Dura advertencia del juez para que se cumpla el desalojo

Por Pablo Novillo - Diario Clarín

Toma de viviendas en el Bajo Flores En un escrito, le apuntó al Gobierno nacional por tener una “actitud carente de compromiso” para resolver el problema. Dijo que su orden debe ser tomada como si la hubiera dado la Corte Suprema.

El juez federal Luis Armella, quien tiene a su cargo la causa por el desalojo de las viviendas tomadas en el Bajo Flores, lanzó una dura advertencia al Gobierno nacional para que cumpla con la orden de desalojo que dio la semana pasada. Mientras la Nación afirma que la responsabilidad es de la Ciudad, el juez aseguró que su orden debe ser tomada como si la hubiera dado la Corte Suprema, y criticó a los funcionarios públicos por tener una actitud “desaprensiva y carente de compromiso ”.

Mientras la toma pasó a ser el centro de una disputa política y judicial, los edificios del Bajo Flores seguían ayer ocupados ilegalmente por unas 140 personas, incluidos embarazadas y niños, viviendo en condiciones precarias.

Hasta ahora, el argumento del Gobierno nacional para no cumplir con la orden de desalojo fue una cuestión técnica-jurídica. Según explicaron, el delito de usurpación fue transferido a la Ciudad, y por lo tanto es la gestión de Mauricio Macri, a través de la Policía Metropolitana, la que debe hacerse cargo del desalojo.

De hecho, ayer el ministro del Interior, Florencio Randazzo, aseguró: “Este delito ha sido transferido en 2008 a pedido del Gobierno de la Ciudad al ámbito de la Justicia Contravencional, razón por la cual tiene a la Policía Metropolitana para resolver esta cuestión . Macri debería dedicarse a gobernar y no transferir permanentemente responsabilidades a otro”.

Esta definición de Randazzo choca con lo que pasó el fin de semana, cuando la Federal sí impidió la toma de un obrador que las Madres de Plaza de Mayo, afines al kirchnerismo, tienen en Villa Soldati (ver A diferencia...

Otros opositores al macrismo también cuestionan a Armella. Dos legisladores de Proyecto Sur, Laura García Tuñón y Rafael Gentilli, presentaron un pedido judicial para que Armella se aparte de la causa del desalojo, porque entienden que es una responsabilidad de la Justicia porteña y no de la Federal.

Pero la postura de la Nación es una forma indirecta de no hacerle caso al juez. Ahora, ¿por qué Armella, juez federal de Quilmes, ordena un desalojo en la Ciudad? El motivo está en la causa general para el saneamiento del Riachuelo. En 2008 la Corte Suprema condenó a la Nación, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires a presentar un programa para sanear la cuenca, y le transfirió a Armella la responsabilidad de ejecutar ese fallo . Las viviendas tomadas iban a ser destinadas a familias que hoy viven muy precariamente a la vera del Riachuelo. Al no poder mudarlas porque los departamentos fueron ocupados por otras personas, se entorpece el avance del saneamiento.

Por ello, ante las voces que lo desautorizaban, Armella firmó una resolución muy fuerte . En primer lugar, el juez aseguró que cuando la Corte le encomendó la ejecución del fallo por el saneamiento del Riachuelo, decidió que “las decisiones finales que tomare el magistrado cuya intervención se ha ordenado serán consideradas como dictadas por el superior tribunal”, o lo que es lo mismo, que al desoír las órdenes de Armella el Gobierno no está respetando una orden de la Corte Suprema .

El juez no ahorró críticas. Respecto del desalojo no realizado, afirmó que “la insuficiente colaboración o ausencia de acciones idóneas sin duda alguna debe ser tomada como una actitud desaprensiva y carente de compromiso por parte de los funcionarios involucrados”, y hasta advirtió que el no cumplimiento de sus órdenes constituye “un ejercicio irregular de las funciones como representantes del poder público”.

La cuestión sobre las viviendas tomadas posiblemente se discuta en la audiencia pública convocada por la Corte para mañana, en el marco de la causa por el saneamiento de la cuenca, de la que participarán los representantes de la Nación, la Ciudad y la Provincia. Mientras tanto, en las viviendas tomadas ayer los ocupantes recibían alimentos y agua de parte de un comedor comunitario de la zona. En el perímetro del complejo habitacional se podía ver a efectivos de la Metropolitana formando un cordón, y apenas había cuatro agentes de la Federal . La gente seguía pidiendo abrigos para los chicos y medicamentos.