Es oficial: la nave de combate litoral de la Marina de los Estados Unidos es un completo fracaso

Por David Axe - The National Interest - Readucción Desarrollo y Defensa

Aquí vienen las fragatas.

Se suponía que la nave de combate litoral de la Marina de los EE. UU. Era barata, rápida, flexible y fácil de construir. Pero después de gastar $ 30 mil millones en un período de alrededor de dos décadas, la Marina de los Estados Unidos ha logrado adquirir solo 35 de los buques de desplazamiento de 3.000 toneladas.

Dieciséis estaban en servicio a finales de 2018. De esos 16, cuatro son barcos de prueba. Seis son barcos de entrenamiento. En 2019 solo seis LCS, en teoría, son desplegables.

Si bien ese número debería aumentar a medida que los buques restantes de la clase finalmente se ponen en servicio, la baja tasa de preparación del LCS pone en duda la sensatez de la inversión de la Marina en el tipo.

De hecho, la Marina en 2018 no desplegó un solo LCS, informó USNI News . "Se suponía que el servicio impulsaría tres naves en el año fiscal 2018, después de una revisión en 2016 de las construcciones de puertos, comando y control y manejo de LCS".

"Sin embargo, USNI News informó por primera vez en abril de 2018 que no se desplegarían LCS en [año fiscal] de 2018. Desde entonces, la Armada no había hablado públicamente sobre el progreso realizado para prepararse para desplegar sus primeras LCS desde que se enviaron un contrato de compra en bloque Comencé a entregar a la flota aproximadamente a las cuatro al año ".

Los oficiales de la Marina a principios de 2019 afirmaron que al menos tres LCS se desplegarían antes del final del año fiscal actual en septiembre de 2019. "Estamos implementando LCS este año, y está sucediendo", dijo el comandante del Vicealmirante de las Fuerzas de la Superficie Naval, Richard Brown, a los periodistas. “Dos barcos van en la costa oeste; un barco se dirige a la costa este, seguido poco después a principios del '20. Y eso marca el despliegue de LCS; siempre habrá LCS implementado en el futuro ahora, tal como diseñamos el programa ".

Brown dijo que los USS Montgomery y USS Gabrielle Giffords de LCS se desplegarían desde San Diego hasta el Pacífico Occidental, mientras que los USS Detroit se desplegarían desde Florida. El USS Little Rock a principios de 2020 también se desplegaría desde Florida.

El Comando Sur de los Estados Unidos en febrero de 2019 anunció que Detroit llevaría a cabo operaciones antidrogas. "Esperamos tener una nave de combate litoral este año, y eso será un gran beneficio para nuestro programa de ejercicios para nuestro compromiso con los socios y por la flexibilidad que trae para la interdicción antinarcóticos", dijo el comandante de SOUTHCOM, el almirante Craig Faller.

Cuando la Armada en la década de 1990 comenzó a dar forma al programa LCS, la idea era que los barcos fueran "camiones" pequeños, rápidos, poco tripulados y ligeros, en los que la rama de navegación pudiera conectar una amplia gama de "módulos" que transportaban equipo para misiones específicas que incluyen guerra de superficie, guerra antisubmarina y mantenimiento de minas.

 

En un intento por acelerar la producción de hasta 55 LCS, la Marina seleccionó dos astilleros, la instalación de Lockheed Martin en Wisconsin y un astillero de Austal en Alabama, cada uno para construir su propia variante de la clase. "Complicaciones y Costos Grandes".

"El programa de buques de combate litorales ha sido innecesariamente complicado desde el principio", explicó el Proyecto sobre supervisión del gobierno en 2016. "Inicialmente, la Marina pretendía que cada barco costara $ 220 millones, pero la Oficina de Responsabilidad del Gobierno estima los costos de adquisición para los primeros 32 barcos actualmente es de aproximadamente $ 21 mil millones, o aproximadamente $ 655 millones por barco, casi el triple de lo que se suponía que costaría ".

"Los tres paquetes de misiones del programa, según el último informe de adquisición selecta, agregan alrededor de $ 7.6 mil millones".

En la década y media desde que el programa se vendió por primera vez al Congreso, el LCS ya se ha visto obligado a realizar múltiples cambios importantes en el programa, inicialmente impulsados ​​por grandes sobrecostos, la falta de supervivencia en el combate y la letalidad descubierta durante las pruebas operativas y los despliegues. paralizar las fallas técnicas y programar retrasos en cada uno de los tres módulos de la misión.

Ahora la Marina ha anunciado que está abandonando los dos conceptos fundamentales detrás del programa: una nave de múltiples misiones con módulos de misión intercambiables y una forma radicalmente nueva de gestionarlo. En su lugar, cada casco LCS tendrá una sola misión y un equipo significativamente más grande asignado a un único conjunto de habilidades primarias.

A la Marina le llevó casi dos décadas darse cuenta de que el programa LCS había fallado. La rama de Navegación en 2014 redujo la adquisición de LCS de 55 barcos a 32. El Congreso eventualmente agregó tres barcos, aumentando la clase a 35 barcos.

En lugar de los 20 LCS cancelados, la Marina planea comprar 20 nuevas fragatas misilisticas. El servicio en 2019 solicitó al Congreso aproximadamente $ 1 mil millones para el primer barco de la nueva clase.

En contraste con el LCS en su forma original, la nueva fragata será una embarcación convencional con una gran tripulación y sistemas cableados.

La Armada seguramente espera que la nueva embarcación sea más desplegable de lo que la LCS ha demostrado ser. Un buque de guerra que no puede salir de puerto difícilmente califica como un buque de guerra.