(defensa.com) - Al anunciarse la compra a
Chile para la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) de aviones A-37B, el
Ministro de Defensa, David Munguía Payés, fue objeto de fuertes
criticas.
La decisión de adquirirlos por unos 8,7 millones de dólares
prometía toda una batalla política en la asamblea nacional, donde se les
tachó de maquinas viejas, obsoletas, desfasadas y desechadas por
Chile. Efectivamente, los A37B eran y son todo eso, sin embargo la FAES
realizó una operación pragmática y racionalizada que promete retener un
componente aéreo adecuado para las necesidades presentes del país.
La Fuerza Aérea Salvadoreña entró en la era de aviones de combate de reacción a mediados de los 70, con la compra de los primeros “Fouga Magisters”, de entrenamiento y ataque ligero, y MD450 “Ouragans”, modelos de combate. Los “Ouragan” eran ya para entonces aviones viejos, obsoletos, desfasados, y desechados por Israel. Su diseño se traza en Francia poco después de la Segunda Guerra Mundial, con el primer prototipo volando en febrero de 1949. En 1956 llegaron a Israel los primeros MD450, y 22 de ellos participarían en la Operación Kadesh en vísperas de la Guerra de 1956. La máquina tenía una velocidad máxima de 0.83 Mach en picada, y portaba cuatro cañones de 20mm y considerable cantidad de bombas y cohetes. De aquellos 18 comprados por la FAS a Israel en 1975, nueve vendrían equipados para disparar el misil Shafrir aire-aire de diseño israelí, similar al Sidewinder de EEUU. Los “Ouragans” permanecerían en primera línea hasta 1981.
Los primeros A-37B llegarían desde EEUU ese mismo 1981. Se trataba básicamente de entrenadores de reacción subsónicos, reacondicionados como aviones de ataque ligero para su función en Vietnam, con motores más potentes y otros instrumentos que le permitían portar una cantidad significante de armas y bombas para su uso contra blancos terrestres. El diseño del A-37B era igualmente viejo, obsoleto, y ya desfasado. Sin embargo, era un modelo costo-eficiente, que prometía gran eficiencia en un conflicto de baja intensidad en su tarea como avión de ataque, siendo extremadamente barato de operar, de mantener, y fácil de pilotar.
Algunos datos indican que un total de 21 A-37B y 9 OA-37B (modelos modificados con equipos adicionales de comunicación) fueron entregados a la FAS, otros apuntes mencionan solo 15. De lo que no se duda es que ninguno de los modelos entregados por los EEUU era nuevo, pues eran excedentes de los desplegados en Vietnam y de unidades activas de la Guardia Nacional del Aire. Los A-37B ostentaron la supremacía aérea durante el conflicto interno, lo que terminó cuando la guerrilla salvadoreña introdujo los misiles portátiles, a finales de los 80. En esas fechas el conflicto interno pasaba de tener "baja intensidad" a lo que podríamos llamar "media intensidad", pues el FMLN trataba de transformarse en un ejército más organizado. Allí probaba el A-37B su vulnerabilidad, perdiéndose al menos una maquina por disparos de misiles portátiles.
Mientras había conflicto interno y asistencia externa, el flujo de partes y accesorios desde EEUU permitiría sus operaciones en condiciones optimas y baratas frente a otros modelos. Sin embargo, al tratarse de maquinas donadas y entregadas ya muy usadas, su desgaste se aceleró acabado el conflicto. No solo sus instrumentos empezaron a fallar, sino que sus fuselajes empezaron a rendirse. Para rematar el asunto, los repuestos empezaron a escasear, volviéndose extremadamente caros y difíciles de obtener. Ello obligaba a remendarlos, haciendo las operaciones caras e inseguras.
Al llegar el momento de reemplazarlos, Brasil ofreció el A/T-29 Súper Tucano, un avión igualmente de ataque cercano y ligero, pero turbohélice. El A/T-29 prometía un costo de operación y mantenimiento a una fracción de lo que estaba costando el A-37B, pero a un costo unitario que oscilaba entre los 6 y 12 millones de dólares. Esto provocó reacciones y resistencias políticas y económicas enormes. Quizás ya previendo esta clase de situaciones, la FAS buscaba desde el año 2008 en Chile los A-37B, lo que se nos hizo evidente cuando cubrimos la FIDAE de aquel año.
Los primeros A-37B habían llegado a Chile en 1975 y una segunda tanda en 1977. Eran máquinas nuevas, adquiridas directamente de fábrica. En 1992 llegaban los OA-37B, ex-USAF. Al retirarlos del sirvió en el 2009 a favor de los F-16MLU, Chile devolvía aquellos que no había comprado nuevos a EEUU y los propios los separaba del servicio, pero manteniéndolos en condiciones de vuelo, junto con una cantidad considerable de repuestos. El Salvador activó las negociaciones, a incluirse los permisos correspondientes a los EEUU, y estas culminaron en el 2013, con la adquisición de 10 aviones A-37B operativos, dos fuselajes de repuesto, y todas las partes y accesorios todavía en bodega. Todo llegaba a El Salvador, en 22 contenedores, en marzo del 2014.
La efectividad del A-37B se centra de nuevo en afrontar un enemigo sofisticado, pero no muy bien armado para repelerlos, como son los contrabandistas marítimos y narco-avionetas, a lo que se le agrega la capacidad de aparato, con dos motores, aviónica suficiente para las tareas de interdicción y capacidad de carga, que le permite un radio de acción de considerable distancia. No habría que entrenar pilotos, ni mecánicos y ya existían partes en inventario. La transacción se realizaba con menos costos que un solo A/T-29, y con partes suficientes como para recuperar hasta 16 modelos, garantizando operaciones relativamente seguras y relativamente baratas para los próximos cinco a diez años. Los modelos salvadoreños FAS 421, 424, 425, 427, 432, 434, se encuentran en servicio, con tres en reserva (FAS 422, 428, y 433), mientras que los diez ex chilenos llevan los numerales FAS 435 - 444.
El nuevo Presidente, Salvador Sánchez Cerén, prometería por su parte la modernización de las fuerzas, y ahora se menciona la posibilidad de mejorarse tanto las unidades de entrenamiento aéreo, como de transporte táctico. (JMAH)
Fotos
A-37B en Ilopango
A-37B de la FACh
La Fuerza Aérea Salvadoreña entró en la era de aviones de combate de reacción a mediados de los 70, con la compra de los primeros “Fouga Magisters”, de entrenamiento y ataque ligero, y MD450 “Ouragans”, modelos de combate. Los “Ouragan” eran ya para entonces aviones viejos, obsoletos, desfasados, y desechados por Israel. Su diseño se traza en Francia poco después de la Segunda Guerra Mundial, con el primer prototipo volando en febrero de 1949. En 1956 llegaron a Israel los primeros MD450, y 22 de ellos participarían en la Operación Kadesh en vísperas de la Guerra de 1956. La máquina tenía una velocidad máxima de 0.83 Mach en picada, y portaba cuatro cañones de 20mm y considerable cantidad de bombas y cohetes. De aquellos 18 comprados por la FAS a Israel en 1975, nueve vendrían equipados para disparar el misil Shafrir aire-aire de diseño israelí, similar al Sidewinder de EEUU. Los “Ouragans” permanecerían en primera línea hasta 1981.
Los primeros A-37B llegarían desde EEUU ese mismo 1981. Se trataba básicamente de entrenadores de reacción subsónicos, reacondicionados como aviones de ataque ligero para su función en Vietnam, con motores más potentes y otros instrumentos que le permitían portar una cantidad significante de armas y bombas para su uso contra blancos terrestres. El diseño del A-37B era igualmente viejo, obsoleto, y ya desfasado. Sin embargo, era un modelo costo-eficiente, que prometía gran eficiencia en un conflicto de baja intensidad en su tarea como avión de ataque, siendo extremadamente barato de operar, de mantener, y fácil de pilotar.
Algunos datos indican que un total de 21 A-37B y 9 OA-37B (modelos modificados con equipos adicionales de comunicación) fueron entregados a la FAS, otros apuntes mencionan solo 15. De lo que no se duda es que ninguno de los modelos entregados por los EEUU era nuevo, pues eran excedentes de los desplegados en Vietnam y de unidades activas de la Guardia Nacional del Aire. Los A-37B ostentaron la supremacía aérea durante el conflicto interno, lo que terminó cuando la guerrilla salvadoreña introdujo los misiles portátiles, a finales de los 80. En esas fechas el conflicto interno pasaba de tener "baja intensidad" a lo que podríamos llamar "media intensidad", pues el FMLN trataba de transformarse en un ejército más organizado. Allí probaba el A-37B su vulnerabilidad, perdiéndose al menos una maquina por disparos de misiles portátiles.
Mientras había conflicto interno y asistencia externa, el flujo de partes y accesorios desde EEUU permitiría sus operaciones en condiciones optimas y baratas frente a otros modelos. Sin embargo, al tratarse de maquinas donadas y entregadas ya muy usadas, su desgaste se aceleró acabado el conflicto. No solo sus instrumentos empezaron a fallar, sino que sus fuselajes empezaron a rendirse. Para rematar el asunto, los repuestos empezaron a escasear, volviéndose extremadamente caros y difíciles de obtener. Ello obligaba a remendarlos, haciendo las operaciones caras e inseguras.
Al llegar el momento de reemplazarlos, Brasil ofreció el A/T-29 Súper Tucano, un avión igualmente de ataque cercano y ligero, pero turbohélice. El A/T-29 prometía un costo de operación y mantenimiento a una fracción de lo que estaba costando el A-37B, pero a un costo unitario que oscilaba entre los 6 y 12 millones de dólares. Esto provocó reacciones y resistencias políticas y económicas enormes. Quizás ya previendo esta clase de situaciones, la FAS buscaba desde el año 2008 en Chile los A-37B, lo que se nos hizo evidente cuando cubrimos la FIDAE de aquel año.
Los primeros A-37B habían llegado a Chile en 1975 y una segunda tanda en 1977. Eran máquinas nuevas, adquiridas directamente de fábrica. En 1992 llegaban los OA-37B, ex-USAF. Al retirarlos del sirvió en el 2009 a favor de los F-16MLU, Chile devolvía aquellos que no había comprado nuevos a EEUU y los propios los separaba del servicio, pero manteniéndolos en condiciones de vuelo, junto con una cantidad considerable de repuestos. El Salvador activó las negociaciones, a incluirse los permisos correspondientes a los EEUU, y estas culminaron en el 2013, con la adquisición de 10 aviones A-37B operativos, dos fuselajes de repuesto, y todas las partes y accesorios todavía en bodega. Todo llegaba a El Salvador, en 22 contenedores, en marzo del 2014.
La efectividad del A-37B se centra de nuevo en afrontar un enemigo sofisticado, pero no muy bien armado para repelerlos, como son los contrabandistas marítimos y narco-avionetas, a lo que se le agrega la capacidad de aparato, con dos motores, aviónica suficiente para las tareas de interdicción y capacidad de carga, que le permite un radio de acción de considerable distancia. No habría que entrenar pilotos, ni mecánicos y ya existían partes en inventario. La transacción se realizaba con menos costos que un solo A/T-29, y con partes suficientes como para recuperar hasta 16 modelos, garantizando operaciones relativamente seguras y relativamente baratas para los próximos cinco a diez años. Los modelos salvadoreños FAS 421, 424, 425, 427, 432, 434, se encuentran en servicio, con tres en reserva (FAS 422, 428, y 433), mientras que los diez ex chilenos llevan los numerales FAS 435 - 444.
El nuevo Presidente, Salvador Sánchez Cerén, prometería por su parte la modernización de las fuerzas, y ahora se menciona la posibilidad de mejorarse tanto las unidades de entrenamiento aéreo, como de transporte táctico. (JMAH)
Fotos
A-37B en Ilopango
A-37B de la FACh
Puasombrense,en Colombia los a-37 han sido muchisimo mas utiles que los kfir,en la guerra interna,como bombarderos,via gps y bombas inteligentes son superiores,todos los golpes mayores a la guerrilla han sido con A-37.
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