Por Germán Salomón.
Los productores realizan la siembra aprovechando la humedad residual de la soja.
El cártamo es una oleaginosa altamente adaptada a las condiciones climáticas del Norte argentino y representa una buena alternativa como cultivo de invierno, cuando la humedad residual en el suelo lo permite. El departamento San Martín y algunas zonas de Anta son aptas para este cultivo, cuya cosecha terminó hace pocos días atrás. Uno de los productores que habitualmente produce cártamo es el ingeniero Juan José Karlen, propietario de la Estancia Don Gotardo, que como lo hace habitualmente, sembró la oleaginosa aprovechando que tenía humedad en el suelo inmediatamente después de la cosecha de soja.
Don Gotardo está ubicada a 28 km de la Ruta nacional 34 y la entrada está a la mitad de camino entre Ballivián y Coronel Cornejo y a 60 km de Tartagal. “En la década del 80 iniciamos este cultivo que llegó de la mano de la soja”, explicó el productor. Más adelante comentó que por distintos motivos suspendieron la combinación soja-cártamo y la reemplazaron por poroto hasta hace 6 campañas que volvieron al cultivo de las oleaginosas.
En la Argentina el cártamo es un cultivo invernal, mientras que en otras latitudes es un cultivo de verano. “Nosotros usamos al cártamo para mantener limpios los campos ya que es un cultivo que compite muy bien con las malezas invernales, y algunos años nos da la posibilidad de tener alguna rentabilidad”, comentó Karlen. Los rendimientos en la región varían según los lotes. Algunos alcanzan escasamente 300 kg por hectáreas y otros llegan niveles aceptables de 900-1.000 kg/ha. En años en los que se registran lluvias invernales, los rindes pueden ser muy superiores.
El cártamo es un cultivo que se destaca por sus raíces que llegan a explorar profundidades de 2,5 a 3 m, en busca de humedad. “El promedio nuestro en los últimos 6 años es de 800 kg/ha”, indicó el productor, aclarando que hubo cosechas de 1.200 kilos y otras de 500 kg/ha. Sobre el tema señaló que “no es un cultivo con el que uno busque ganancias, sino que lo manejamos dentro del esquema de rotación. Algunos años tenemos rentabilidad y otros simplemente nos conformamos con mantener los campos limpios”.
Más adelante, Karlen explicó que hay muy poca información sobre el manejo agronómico del cultivo. “Hay mucho por investigar sobre el cártamo, ese desafío lo están afrontando algunos técnicos y los productores esperamos poder acompañar”, comentó. Juan José Karlen comentó que no hay un insecticida específico para el cártamo y que en el caso de ser necesario se usan los recomendados para soja o poroto. Además, aclaró que algunos años es susceptible a la roya, para lo cual no existe tratamiento, ya que en este caso es una enfermedad que se manifiesta mediante un agente distinto al del cultivo del trigo. Por otra parte, el productor comentó que al igual que la mayoría de los productores, en su campo se siembras variedades alto oleico, destacando que hasta hace algunos años predominaban las variedades linoleico
Carlos Fochi, titular de la empresa de servicios agrícola homónima, se dedica exclusivamente a la trilla y cosecha de granos. Es oriundo de Carcarañá (Santa Fe). Hace 27 años que está en el rubro y más de 20 que trabaja en los campos agrícolas del NOA. Desde hace algunos años decidió unificar la marca de sus cosechadoras y en la actualidad posee 6 máquinas Case y acaba de adquirir otra con cabezal con lona, de mayor ancho de labor. “Me decidí por esta marca porque me gusta el desempeño que tienen en todos los terrenos, soportando las más extremas temperaturas”, señaló el empresario.
Su trabajo comienza todos los años en la región central de país con los primeros lotes de soja y luego comienza a subir hasta llegar al mes de noviembre con la cosecha de cártamo. Esta temporada, como sucedió en los últimos años, culminó su actividad en la región, en los terrenos de la estancia Don Gotardo.
Al referirse a su trabajo, señaló que el cártamo no tiene problemas de pérdidas de kilos y este año la planta presentó menor fortaleza que en campañas anteriores. “El cultivo estuvo más bajo y menos rendidor”, precisó. Al respecto apuntó que el clima no acompañó la campaña y por lo tanto los rindes en toda la región fueron bajos comparados con otros años. “Hubo lotes que rindieron 300 kilos y otros 800 como máximo por hectárea”, acotó.
Técnicamente señaló que las cosechadoras utilizan en el cártamo, el mismo cabezal que sirve para cosechar soja, poroto y trigo.
El cártamo es considerado un cultivo de relativa importancia en la región. Presenta bajos rendimientos que oscilan entre los 800-900 kg/ha. Se caracteriza por su baja tasa de crecimiento inicial que genera problemas de enmalezamiento y una masa foliar con presencia de espinas que dificultan el movimiento del personal en el campo. Casi toda la producción tiene demanda local. La superficie sembrada varía todos los años, aunque las cifras oscilan entre las 44.000 y 58.000 hectáreas. Este cultivo provee de aceite, harina de extracción y alimento para pájaros.
Existen dos variedades de cártamo: aquéllas que producen un aceite de alto porcentaje de monoinsaturados, principalmente ácido oleico, y aquellas con alta concentración de ácidos poliinsaturados, principalmente linoleico. Ambos tipos contienen un muy bajo porcentaje de ácidos grasos saturados. Su aceite, contiene cerca de un 75% de ácido linoleico, porcentaje considerablemente mayor que en otras oleaginosas como el algodón, maní y olivo. Ese tipo de aceite es considerado de alta calidad alimenticia, presentando además como característica su bajo contenido en colesterol, por lo que es muy apreciado en los restaurantes de alta cocina, gracias a sus propiedades.
Además del uso alimenticio y por ubicarse dentro del grupo de aceites secativos o semisecativos, se le da otro tipo de usos industriales, utilizándoselo en la elaboración de pinturas y otros revestimientos de superficies, así como esmaltes y jabones. Su color transparente y su propiedad de no tornase amarillo con el tiempo, permiten su uso en pinturas blancas y/o claras.
Cerca del 89% de la producción mundial de cártamo se encuentra concentrada en la India (44% de la producción mundial) y luego Estados Unidos, México y Etiopía. La producción argentina ronda el 1,8%. Actualmente se registran siembras en Salta, Santago del Estero y Chaco.
Fuente: El Tribuno Campo.
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