en los ejércitos 78, 79 y 80. Estos ejércitos son lo que se consideraría cuerpos en el ejército de los EE. UU.,  Controlando colectivamente  dieciocho brigadas de armas combinadas respaldadas por tres operaciones especiales, tres aviación, tres artillería y tres brigadas de ingenieros. Esto le da al PLA una poderosa fuerza equivalente, al menos en papel, a aproximadamente cinco o seis divisiones de combate de los Estados Unidos. Con el apoyo de las dos divisiones de ataque aéreo de la Fuerza Aérea China asignadas al Comando del Norte, los tres ejércitos del EPL podrían cruzar rápidamente la frontera y marchar hacia el sur hacia la retaguardia estratégica del KPA.

¿Hasta qué punto resistiría el KPA una invasión? Depende. Si el régimen en Pyongyang todavía está en su lugar, China podría enfrentar una resistencia considerable. La falta de reservas de combustible,  dictada por China , probablemente dejaría en el lugar a muchos de los catorce cuerpos de ejército restantes, lo que los haría incapaces de resistir una invasión china. Si el gobierno se derrumba, el KPA podría convertirse en parte de las masas hambrientas y sin líderes, masas con armas. Idealmente, Beijing cultivaría lazos con el liderazgo de KPA antes de un movimiento hacia el sur y lo convencería de no resistir y mantener el orden.

Es difícil predecir qué tan bien le iría al PLA en tiempos de guerra. La última vez que el ejército chino participó en un combate a gran escala fue en la  guerra sino-vietnamita de 1979 . Usando tácticas inferiores y anticuadas, las fuerzas terrestres de China sufrieron grandes bajas contra sus oponentes vietnamitas endurecidos por la batalla, y el líder chino Deng Xiaoping prometió nunca repetir una guerra tan costosa. Es poco probable que Beijing ordene el ataque si no tiene plena confianza en el EPL para llevarlo a cabo sin un fracaso vergonzoso.

Sin embargo, el PLA de hoy es una bestia completamente diferente. Si bien el EPL carece de la habilidad institucional del Ejército de los EE. UU. probado en batalla, es ciertamente mejor que el Ejército Popular de Corea. El ejército ha modernizado tanto su equipo como su doctrina militar: los repetidos llamamientos de Xi Jinping para estar "preparados para el combate", a menudo interpretados como agresivos en el exterior, tienen más probabilidades de ser exhortaciones hacia la preparación general y contra la corrupción en las filas. Un énfasis reciente y generalizado en la guerra mecanizada de alta velocidad pagará los dividendos del EPL en un viaje en Pyongyang.

El aspecto más peligroso de una invasión china de Corea del Norte es si se lanza simultáneamente con un asalto de Estados Unidos y Corea del Sur hacia el norte desde la zona desmilitarizada. Si bien los EE. UU. y Corea del Sur operarían con los mismos objetivos en mente, probablemente serían muy diferentes de los de China. La posibilidad de una lucha entre los ejércitos que marchan hacia el norte y los que marchan hacia el sur sería muy real.

Salvo un colapso total del régimen de Pyongyang, es poco probable que China invada Corea del Norte en el corto plazo. Los costos económicos, políticos y militares superan los beneficios, al menos por ahora. Dicho esto, si el cálculo cambia, China mantiene las fuerzas, justo al otro lado de la frontera, para intervenir decisivamente en su vecino más pequeño. Si China, Corea del Sur o alguien está listo para el resultado es una muy buena pregunta.

viernes, 14 de febrero de 2020

Embajador ruso en la Argentina: "La hora del colonialismo pasó y los ingleses deben devolver las Malvinas"

(Perfil.com) - El diplomático expresó el apoyo de su país en Ushuaia, donde participó de la recepción de dos veleros rusos y de un homenaje a los caídos en la Guerra de 1982. Islas Malvinas. FOTO: PABLO PORCIUNCULA BRUNE / AFP NOTICIAS 
Rusia se volvió a sumar de lleno esta semana en el reclamo argentino por las Islas Malvinas luego de que su embajador, Dmitry Feoktistov, afirmara este jueves 13 de febrero que "la hora del colonialismo pasó y los ingleses deben devolver las Islas Malvinas a la Argentina". El diplomático ratificó además que Moscú "apoyará la cuestión de la soberanía" nacional sobre el archipiélago como lo hizo "siempre en las Naciones Unidas". 

 "En Rusia tenemos la conmemoración del Regimiento Inmortal el Día de la Victoria, cuando la gente sale con retratos de sus seres queridos que murieron en la Guerra. En Argentina lo conmemoramos en la Plaza San Martín y marchamos hasta el Monumento a los Caídos en Malvinas y siempre muchos argentinos se unen a nosotros en esta fecha", afirmó Feoktistov, quien añadió que "en esta ocasión es al revés: los rusos nos unimos a ustedes para honrar la memoria de los caídos en las islas Malvinas". 

 El funcionario expresó el apoyo de su país en Ushuaia, Tierra del Fuego, donde participó de la recepción de los veleros rusos "Pallada" y "Kruzenshtern" y de un homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas durante 1982. 

En el acto, junto al gobernador fueguino Gustavo Melella y representantes de los veteranos de Malvinas, Feoktistov decidió hablar de manera espontánea y comparó la ceremonia con los homenajes en Rusia a los caídos en la Segunda Guerra Mundial. "Quiero decirles a todos los veteranos y los argentinos que Rusia siempre estuvo y estará con ustedes. Siempre los apoyaremos en todo y sobre todo en la cuestión de la soberanía de las Malvinas como lo hemos hecho siempre en las Naciones Unidas", enfatizó, según consignó la agencia rusa Sputnik. "La hora del colonialismo pasó y los ingleses deben devolver las Islas a Argentina", aseveró Feoktistov, aplaudido por los presentes. 

El embajador reseñó además que se cumplen 135 años de relaciones diplomáticas entre Argentina y Rusia. Por su parte, el gobernador Melella dijo que "el mensaje del embajador nos emocionó profundamente". Y, aseveró: "Haber escuchado de un embajador de una potencia mundial como Rusia declarar abiertamente, como ya lo ha hecho durante todos estos años, el apoyo a la soberanía de Argentina sobre las Malvinas, pero hacerlo aquí, en Tierra del Fuego, en la tierra de Malvinas, en el Monumento a los Caídos en Malvinas, fue un mensaje muy fuerte". "Mientras hablaba yo me emocionaba y se emocionaban los combatientes. Yo nunca había escuchado algún embajador decirlo con tanta fuerza, y la voz del embajador es la voz de su pueblo y del presidente Vladimir Putin. Nos llenó de alegría, de satisfacción y en nombre del pueblo de Tierra del Fuego envío mi agradecimiento al pueblo ruso", sostuvo. 

El presidente del Centro de Combatientes de las Malvinas en Ushuaia, Conrado Zamora, quien participó del desembarco del 2 de abril de 1982 en las islas, resaltó que "jamás acá en esta tierra" hubo "un apoyo tan explícito". En este sentido, amplió: "Siempre fue en otros lugares, en la ONU. Pero hoy el embajador lo hizo en tierra fueguina". Y por último, concluyó: "Es un honor y un halago que una de las potencias del mundo diga que se terminó el colonialismo, el imperio, porque ya estamos en el siglo XXI y las colonias ya no tienen que existir en ningún lado". 

Un viejo reclamo. “Devuelvan las Islas Malvinas, devuelvan Gibraltar, devuelvan la parte anexionada de Chipre, devuelvan el archipiélago de Chagos en el océano Índico, que convirtieron en una enorme base militar. Solo entonces su conciencia, tal vez, esté un poco más limpia y puedan empezar a juzgar otros temas como el de Crimea”, sostuvo en 2017 Vitali Churkin, representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas. Las declaraciones del diplomático fueron por esos días para contestarle a EE.UU. y a Reino Unido, a quienes señaló de tener una “doble moral” al acusar a Rusia de injerencia en Ucrania cuando ambos países aún tienen colonias alrededor del mundo.  (Fuente www.perfil.com). 

jueves, 30 de enero de 2020

Cristina Kirchner pidió que Nación haga la ruta 9, por la que ya le pagaron a Lázaro Báez

Austral Construcciones cobró $525 millones, pero dejó la obra abandonada, que fue definida como un "plan criminal" en la JusticiaPor Mariela Arias - La Nación

Austral Construcciones cobró $525 millones, pero dejó la obra abandonada, que fue definida como un "plan criminal" en la Justicia Fuente: LA NACION - Crédito: Horacio Córdoba

La vicepresidenta Cristina Kirchner transitó ayer en camioneta 70 de los casi 200 kilómetros de la maltrecha ruta provincial 9 y, al regresar, pidió que el Estado nacional haga la obra. No aclaró si de asfalto o de ripio. Tampoco, que se trata de la ruta que el Estado nacional ya le pagó a Austral Construcciones por su enripiado casi $525 millones, cuando el kirchnerismo gobernaba el país, pero que la empresa de Lázaro Báez dejó inconclusa y en mal estado.

El viaje de la expresidenta no estuvo exento de arreglos de último momento, que intentaron hacer algo más transitable la ruta para la comitiva de camionetas que llevaban a los funcionarios nacionales y provinciales.

En el inicio del trayecto, los vehículos se cruzaron con máquinas viales arreglando el camino. Más adelante, dos camiones hidrantes mojaban la senda de tierra para apaciguar el polvo de forma momentánea. Dado el hermetismo con el que se organizó el acto, sin convocatoria a la prensa, no se pudo saber si a los arreglos lo dispuso la UTE o Vialidad Provincial. Sin embargo, nada pudo evitar el traqueteo en la ruta.

La ruta provincial 9 de Santa Cruz fue licitada durante el gobierno de Néstor Kirchner y pagada durante la gestión de Cristina KirchnerLa ruta provincial 9 de Santa Cruz fue licitada durante el gobierno de Néstor Kirchner y pagada durante la gestión de Cristina Kirchner Fuente: LA NACION - Crédito: Horacio Córdoba

A su regreso, Cristina Kirchner evaluó la visita y pidió que se haga una nueva ruta: "Durante el macrismo, las obras estuvieron paralizadas. Abandono y desidia caracterizaron aquella etapa. La traducción más clara de ello fue que por primera vez en 30 años el Estado argentino reconoció y pagó gastos improductivos por 130 millones de dólares. Esa cifra supera el presupuesto de 120 millones de dólares necesarios para la construcción de la ruta provincial 9, entre las rutas nacionales 3 y 40, que une las localidades de El Calafate y Comandante Luis Piedrabuena, de la Cordillera al Atlántico".

En el mismo sentido, Cristina pidió que la ruta provincial 9 sea "construida obligatoriamente por el Estado nacional como medida de compensación ambiental". Según los números expresados por la vicepresidenta, si se destinaran 120 millones de dólares para la ruta de 192 kilómetros, se emplearían unos 625 mil dólares por kilómetro. O 39 millones de pesos, con un dólar a $63. Sin embargo esa ruta ya fue pagada.

Esa cifra supera el presupuesto de 120 millones de dólares necesarios para la construcción de la ruta provincial nro. 9, entre las rutas nacionales 3 y 40, que une las localidades de El Calafate y Comandante Luis Piedra Buena, desde la cordillera al Atlántico.

Una ruta abandonada
Se trata de una de las obras realizadas por Austral Construcciones en Santa Cruz que hoy forman parte de la causa conocida como Vialidad, a en la que Cristina Kirchner también se encuentra procesada junto con Lázaro Báez y varios exfuncionarios de su gobierno. La obra se licitó durante la presidencia de Néstor Kirchner y se pagó durante la administración de su sucesora. Una década después, es la primera de las causas que llega a juicio oral, ahora solo interrumpida por la feria judicial.

La historia de la obra de la ruta se inició en 2007, cuando la empresa Austral Construcciones de Báez ya pisaba fuerte en Santa Cruz y el esquema de obra pública entre Vialidad Provincial y Nacional estaba más que aceitado. En ese momento, la provincia estaba a punto de entrar a una crisis institucional y política, sin embargo nada interrumpió los negocios con la obra pública decididos en Buenos Aires y concretados en Santa Cruz.

Para los fiscales, "un plan criminal"
La ruta provincial 9 fue uno de los casos estudiados por los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, al que definieron en su investigación como un "plan criminal" encabezado por Néstor y Cristina Kirchner para enriquecer a su "amigo y socio" Lázaro Báez con adjudicaciones de obras viales multimillonarias en Santa Cruz.

La ruta no se terminó, pero el Estado pagó un 129% más del valor licitadoLa ruta no se terminó, pero el Estado pagó un 129% más del valor licitado Fuente: LA NACION - Crédito: Horacio Córdoba

Ayer Polonia Grzegorczyk, dueña de la estancia La Martina, ubicada entre dos campos de Báez, fue testigo del paso de la comitiva. Ella había puesto un letrero para reclamar por la ruta, pero el viento lo rompió antes que pasen. Su reclamo se mantiene. "Que se haga la ruta es una necesidad de mucha gente, de los ribereños y de todos los que circulan, por esta ruta se pagó mucho dinero y no se hizo, está en mal estado, no tiene letreros, los turistas andan perdidos y como somos los únicos que estamos ahí, nos preguntan ¿dónde estamos?, porque no hay un solo cartel", le comentó a LA NACION.

La historia de su campo se entrelaza con la ruta y las represas prometidas. En 2011 la empresa Constructora Patagónica Argentina S.A. rentó el casco de la estancia La Martina y un predio para instalar un obrador. Se presentan como los nuevos constructores de la ruta. Tras cinco meses se fueron sin dejar rastros.

"La casa y el predio quedaron destruidos", contó Grzegorczyk a LA NACION. Se trata de una de las empresas de Bahía Blanca que emitió facturas truchas para Austral Construcciones, que le permitió a Báez reducir impuestos, tal como lo reveló este diario en 2014.

El impacto de las obras abandonadas también afecta la proyección turística de la región: su cruce desde la costa facilitaría la llegada de los viajeros en el verano, acortando el camino en varios cientos de kilómetros. El letrero caído del "Plan Nacional de Recuperación Vial" del entonces Ministerio de Planificación Vial, que anunciaba las obras de enripiado y supo estar hasta hace pocos días en el empalme de la ruta provincial 9 y la Ruta Nacional 40, ayer había sido retirado. La ruta 9 escondía muchas promesas.

La amoralidad manifiesta...Pobre patria mia.

miércoles, 29 de enero de 2020

Argentina, un país sin grandeza

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Por Claudio Chaves - Infobae.com




Todo es chiquito, menor, pequeño diminuto. No hay grandes ideas y menos proezas para emprender como comunidad nacional. Ciertamente las utopías macabras del siglo XX se hundieron en el fango de millones de muertos. Ninguna de ellas queda en pie. Los hombres nos las arreglamos como podemos. No se trata, entonces, de resucitar esos fracasos. 

La idea es hallar entre nosotros, como comunidad, un objetivo tan grande como realizable capaz de hacernos sentir titanes en esta medianía pavorosa en que nos hallamos sumergidos desde hace muchos años. La élite política argentina ha perdido el rumbo. Al menos así lo creo yo. Nada genial sale de sus cabezas. 

Queremos ser un país normal, se repite desde hace un tiempo. Es una frase poco feliz, quedantista, congelada. Por el contrario, debemos ser un país en serio, con ímpetu, con epopeyas, venturoso, con grandes planes. 

La Argentina está muy mal y de allí no se sale con la utopía de la mediocridad. Nos debemos un nuevo cruce de los Andes. Una proeza remozadora en honor a nuestra historia y a nosotros mismos. El cruce de los Andes en el siglo XXI es poner en orden en la patria, atravesada por la corrupción, la deshonestidad política, intelectual y social, la despreocupación de las responsabilidades individuales y sociales, la subalternizacion de las obligaciones sobre los derechos, la cobardía frente al caos social, el delito, el narcotráfico y los malvivientes y la indiferencia frente a la desigualdad, la desvalorización del mérito, la valoración del mal gusto y lo obsceno. La lista sería interminable.

Una nueva élite política sin compromisos con el establishment debe constituirse rápidamente. Que valore e imponga la honestidad, la decencia, el orden, la autoridad, el coraje y la responsabilidad. ¡Y que el pueblo le crea! El hambre y la pobreza al menos en la Argentina es consecuencia de la irresponsabilidad de la élite que nos ha gobernado los últimos años.

Sin embargo, no todo está perdido. En la Argentina ha surgido una novedosa utopía. Una arcadia o Ciudad de los Césares criolla: la utopía de la mediocridad, del chiquitaje, de lo menguado y de lo insignificante. Su fuerza irradiadora de potencia es la solidaridad regimentada desde el centro del Estado. Obligatoria. Inapelable. Pensada por un grupo de profesionales de la política que de tanto en tanto se reunían en un bar de la calle Callao, herederos putativos del Grupo Calafate, antecedente de Carta Abierta, por aquel misterio que aún no tiene respuesta: ¿se puede ser un poquito progre?

Dejando de lado la trascendente decisión del Presidente de la Nación de viajar a Israel, al parecer por sugerencia de Cristina Kirchner, el resto luce ramplón, enano y fundamentalmente contradictorio.

El Presidente formó parte de un gobierno que le cargó al Estado, entre empleados y jubilados sin aportes, la friolera de 4 millones de personas. Como ahora los números no cierran, los jubilados que aportaron deben sostener a los incorrectamente incorporados. No hay insolidaridad en la queja; el inconveniente es que lo hace un gobierno que ha tenido responsabilidad política en la corrupción más escandalosa de toda la historia nacional y que encima presiona moralmente para frenar los juicios en marcha. Carecen de autoridad moral por más que tengan los votos. Pagaron parte de la campaña electoral pasada con aportes provenientes de la droga. ¡No hay grandeza! Que los jubilados banquen a otros jubilados es una política tan menor que apena la implemente un gobierno argentino.

El ministro de Educación, Nicolás Trotta, presentó su primer proyecto educativo: la lectura obligatoria de 180 libros, uno por día. Además de que es técnicamente imposible de realizar, por lo tanto una mentira más, se trata en realidad de un negocio editorial. El grave problema argentino no son los niños escolarizados que ya vienen muy mal según los indican las pruebas PISA, sino los Ni, NI que no estudian ni trabajan y las más de las veces provienen de familias no constituidas. Según los entendidos suman un millón de jóvenes. ¿No tiene nada Trotta para ellos? Y eso que viene de conducir una universidad bajo control sindical. Me di cuenta de la trampa cuando leí que el historiador Felipe Pigna defendía el proyecto. Algo anda mal aquí, me dije. No hay grandeza.

En seguridad las cosas no están mejor. Hay un lío bárbaro. Se ve que viene todo improvisado. Claro, cuando las diferencias ideológicas son tan profundas y no hay una conducción categórica y reconocida, el gallinero se alborota. Pero la decisión más seria y contundente de este gobierno frente al delito ha sido la tomada por el poder político de Santa Fe.

¡Hay muchos muertos! Veinte, en veinte días. Demasiados. ¡Entonces vayamos a fondo! ¡Con todo! ¡Que los policías lleven una bala en la recámara! El esfuerzo intelectual para llegar a esta conclusión ha sido gigantesco especialmente en una coalición que hablaba previo a las elecciones de gatillo fácil, tiros por la espalda, que los agentes no lleven armas si no están de servicio. Para el Presidente y el kirche-peronismo, Chocobar es un delincuente.

¡Con estos candiles más vale andar a oscuras!

La ministra de Seguridad está en contra de la Ley de Derribo propuesta, en su momento por Sergio Massa, y aprobada por decreto presidencial de Mauricio Macri en 2016. La guerra al narcotráfico se hace o no se hace. Pero un poquito no sirve. Todo sin contundencia, sin valentía. A mitad de camino. Les queda la despenalización de la droga.

Hablaron de liberar presos. Al parecer no va a ser así. Hay que estar atentos. Para qué abundar, todo es chiquito, menguado, se trata de no hacer olas y seguir cobrando del Estado.

El Presidente va a enviar al Parlamento una ley que despenalizaría el aborto y al mismo tiempo sostendría a las madres que quieran tener la criatura, con dinero del Estado. ¿No es extraño que el progresismo apoye una ley de exterminio de inocentes y sea cobarde para perseguir delincuentes? No hay epopeya en estos actos.

Pero además: ¿hasta cuándo van a expoliar al Estado?

El gobernador Axel Kicillof impondrá por decreto en la Provincia de Buenos Aires el lenguaje inclusivo. ¡Flor de revolución! A falta de pan, que le den galletas.

Finalmente el problema más grave que padecemos los argentinos no es la deuda, los bonos o los intereses para decirlo de modo simple. El problema es la falta de autoridad de la élite política incapaz de sanear la crisis moral que atravesamos. No hay esperanzas ni salida para la Argentina en tanto sea expoliada por una camarilla de políticos al servicio del statu quo.

El autor es profesor de Historia y licenciado en Gestión Educativa. Director de Escuela Secundaria de Adultos. Autor de “El Perón liberal”, “El retroprogresismo”, “Un liberalismo criollo de Perón a Menem” y “La gestión escolar en tiempos de libertad”.

miércoles, 15 de enero de 2020

Más ensamblado, menos integración

Por Felipe Frydman - Infobae.com

La Resolución 1 del Ministerio de Desarrollo Productivo que amplía el número de posiciones que requerirán de Licencias No Automáticas para su importación tiene el propósito de restringir la competencia externa en sectores industriales para promover el empleo. Entre estos sectores, considerados sensibles, se encuentran electrodomésticos, motos, textiles y productos de la industria maderera.

Esos rubros fueron afectados por la caída de la demanda doméstica y un aumento de las importaciones. El empresario textil Teddy Karagozian al igual que Cherñajovsky, del sector electrodoméstico, fueron críticos de la gestión anterior. Karagozian, que cerró cuatro de sus diez plantas distribuidas por el país, expresó que el gobierno de Macri se dedicó a asesinar empresas mientras que Cherñajovsy de la firma Newsan instalada en Tierra del Fuego y solo una planta en Avellaneda prometió la reapertura para la producción de lavarropas. El tercer rubro enfrenta un conflicto por el cierre de dos plantas de la empresa Zanella ubicadas en Mar del Plata y Cruz del Eje.

La Resolución 1 caracteriza una política industrial destinada a proteger el ensamblado de productos de consumo con partes y componentes importados y algún porcentaje de integración nacional. La industria manufacturera a nivel mundial siguió un proceso similar de integración horizontal para aprovechar las ventajas comparativas en cada país, y eso explica el traslado hacia las regiones asiáticas en desarrollo de las empresas de Estados Unidos, Japón y Europa.

El régimen de Tierra del Fuego tiene características similares al facilitar la importación de partes y componentes que luego son ensamblados y terminados en la Isla. La diferencia con las experiencias en otros países reside en el destino de la producción. Los países asiáticos facilitaron la instalación de plantas ensambladoras mediante exenciones impositivas o mano de obra barata con la condición de que la producción fuera destinada a la exportación y no al mercado interno. El ingreso al mercado interno requería el pago de aranceles para nivelar las condiciones vigentes en las zonas francas.

Brasil siempre exhibió la zona franca de Manaos como un ejemplo de desarrollo industrial. Si bien en un comienzo las empresas tuvieron beneficios extraordinarios, el Gobierno implementó una política para exigir una mayor integración vertical a través del desarrollo de proveedores. La integración vertical siempre figuró en los planes de cada Ministro de Producción argentino con suerte adversa por las presiones políticas y por el creciente avance tecnológico que terminaba por impedir la aparición de fabricantes nacionales. El tamaño de mercado también representa una barrera para la fabricación de partes y componentes a precios competitivos sumados a la inestabilidad del tipo de cambio e impuestos que castigan la producción.

El proceso asiático alienta el desarrollo de proveedores porque la producción está orientada al mercado internacional. Después de alcanzar una determinada escala, las plantas ensambladoras requieren la proximidad de los fabricantes para asegurar la continuidad de la producción. La producción de motos o ciclomotores en la Argentina tiene una integración del 5% haciendo indiferente el producto nacional del importado.

El ensamblado permitirá mejorar las estadísticas de la producción industrial como sucediera en el período 2003-2015 porque mostrará mayores cantidades de productos finales basados en la importación de partes. El régimen, sin un programa de sustitución de importaciones o plazos perentorios, representa un subsidio de los consumidores al empleo y ganancias de empresarios sin riesgos en la inversión.

La provincia de Buenos Aires ha sido la principal perjudicada por la existencia de las zonas de promoción promoviendo el desplazamiento de las fábricas hacia otras regiones. Si se aceptara que la pobreza en el Gran Buenos Aires constituye la principal preocupación, habría que terminar con los regímenes especiales o en su defecto concluir con la discriminación y otorgarle a esta provincia las mismas facilidades para lograr un aumento genuino del empleo.

El autor es Licenciado en Economía Política (UBA), Master in Economics (University of Boston) y fue embajador argentino en Tailandia. Es Miembro Consultor del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI)
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