Esto esta favorecido por la desactivación de los helicópteros de ataque AH-1W Super Cobra del United States Marine Corps, clasificados como EDA (Excess Defense Articles) y su posterior oferta en el mercado internacional lo que ha aumentado el interés brasileño en esa aeronave.
La cantidad disponible de ejemplares, sube a 26 unidades de la versión Plus + (la más reciente), de los cuales la mitad de los aparatos serían para la Aviación del Ejército y la otra mitad para la Aviación Naval.
Los Super Cobra podrían ser recibidos directamente de los stocks, después de ser puestos en condiciones de vuelo, pero la compra está condicionada a un calendario de entregas que prevé la modernización de la aviónica en territorio estadounidense, los trabajos que se realizaron en la ciudad de Santo Antonio (Texas).
La posibilidad de adquirir esta capacidad en condiciones EDA ventajosas financieramente es considerada estratégica, ya que las Fuerzas de reacción rápida y la aviación del Ejército pasan a contar con una inédita capacidad de ataque en misiones de asalto helitransportado, incrementando
su poder de fuego.
La posesión de 12 AH-1W Super Cobras embarcados en el portahelicópteros P140 Atlántico lo que conferiría a la Marina de Brasil y al Cuerpo de Infantería de Marina una capacidad expedicionaria, permitiendo una eficaz protección en la cabeza de playa durante un asalto anfibio, repitiendo la fórmula empleada por los británicos con sus Apache AH-64.
La oferta incluyen acceso a armamentos como cohetes de 70 mm guiados por láser del tipo Guided Advanced Tactical Rocket - Laser (GATR-L), considerados necesarios para escenarios como la selva
o en un asalto anfibio.
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