viernes, 25 de julio de 2014

En el mundo de la aviación, abundan las zonas volátiles

(La Nación) - La posibilidad de un ataque similar al que sufrió Malaysia Airlines está presente en muchas regiones

DUBAI.- En Libia, milicianos armados con lanzamisiles al hombro combaten para tomar el control del principal aeropuerto del país. En África, la región entera de Sahel está inundada de armas, incluidos sistemas de defensa antiaérea portátiles que quedaron tras el derrocamiento de Muammar Khadafy.

Además, está la guerra civil en Siria, donde miles de soldados desertaron para armar nuevos batallones, que han derribado helicópteros y aviones militares. Y en Irak, un grupo desprendido de Al-Qaeda que ocupó extensas porciones de territorio se alzó con todos los arsenales que fue encontrando a su paso.
 
El mundo está salpicado de zonas de conflicto, desde África occidental hasta Asia central, un amplio arco en el que los vuelos comerciales y sus pasajeros podrían quedar a merced de armas apostadas en tierra. Aunque los expertos en antiterrorismo y en armamentos dicen que los cielos son mayormente seguros, el derribo del MH17 ilustra los peligros inherentes a cualquier avión que sobrevuele regiones inestables, donde puede haber sofisticado armamento en manos de las milicias.

Esta semana, la Administración Federal de Aviación norteamericana (FAA, por sus siglas en inglés) puso de relieve esos riesgos al prohibirles a las aerolíneas norteamericanas que volaran al aeropuerto de Tel Aviv durante 24 horas, tras la explosión de un cohete lanzado desde la zona de Gaza. El mismo organismo prohibió también los vuelos a Libia, el norte de Etiopía, Corea del Norte y la región de Crimea, al este de Ucrania, y prohibió volar por debajo de cierta altitud sobre Irak y Somalia.

El avión de Malaysia Airlines fue destruido la semana pasada por un sofisticado misil tierra-aire mientras volaba a velocidad crucero a 10.000 metros de altitud sobre el campo de batalla de la insurgencia rebelde en el este de Ucrania.

Entre 50 y 60 países del mundo poseen sistemas de misiles de gran altitud guiados por radar, como el que derribó el Boeing 777 de la aerolínea malasia, según John Pike, director del sitio web de información militar GlobalSecurity.org.

Un arma mucho más pequeña y que plantea una amenaza más inmediata son los cientos de miles de sistemas portátiles de misiles que hay en circulación, llamados Manpads, y que pueden alcanzar objetos que vuelan hasta a 4500 metro, según Pike y otros expertos.

"Cualquiera puede aprender a manejar un Manpad en una sola tarde", dijo Peter Phan, director del Centro Africano Michael S. Ansari, del Consejo Atlántico.

Según Pike, los países incluidos en la lista negra de la FAA que probablemente cuentan con el tipo de misil que derribó el MH17 son Corea del Norte, Israel y Etiopía. Pero se trata de países cuyas fuerzas armadas tienen control de sus arsenales.

La FAA tiene otra lista de lugares que implican una amenaza para las aeronaves norteamericanas, incluidos Mali, Congo, Kenya, Yemen, la península del Sinaí, Siria, Irán y Afganistán. De esos lugares, dice Pike, sólo Irán, Egipto y Siria cuentan con tecnología de defensa antiaérea sofisticada.

"La sola idea de que sistemas complejos como éstos caigan en manos de milicias informales que podrían usarlas plantea una situación muy complicada", señala Pike.

Un programa de 40 millones de dólares implementado por Estados Unidos para recomprar misiles perdidos tras la caída de Khadafy ayudó a recuperar apenas 5000 de las 20.000 que hay dando vueltas.

Un informe divulgado en marzo por un panel de expertos de las Naciones Unidas reveló que hay Manpads de los que estaban en Libia que ya han llegado a cuatro zonas de conflicto, entre ellas Nigeria, donde opera el grupo extremista Boko Haram. El ejército nigeriano ha sido incapaz de proteger sus arsenales, y Boko Haram ataca regularmente instalaciones militares, incluidas una base importante de la fuerza aérea en el este del país y el aeropuerto internacional Maiduguri, en diciembre pasado. Nigeria no figura en ninguna de las listas de países prohibidos o potencialmente peligrosos de la FAA. Sin embargo, hay preocupación por la posibilidad de que los milicianos de Boko Haram puedan haber adquirido versiones anteriores del lanzamisiles portátil de fabricación rusa SA-7, capaz de derribar aviones de vuelo bajo en un rango de cinco kilómetros.

Muchos aviones internacionales de pasajeros siguen volando normalmente sobre zonas controladas por los rebeldes en el oeste y el norte de Irak. Con tantos conflictos armados en todo el mundo, sería poco realista esperar que las aerolíneas evitaran todos esos lugares, dijo Brian Jenkins, de la ONG Rand Corporation.
Traducción de Jaime Arrambide.

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