martes, 15 de octubre de 2013

Raspando’ la tarjeta: venezolanos vienen a Argentina para comprar dólares con sus plásticos

Por MARIANO GORODISCH - Cronista.com
La lechuga verde, como se llama en la jerga al dólar paralelo en Venezuela, vale casi ocho veces más que el oficial. Acá hay sitios donde pueden pasar la tarjeta para hacer compras ficticias por u$s 2.500 y recibir billetes a cambio de una comisión del 24%. Muchos viajan con plásticos de terceros, que para tener cupo de compra de dólares adquieren un pasaje que luego se cancela 
 
http://economia.com.ve/wp-content/uploads/2012/09/economia-dolares-cuentas.jpgTodavía tenemos mucho que aprender de los venezolanos: ellos tienen un dólar oficial que cotiza a 6,30 bolívares y un paralelo a 47. O sea, casi ocho veces más, así que se conocen todos los trucos habidos y por haber”, cuenta un arbolito de la zona de de la plaza San Martín.

En la jerga venezolana se denomina “raspar la tarjeta” cuando se la pasa en puntos de venta de negocios en el extranjero que no piden identificación al portador, al que le entregan dinero en efectivo a cambio de una comisión del 24%.

Por ejemplo, para viajar a la Argentina, los venezolanos disponen para gastar con tarjeta de crédito de un cupo de u$s 1.000 en una duración de uno a tres días, de u$s 2.000 de cuatro a siete días, y de u$s 2.500 de ocho días en adelante. Pero no los gastan, sino que se pasan la dirección de una agencia del microcentro donde se encargan de hacerles compras fantasmas de paquetes turísticos por esa cifra.

Les cobran una comisión del 19% más u$s 50 de gastos por cada u$s 1.000. O sea, en total les cuesta el 24%, pero allá los pueden revender a casi ocho veces más, con lo cual la cuota termina siendo insignificante.
Pero hay otro negocio latente para el que viaja: llegan a traer hasta 20 tarjetas de crédito de amigos, familiares y conocidos (se suele cobrar un 10% por el servicio), que previamente compran un pasaje de avión para ser autorizados por la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) a gastar con plástico.

Como no viajan, van a la aerolínea y devuelven el pasaje, y las aéreas están obligadas a reembolsar el dinero. El problema es para las compañías, que llegan a tener vuelos con más de 30% de pasajeros no show (ausentes), que compran los boletos para presentarlos y tramitar su cupo de dólares asignado por el gobierno para viajeros.

La desesperación de los venezolanos por conseguir billetes verdes agotó la venta de pasajes, al punto que hay aéreas que tienen todos los vuelos llenos para el extranjero hasta el año que viene. Aunque, en rigor de verdad, pueden sobrevenderlos, porque saben que luego el 30% se dará de baja.

“Teníamos que viajar a Venezuela y nos fue imposible conseguir pasaje: estaba todo sobrevendido”, revela la directora de Recursos Humanos de una multinacional, donde una venezolana que trabaja allí le explicó que es, justamente, por la cantidad de compatriotas que vienen a conseguir dólares con los plásticos de otros.

El turismo cambiario bolivariano no sólo se da con la Argentina. Se disparó la demanda de pasajes a destinos como Perú, Ecuador y Cuba. Un ticket de avión de Caracas a Lima cuesta hoy casi ocho veces más que a principios de año. Y eso si uno tiene la suerte de conseguirlo: los boletos están agotados para los próximos cinco meses. En el primer semestre del año aterrizaron en Perú más del doble de venezolanos que en el mismo período del 2012.

En todos los países limítrofes y aledaños el mercado se adaptó rápidamente a la demanda, con tiendas donde los venezolanos pueden realizar compras ficticias y recibir el efectivo a cambio de una comisión de hasta un 20%. De este modo, muchos viajeros están reservando pasajes para la Semana Santa del 2014. No es para menos: en el 2012 las autoridades vendieron un récord de unos u$s 3.000 millones baratos para viajes al extranjero.

Negocio redondo: como pueden comprar con tarjeta hasta un cupo de u$s 3.000 anuales a precio oficial (esperemos que la AFIP no tome esta idea), con la comisión del 20% y todo gastan 25.000 bolívares para obtener los verdes billetes, que luego pueden revender a 135.000 bolívares. O sea, se ganan 110.000 bolívares, el equivalente a u$s 2.500 si se toma en cuenta la cotización del mercado negro. Más los extras por cada tarjeta de otro que se llevan. Varios se van con 20 tarjetas de familiares y amigos, por las que cobran el 10% por el servicio. Por lo tanto, en total pueden sacar u$s 50.000 y llevarse una comisión de u$s 5.000.

1 comentario:

  1. pues llevo 3 dias aqui en argentina y se me ha hecho imposible raspar mi tarjeta fui a uruguay la colonia y fue peor sali casi que regañando de alla xq nadie raspa la tarjeta lo unico q pude hacer en la colonia fue sacar 200 dolares del cajero xq te da la opcion de sacar 300 dolares pero como te cobra 6 dolares de comicion no puedes sacar los 300 y de paso solo te da billetes de 100 dolares... aqui en argentina esto se rayo

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