En la planta de Fadea todavía quedan 250 suspendidos; tras los despidos y retiros voluntarios, el plantel quedó en 950 personas Fuente: Archivo
CORDOBA.- Desde la Fábrica Militar de Aviones Brigadier San Martín (Fadea) aseguran que el plan de reestructuración "terminó". Todavía quedan 250 suspendidos y el plantel, con los últimos despidos y retiros voluntarios quedó en unas 950 personas. Respecto del programa de producción, siguen las promesas de que vendrán tiempos mejores. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, confirmó a LA NACION que "en breve" habrá novedades "de un proyecto de integración con otro país" para el Pampa.
Sostuvo que es otra posibilidad por fuera de las negociaciones, que siguen, con la sudafricana Paramount Group, que propone asociarse y aportar la aviónica que fabrican, y la alemana Grob, que apunta a importar partes desde Córdoba y armar en su planta el avión, que no se llamaría Pampa.
La empresa -que lleva años siendo deficitaria, aunque haya bajado el rojo en los últimos- podría quedar en el centro del debate si, en la coyuntura de negociaciones con el FMI , se busca profundizar el recorte de gastos.
Gabriel Morselli, secretario de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (Apta) en Córdoba, admiten que esperaban "un cambio sustancial" pero que a poco más de dos años del cambio de conducción todo sigue igual: "Estamos sobre lo mismo, en una situación de estancamiento y dando vueltas; no hay inversiones para cambiar el tema sino para pagar retiros. Los profesionales aeronáuticos están cada vez más desplazados".
En Fadea, además, están la Asociación de Personal Aeronaútico (APA) y STA, un gremio que un grupo de trabajadores organizó y al que el resto califica como de "creado por La Cámpora" en referencia a que nació cuando la agrupación kirchnerista controlaba la empresa. Apta fue, históricamente, el denunciante de los desmanejos en la fábrica.
Este año la empresa despidió 68 empleados, que se sumaron a los 350 que se fueron desde inicios de 2016 y, en febrero, suspendió a 550 operarios, de los que ya regresaron 300. El objetivo es llegar al año que viene con déficit cero; en éste el Tesoro le girará unos $180 millones. Fadea realizó dos presentaciones de procedimientos de crisis en el Ministerio de Trabajo de Córdoba para poder instrumentar medidas de achicamiento de personal.
Desde Apta entienden que el Pampa no puede seguir siendo la apuesta de la fábrica. "Hay que pensar en otras cosas", definen y señalan que "la revolución de los aviones" que pregona el Gobierno "debería tener un punto de contacto" con Fadea.
Aguad, en cambio, sostiene que el avión -para entrenamiento- "sigue siendo competitivo pero hubo una muy mala política comercial; hay que salir a venderlo. Nadie golpeará la puerta para comprarlo". Además, indica que "artillado" es una unidad útil para control de fronteras y que tendría mercado en Latinoamérica y en Sudáfrica.
El Gobierno -que ya giró los recursos para que la fábrica termine tres Pampas este año- artillará los que hay en vuelo para emplearlos para el control de la frontera norte como "apoyo logístico a fuerzas de seguridad", según dijo Aguad.
En un punto hay coincidencia entre gremio, Defensa y la conducción de la empresa:la actual estructura es muy costosa para fabricar dos o tres aviones al año. "No alcanza para ser un centro de producción tecnológica aeronáutica que es lo que pretendemos. Esa es la obsesión", grafica Aguad.
La producción de piezas para Embraer es escasa; están modernizándose dos Hércules (uno, próximo a la entrega) y un P3; además se repotencian los tres Pampas.
"No hay plazos pero esa fábrica tiene que dejar de dar pérdidas; logramos equilibrar Tandanor y avanzamos con Fabricaciones Militares; también Fadea tiene que funcionar bien -continúa Aguad- El país tiene tres emprendimientos tecnológicos, Invap, Arsat y la fábrica; el caso más complicado parece el cordobés".
Hasta el momento tampoco dieron frutos las negociaciones para convertir las instalaciones en taller de las nuevas empresas que operan; una posibilidad es arreglar trenes delanteros de aviones pero no hay nada cerrado.
En ese contexto, la diputada nacional kirchnerista Gabriela Estévez impulsó un proyecto para declarar la emergencia laboral de Fadea que garantiza la "protección de los puestos de trabajo" y establece la prohibición por 24 meses de despedir o suspender sin justa causa de cualquier empleado.
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