Por Carolina Contreras/Diálogo - El Antártica 1 podrá desarrollar ciencia a nivel mundial, dar soporte logístico a bases nacionales e internacionales y realizar labores de búsqueda y rescate.
El astillero Astilleros y Maestranza de la Armada de Chile construirá el buque rompehielos, el Antártica 1, a partir del tercer trimestre de 2017. (Foto: ASMAR de la Armada de Chile).
La industria naval en Latinoamérica tiene un nuevo protagonista. La Armada de Chile construirá su primer buque rompehielos, el Antártica 1. Con una inversión total estimada en US$ 315 millones, el próximo mes de septiembre concluirá el diseño de la ingeniería básica y durante el tercer trimestre del año la empresa Astilleros y Maestranza de la Armada (ASMAR) iniciará la etapa de fabricación en su planta de Talcahuano, ubicada a 505 kilómetros de Santiago.
“Será el primer astillero de América Latina en construir este tipo de unidades, incorporando nueva tecnología y mejores procesos”, dijo a Diálogo Alejandro König, gerente de Construcción Naval de ASMAR Talcahuano. Según el cronograma, el buque polar tendrá una vida útil de 30 años y deberá estar operativo para la temporada de la Campaña Antártica Nacional, de 2022 a 2023.
El Antártica 1 será un buque con características modernas que permitirá a Chile proyectar su presencia en el continente blanco, para apoyar el desarrollo de ciencia a nivel mundial, dar soporte logístico a las bases nacionales e internacionales y brindar las capacidades necesarias para cumplir con los requerimientos de labores de búsqueda y rescate. “La ciencia que se realiza en la península antártica seguirá consolidándose”, dijo a Diálogo José Retamales, director del Instituto Antártico Chileno (INACh). “Se podrán realizar estudios de oceanografía física, química y biología, con espacios dedicados para el uso específico de los científicos”, agregó.
Génesis del proyecto
El proyecto Antártica 1 surgió en 2011, cuando ya era evidente que el buque rompehielos AP-46 Almirante Óscar Viel terminaba su ciclo de vida y era necesario pensar en su reemplazo. La Dirección de Programas, Investigación y Desarrollo de la Armada y el departamento de Proyectos de Construcción Naval de ASMAR recogieron de manera conjunta los requerimientos de las diferentes entidades protagonistas del trabajo antártico nacional: el INACh, el Ejército, la Fuerza Aérea y, en especial, la Armada de Chile.
La ceremonia simbólica de corte de plancha tuvo lugar el 9 de mayo, en las instalaciones de ASMAR Talcahuano, para marcar el inicio oficial del proyecto. “Va a situar al país a la vanguardia de la protección y proyección al continente antártico y su área circundante”, dijo la presidente de Chile Michelle Bachelet en el acto solemne, donde estuvo acompañada por el Almirante Enrique Larragaña, comandante en jefe de la Armada de Chile, y el ministro de Defensa José Antonio Gómez.
Capacidades técnicas y operativas
El Antártica 1 será un rompehielos de clase Ice Class (PC5), cuya ingeniería básica está en manos de la empresa canadiense Vard Marine. Tendrá 111 metros de eslora, 21 metros de manga y siete metros de calado. Podrá navegar a una velocidad constante de dos nudos en hielos de hasta un metro de espesor, cubierto con 30 centímetros de nieve. En condiciones normales de clima tendrá una velocidad máxima de 15 nudos.
La presidenta de Chile Michelle Bachelet, junto a altos mando de la Armada de Chile y autoridades civiles, encabezó la ceremonia del corte de plancha simbólico que oficializó la construcción del Antártica 1, el 9 de mayo. (Foto: ASMAR de la Armada de Chile).
Gracias a su casco podrá operar en ambientes de extremo frío, a menos 30 grados Celsius. Tendrá además una autonomía de 60 días sin reabastecerse, con una capacidad para 120 personas y podrá operar 250 días al año, a diferencia del AP-46 Almirante Óscar Viel, que sólo puede hacerlo durante los meses de verano.
En la actualidad, Chile cuenta con cuatro instalaciones que operan todo el año en ese continente, más ocho bases de verano y siete refugios repartidos por el archipiélago de las islas Shetland del Sur y la península antártica. Tanto las bases chilenas como las de otros países tendrán el apoyo logístico del nuevo buque. Para ello, el Antártica 1 contará con la capacidad para transportar hasta 910 metros cúbicos de carga y 400 metros cúbicos de combustible.
Además, tendrá una cubierta de vuelo y un hangar para dos helicópteros de transporte. También dispondrá de grúas de carga, cabrestantes y pescantes, mientras que en la popa podrán montarse equipos científicos de diez toneladas más un brazo mecánico de diez metros.
“El Antártica 1 tendrá mayores capacidades para apoyar el desarrollo de ciencia de alto nivel a bordo, lo que permitirá romper la estacionalidad del trabajo científico, acceder a datos en tiempo real y analizar los resultados obtenidos durante la navegación”, destacó Retamales. “Contará con modernos equipos hidro-acústicos, tales como ecosondas, sonares, perfilador de fondo, perfilador de corrientes y posicionador acústico de alta precisión. Estará además provisto de laboratorios microbiológicos, macrobiológicos y químicos; y de medios para la recolección, almacenamiento y conservación de muestras del mar y del fondo marino, con la capacidad de modernas y amplias cámaras frigoríficas” agregó.
“También estará preparado para desarrollar labores de búsqueda y rescate ante eventuales siniestros marítimos, aéreos o terrestres en el continente antártico, con el apoyo de helicópteros embarcados, botes de rescate, y una enfermería con capacidades quirúrgicas”, dijo König. “Responderá con altos estándares de seguridad para resguardar la vida humana en el mar como establece el Código Polar, así como también velará por las normas medioambientales referidas al tratamiento de aguas, emisiones de gases y tratamiento de residuos”.
Aporte regional
La planta de ASMAR Talcahuano, la misma destruida por el terremoto de febrero de 2010, está remodelada por completo para sacar adelante el mayor desafío de construcción de la Armada chilena. Las capacidades de los procesos productivos de la planta fueron ampliadas y mejoradas, al igual que fue actualizada la capacitación y entrenamiento del personal.
Construir una embarcación de esta envergadura significará un beneficio para la zona donde se ubica ASMAR, ya que más de un tercio del proyecto será realizado con mano de obra local, para generar 480 puestos de trabajo durante los próximos cinco años. Cuando el Antártica 1 esté listo, está previsto a ser la llave que abra el interés internacional para fabricar navíos de esta envergadura y mayores. “El hecho de modernizar nuestras capacidades técnicas y productivas nos mantendrá a la vanguardia en la construcción naval”, finalizó König.