(Diario La Nación) - La recuperación de EE.UU. y la UE no logra compensar la caída de Brasil, China y la India; el crecimiento será menor
WASHINGTON.- El mundo
emergente ya no es la locomotora que tiró del mundo cuando las economías
de las potencias comenzaron a colapsar, en el crac de 2008.
Según las estimaciones del organismo, el PBI mundial crecerá este año un 2,9%, tres décimas menos de lo esperado en julio pasado. En 2014, el crecimiento será del 3,6%, frente al 3,8% que había estimado antes.
Si bien son indicadores de crecimiento positivos no son lo suficientemente sólidos como para alimentar el optimismo global.
En medio de la incertidumbre y debido a una caída de los precios de las materias primas, el crecimiento de América latina será del 2,7% -tres décimas menos de lo previsto y uno de los más bajos de la última década-, pero repuntará en 2014 con el 3,1%.
Además de la debilidad de las economías emergentes, el FMI señaló a la alta tasa de desempleo en Europa y la inquietud sobre el impacto de la política monetaria norteamericana como los principales inhibidores del crecimiento.
Para el organismo, la India, México, Rusia, China y Brasil se verán afectados. En total, los países emergentes crecerán un 4,5% este año, medio punto menos de lo anticipado en julio, y un 5,1% el año próximo.
Eso podría plantear riesgos para las economías emergentes, cuyo "crecimiento bajó en muchos casos más de lo que habíamos previsto", indicó Olivier Blanchard, jefe del FMI.
La India, uno de los Brics con mayores problemas, sufrió un golpe: el FMI anunció que crecerá casi dos puntos menos de lo previsto este año.
Aunque para este año el fondo mantuvo su previsión de crecimiento para Brasil, la mayor economía de la región, en 2,5%, redujo de 3,2% a 2,5% el pronóstico para 2014. Éste es uno de los mayores recortes dentro de los países emergentes.
Mientras China se achica, la eurozona comienza a ver la luz al final del túnel, aunque el crecimiento permanece raquítico (se contraerá 0,4%) y persisten viejos problemas, como la fragmentación del sistema financiero.
En este contexto de recuperación de las potencias, Estados Unidos da muestras de una renovada fortaleza e impulsa la recomposición económica, aunque el FMI advirtió sobre las consecuencias que podría tener para la economía mundial si continúa la parálisis administrativa.
Desde hace una semana, el Estado federal norteamericano se encuentra parcialmente paralizado porque demócratas y republicanos no logran ponerse de acuerdo en el Congreso para aprobar el presupuesto del año que viene. Estados Unidos tiene hasta el 17 de octubre para que los legisladores autoricen más emisión de deuda; si no podría entrar en default por primera vez en su historia.
"Si hubiese algún problema en poder quitar el tope de la deuda, podría muy bien suceder que lo que ahora es recuperación se convertiría en una recesión o aún peor", alertó Blanchard. Las "enormes consecuencias" de este problema, insistió, serían extensas. No sólo "descarrilaría la recuperación de la economía de Estados Unidos", de la que tantos países dependen directa o indirectamente, sino que tendría "trastornos potencialmente importantísimos" en los mercados de todo el mundo.
La India: sufrió el mayor freno entre los Brics: este año crecerá 3,8 por ciento, dos puntos menos de lo previsto; para frenar la desaceleración, el gobierno impulsa varios proyectos inmobiliarios en Nueva Delhi.
Agencias AP, AFP, EFE y DPA
Del editor: cómo sigue.
La recuperación global parece ser más lenta y sinuosa de lo que se pensó. La razón tal vez sea que el mundo no volverá a crecer como en la primera década del siglo.
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