Por Pablo Novillo (Clarin.com) - Tránsito y movilidad Cayó un
8% la cantidad de usuarios de la línea C, que hace el mismo recorrido.
El sistema también sumó gente que dejó de usar el auto en el centro. Los
tiempo de viaje se redujeron a casi la mitad.
Rápido. Los colectivos van y vienen
por los carriles del Metrobus, junto al Obelisco. El sistema cumple un
año hoy y el Gobierno porteño lo considera todo un éxito. / EMMANUEL
FERNANDEZ
Tuvo un parto complicado, pero terminó
cambiando la movilidad en el centro porteño y la foto de la avenida más
emblemática de Buenos Aires. El Metrobus de la 9 de Julio cumple hoy un
año, con números muy positivos: según el Gobierno porteño, en este
tiempo aumentó un 20% la cantidad de pasajeros en el circuito y se
redujeron un 50% los tiempos de viaje.
De acuerdo a un informe de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteña, las 11 líneas de colectivos que usan el sistema de carriles exclusivos y estaciones pasaron de llevar 200.000 a 240.000 usuarios por día. La explicación viene por un lado porque hay gente que dejó de ir al centro en auto y ahora toma colectivos, y también porque cayó un 8% la cantidad de pasajeros de la línea C, que corre debajo de la 9 de Julio.
Respecto de las demoras, en promedio ahora se tarda la mitad o un poco menos: por ejemplo, la línea 100 tardaba 40 minutos para ir desde San Juan hasta Arroyo y ahora lo hace en 14, mientras que la 9 bajó de 30 a 15 minutos entre Constitución hasta Santa Fe. Esto permitió que se pudieran sumar más servicios, ya que entre las 11 líneas pasaron de 180 a 220 colectivos por hora.
Las ventajas también alcanzan a los autos particulares, que al circular por una avenida más ordenada pueden ahorrar hasta un 20% de tiempo. Otros favorecidos fueron los más de 60.000 pasajeros que cada día usan las combis que circulan por el centro, porque desde hace un año salen desde la terminal subterránea de 9 de Julio entre Mitre y Sarmiento y se ahorran un 33% de viaje.
En la Ciudad también explican que mejoró la seguridad vial: en el tramo de la 9 de Julio, antes del Metrobus la línea 67 sufría unos diez siniestros por mes (desde un simple rayón hasta un choque) y bajaron a cuatro; mientras que la 45, que promediaba ocho mensuales, tuvo sólo uno.
Las mejoras alcanzaron también a las calles laterales, como Maipú o Esmeralda, que ya no tienen que soportar a los colectivos en sus estrechas calzadas. Esto también mejoró los índices de contaminación, tanto por humo como por ruidos molestos.
“Teníamos todo muy estudiado y sabíamos que iba a funcionar, pero el Metrobus superó nuestras expectativas. Por un lado porque, además de haber mejorado el transporte, la gente ahora camina por el sendero central y la avenida está muy mejorada, con más iluminación y verde. Además, porque el Metrobus se convirtió en una marca, y hoy otras provincias y el Gobierno nacional quieren implementarlo”, aseguró Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito y Transporte.
La referencia a los peatones tiene que ver con que la gente comenzó a andar por el pasillo central de las estaciones, aprovechando la buena iluminación, el techo y que las baldosas están sanas. Este fenómeno, inesperado, provocó que la Ciudad tuviera que mejorar los cruces peatonales e incluso construir dos senderos a los costados de la Plaza de la República.
Acaso el principal problema que tenga el Metrobus sean las interrupciones cuando hay piquetes. No es un problema propio del sistema, pero cuando hay cortes los colectivos tienen que hacer incómodos desvíos y se generan grandes demoras. Hizo falta poco tiempo para notarlo: un día después de inaugurado, el 25 de julio, hubo una corte total del circuito de tres horas a la altura de avenida Córdoba.
El diseño del Metrobus 9 de Julio aún no está completo. La Ciudad está construyendo desde enero dos túneles a la altura de avenida San Juan para conectar el circuito con Constitución y evitar el actual cruce de manos que se da en esa zona (los colectivos en el Metrobus circulan a contramano de los autos particulares). La idea es inaugurarlos en el último cuatrimestre del año que viene. Esta obra permitirá ahorrar entre 5 y 7 minutos más, aumentar las frecuencias e incluso sumar más líneas al circuito.
De acuerdo a un informe de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteña, las 11 líneas de colectivos que usan el sistema de carriles exclusivos y estaciones pasaron de llevar 200.000 a 240.000 usuarios por día. La explicación viene por un lado porque hay gente que dejó de ir al centro en auto y ahora toma colectivos, y también porque cayó un 8% la cantidad de pasajeros de la línea C, que corre debajo de la 9 de Julio.
Respecto de las demoras, en promedio ahora se tarda la mitad o un poco menos: por ejemplo, la línea 100 tardaba 40 minutos para ir desde San Juan hasta Arroyo y ahora lo hace en 14, mientras que la 9 bajó de 30 a 15 minutos entre Constitución hasta Santa Fe. Esto permitió que se pudieran sumar más servicios, ya que entre las 11 líneas pasaron de 180 a 220 colectivos por hora.
Las ventajas también alcanzan a los autos particulares, que al circular por una avenida más ordenada pueden ahorrar hasta un 20% de tiempo. Otros favorecidos fueron los más de 60.000 pasajeros que cada día usan las combis que circulan por el centro, porque desde hace un año salen desde la terminal subterránea de 9 de Julio entre Mitre y Sarmiento y se ahorran un 33% de viaje.
En la Ciudad también explican que mejoró la seguridad vial: en el tramo de la 9 de Julio, antes del Metrobus la línea 67 sufría unos diez siniestros por mes (desde un simple rayón hasta un choque) y bajaron a cuatro; mientras que la 45, que promediaba ocho mensuales, tuvo sólo uno.
Las mejoras alcanzaron también a las calles laterales, como Maipú o Esmeralda, que ya no tienen que soportar a los colectivos en sus estrechas calzadas. Esto también mejoró los índices de contaminación, tanto por humo como por ruidos molestos.
“Teníamos todo muy estudiado y sabíamos que iba a funcionar, pero el Metrobus superó nuestras expectativas. Por un lado porque, además de haber mejorado el transporte, la gente ahora camina por el sendero central y la avenida está muy mejorada, con más iluminación y verde. Además, porque el Metrobus se convirtió en una marca, y hoy otras provincias y el Gobierno nacional quieren implementarlo”, aseguró Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito y Transporte.
La referencia a los peatones tiene que ver con que la gente comenzó a andar por el pasillo central de las estaciones, aprovechando la buena iluminación, el techo y que las baldosas están sanas. Este fenómeno, inesperado, provocó que la Ciudad tuviera que mejorar los cruces peatonales e incluso construir dos senderos a los costados de la Plaza de la República.
Acaso el principal problema que tenga el Metrobus sean las interrupciones cuando hay piquetes. No es un problema propio del sistema, pero cuando hay cortes los colectivos tienen que hacer incómodos desvíos y se generan grandes demoras. Hizo falta poco tiempo para notarlo: un día después de inaugurado, el 25 de julio, hubo una corte total del circuito de tres horas a la altura de avenida Córdoba.
El diseño del Metrobus 9 de Julio aún no está completo. La Ciudad está construyendo desde enero dos túneles a la altura de avenida San Juan para conectar el circuito con Constitución y evitar el actual cruce de manos que se da en esa zona (los colectivos en el Metrobus circulan a contramano de los autos particulares). La idea es inaugurarlos en el último cuatrimestre del año que viene. Esta obra permitirá ahorrar entre 5 y 7 minutos más, aumentar las frecuencias e incluso sumar más líneas al circuito.
Ya lo recuperaron, la comparativa es viaja porque fue realizada ante de la suba de precio del boleto de colectivo, minimo a tres pesos ($3) con lo cual la brecha ya no es tal teniendo en cuenta las bonificaciones del subte por viajero frecuente, ademas de que en tramos, un ejemplo, de Palermo a Constitucion se tarda en colectico 20 minutos mas que con el subte haciendo transbordo de la linea D a la C...
ResponderEliminarL.B.A.