Por Alejandro Borensztein (Cronista.com) - El escritor recopila varias de sus columnas publicadas en el diario Clarín. A través de Balcarce, el perro de Cambiemos, narra con humor la realidad argentina en un mundo que cruje con episodios políticos impensados como la asunción de Trump o el Brexit.
(...) Fui, soy y seré un ferviente defensor del Estado de Derecho y de la democracia. En política no hay valor más importante. De hecho me pasé los últimos años tratando de que la plural y armoniosa sinfonía republicana no sea destrozada por la filarmónica kirchnerista.
Sin embargo, hay algo en el sistema que no estaría funcionando del todo bien. Veamos.
Los colombianos acaban de votar en contra de la paz, los ingleses votaron en contra de la integración con Europa y millones de americanos van a votar por un muñeco que aspira a habitar la Casa Blanca cuando en realidad es el mejor candidato para entrar a la casa de Gran Hermano. Los encuestadores dicen que no puede ganar. Lo mismo decían en Gran Bretaña y Colombia.
A eso, sumale que los españoles andan votando cada cinco minutos y sin embargo hace un año que no pueden formar gobierno. Los austríacos anularon sus elecciones porque los nazis perdieron sólo por el 1% y les van a dar otra oportunidad, y en Berlín acaba de ganar la extrema derecha.
¿Y por casa? Vale la pena saber que el mandatario más votado de nuestro país es Gildo Insfrán, seis veces consecutivas gobernador de Formosa. Un éxito. Sobre todo teniendo en cuenta que el tipo está denunciado, entre otras cosas, por moler a palos a los aborígenes, por tener armado un régimen autoritario y corrupto, y por asociarse con Boudou para hacer un choreo con Old Fund (los de Ciccone). Para colmo esta semana agarraron a su sobrina con un acoplado cargado con 2500 kilos de marihuana para uso personal.
Hay mil ejemplos más, pero en pleno ejercicio de mi libertad de expresión y de mi condición de ciudadano respetuoso de la Constitución me permito concluir, de la manera más educada y cuidadosa posible, lo siguiente: la gente está votando como el orto.
En Colombia se firmó un acuerdo de paz entre un gobierno constitucional y el elenco de Scarface. Asistieron todos los presidentes latinoamericanos y los vistieron íntegramente de blanco como si fuera una boda en la playas de Ipanema, pero sin pétalos (Macri estaba precioso).
Después del show, y con los hechos consumados, le preguntaron al pueblo colombiano si estaba de acuerdo. ¿Para qué???!!! No hay que preguntarles nada y mucho menos darles a elegir entre si o no porque suele ganar el no. Los pueblos tienen bronca y cuando les das la oportunidad la expresan. No dicen no. Dicen ¡¡¡NOOOOOOO!!!
La excepción fue Alfonsín. En 1984 convocó a un plebiscito sobre el acuerdo de paz con Chile firmado tras la mediación papal que esencialmente le daba la razón a los chilenos. Ganó el SÍ con el 82% de los votos. Pero era Alfonsín. Sabía lo que hacía. No lo podemos comparar con los otros inútiles.
En 1990, el gobernador Cafiero le preguntó al pueblo bonaerense si querían reformar la Constitución Provincial. Respuesta: ¡¡¡NOOO!!! Aclaremos que todas las reformas constitucionales son convocadas por el gobernante de turno bajo múltiples pretextos con la única razón de habilitar las reelecciones porque el tipo se quiere quedar para siempre.
Lo mismo intentó el gobernador Rovira de Misiones en 2006, apoyado públicamente por el presidente de entonces, el Compañero CCK. Pero se les plantó el obispo Joaquín Piña con el apoyo de Bergoglio y la respuesta del pueblo fue ¡¡¡NOOO!!! De ahí viene el odio del kirchnerismo con Bergoglio. Odio que en 2013 se les pasó milagrosamente de un día para el otro.
A Pinochet en 1988 y a Chávez en 2007 también se les ocurrió preguntar pavadas por si o por no. ¿Respuesta para ambos demócratas? ¡¡¡NOOO!!!
Los uruguayos, en 1989 lanzaron un plebiscito para consultarle al pueblo si querían derogar la ley de caducidad que impedía juzgar a los militares de la dictadura. Respuesta: ¡¡¡NOOOO!!!
Lo raro del caso uruguayo es que 20 años después volvieron a convocar a una nueva consulta por el mismo tema. Respuesta del pueblo: ¡¡¡NOOO!!! O sea, "ya te dije que NO, ¿cuantas veces más te lo tengo que decir?"
Los griegos en la crisis de 2015 también gritaron ¡¡¡NOOO!!! y a Evo Morales le acaban de decir ¡¡¡NOOO!!! en su plebiscito reeleccionario de 2016.
Los escoceses, que se pasaron 300 años tratando de zafar del Reino Unido, en 2014 convocaron a un plebiscito para preguntarle al pueblo si realmente quería la independencia o no. Respuesta insólita: ¡¡¡NOOOO!!! Ahora los de la gaita se quieren matar por seguir siendo parte del Reino Unido ya que, ante el triunfo del Brexit, van a tener que levantarse las polleras y meterse las botellas de whisky en el upite porque les van a aplicar aranceles para exportarlas a Europa.
¿¿Quieren un ejemplo más contundente?? Hace unos meses se hizo un referéndum en Suiza consultando si querían que el Estado les pagara 2500 dólares por mes a cada suizo como renta de por vida. Y ganó... el ¡¡¡NOOOO!!! Por el 76% de los votos. Matate!!!
Todo esto pasa por andar preguntando cosas que no se preguntan. Se hacen y chau.
Como Putin, que fue mucho más vivo. Nada de plebiscito, mandó los tanques e independizó Crimea de Ucrania en un fin de semana. Que después el lunes a la mañana Rusia se lo haya anexado, es otro tema.
Lo mismo Larreta, que ni piensa llamar a plebiscito para preguntarles a los porteños si están de acuerdo en vender espacios verdes porque sabe que ganaría el ¡¡¡NOOOO!!! por el 99% (el 1% restante son los cuatro vivos que se quieren quedar con los terrenos para hacer torres)
A propósito, el Gobierno de la Ciudad ya reculó con la venta del Campo de Polo. Gran triunfo aliado. Pero todavía queda mucho territorio verde por defender. Habrá que reforzar la Línea Maginot para frenar el avance de las fuerzas del eje Larreta/Santilli. Eventualmente, preparar la flota para un desembarco masivo en las costas del Tiro Federal porque eso ya está muy avanzado.
En fin, somos un país difícil. Según las encuestas, ante la consulta sobre si el Estado debe pagarle 2500 palos a la AFA por los derechos de transmisión de fútbol, el 75% de los argentinos dice ¡¡¡NOOO!!!
Pero si a ese mismo 75% le preguntas si está dispuesto a pagar para ver los partidos por televisión también diría ¡¡¡NOOO!!!
Imaginemos un plebiscito entre los empresarios argentinos:
1. ¿Quieren seguir siendo un país pobre con gobiernos autoritarios y berretas? Respuesta: ¡¡¡NOOOO!!!
2. ¿Están dispuestos a apostar al futuro del país metiendo la mano en el bolsillo e invirtiendo ahora mismo? Respuesta: ¡¡¡NOOO!!!
Reflexión para el Compañero Mauri: olvidate macho, pensate otro plan porque estos ñatos no van a poner un sope. (...).
Heredero
Alejandro Borensztein nació en 1958, en Buenos Aires. Es arquitecto graduado en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo el título de Master of Sciences in Architecture (Universidad de Columbia). En 1988, se inició como guionista y productor de los programas de su padre Tato Bores. Junto con su hermano Sebastián fundó, en 2000, BBTV, compañía productora que realizó programas para canales de Argentina y varias señales del mundo. Éste es su séptimo libro.
El autor, la tiene clara...otros juegan al paddle.