(defensa.com) - El gobierno brasileño habría confirmado, finalizada la visita de Vladimir Putin, su voluntad de celebrar un contrato con Rusia para el suministro de tres baterías antiaéreas del sistema "Pantsir-S1" (ZRPK). El contrato para el suministro de equipos y la construcción de una posible futura planta en Brasil probablemente supere los mil millonesde dólares si se cumplen todos los objetivos rusos.
Los ZRPK "Pantsir-S1" (tres unidades por ahora) se incluirán en el Centro de Comando de Defensa Aeroespacial Brasileño (COMDABRA). Cada una de las fuerzas recibirá una batería ZRPK completa para proteger algunas infraestructuras críticas, aeródromos e instalaciones militares en especial.
El sistema ruso "Pantsir-S1" estándar se instala en la parte posterior de un vehículo 4 × 4 KAMAZ "Mustang". El módulo de combate consta de dos bloques, cada uno de los cuales cuenta, a su vez, con seis misiles antiaéreos hipersónicos y dos cañones de tiro rápido colocados en el interior de los lanzadores de misiles. El complejo está equipado con una estación de detección de radar y seguimiento optoelectrónico de objetivos y misiles. En el módulo de servicio también son operados para la dirección del misil y el comando de combate.
Los diseñadores lograron incluir en el contorno general del sistema de combate los misiles antitanque modificados "Kornet", que ahora también pueden ser operados hacia objetivos aéreos usando el radar del "Pantsir". Para obtener el sistema perfecto desde el punto de vista de la resolución de la cobertura , el "Pantsir" "ve" en el rango de imágenes térmicas para que el "Kornet" pueda tener orientación térmica del misil al blanco, así como por TV o telémetro láser. Esto extiende las posibilidades de uso del armamento.
Como resultado, el complejo de misiles hipersónicos puede alcanzar blancos que vuelan a una altura desde 15m hasta 15 km, con alcance de hasta 20 kilómetros. Los cañones antiaéreos alcanzan 4 km y en linea recta hasta 3 km. El "Pantsir" puede rastrear hasta 20 blancos y guiar dos misiles atacando simultáneamente diferentes objetivos, si fueran todos ellos procedentes de la misma dirección.
Brasil aún tiene "necesidades especiales". Sin resolverlas, según lo declarado por el ministro de Defensa, Celso Amorim, no va a comprar los sistemas. Se referiría principalmente a la plataforma en la que se instalarán los módulos de combate. La versión rusa del complejo se emplaza, como decimos, en el chasis 4×4 "Mustang" Kamaz. El "Pantsir" vendido a los Emiratos Árabes Unidos se colocó sobre un chasis MAN. Las Fuerzas Armadas brasileñas quieren adaptarlo a sus propios camiones.
Rusia ofrece un programa de compensación adicional: quedan a cargo de la empresa brasileña Odebrecht Defensa y Tecnología, los futuros sistemas a ser producidos localmente. También será producido bajo licencia , la munición de 30 milímetros para los cañones. Por otra parte, los brasileños deberían requerir la ayuda de Moscú para el desarrollo del sistema antiaéreo "Paraná" (originalmente basado en el sistema ruso Pechora-M), que contará con radar y chasis nacionales, así como otros desarrollos en la industria de defensa de Brasil. (Javier Bonilla)
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