(La Naciòn) - En los operativos realizados durante doce meses, la policía arrestó a mil sospechosos y secuestró una similar cantidad de vehículos que habían sido robados.
En los operativos realizados durante doce meses, la policía arrestó a mil sospechosos y secuestró una similar cantidad de vehículos que habían sido robados Crédito: Ministerio de Seguridad Bonaerense
Durante un año, desde abril de 2017 al mismo mes de este año, efectivos de la policía bonaerense clausuraron 3000 desarmaderos clandestinos y apresaron a mil sospechosos acusados de integrar grupos delictivos que se dedicaban a robar automóviles y vender los repuestos en el mercado ilegal.
Según fuentes policiales, una parte importante de los imputados fueron detenidos en locales en los que se comercializaban autopartes cuyo origen no se podía demostrar. En esos negocios, los uniformados también hallaron mil automóviles que tenían pedido de secuestro porque habían sido robados.
En un año, los efectivos del área del Ministerio de Seguridad bonaerense que se dedica a combatir los desarmaderos clandestinos realizaron 11.332 inspecciones a comercios de compra y venta de autos usados, agencias de remises, talleres mecánicos, de chapa y pintura y desarmaderos habilitados.
A raíz de diversas irregularidades encontradas en los lugares revisados, los funcionarios clausuraron 3017 locales y secuestraron 1089 vehículos que habían sido denunciados como robados.
Además, durante los operativos, los uniformados encontraron 51 armas de fuego que fueron sometidas a distintos peritajes balísticos con el objetivo de establecer si fueron utilizadas en algún tiroteo o robo seguido de homicidio.
Fuentes policiales indicaron que las inspecciones en los diversos locales surgieron por investigaciones propias o debido a denuncias de los vecinos.
Por ejemplo, uno de los detalles que advirtieron los denunciantes y que llamó la atención de los vecinos para indicar que un taller funcionaba como desarmadero de automóviles robados fue la gran cantidad de vidrios que los encargados del local sacaban entre la basura. Esos cristales rotos pertenecían a las ventanillas o parabrisas de los automóviles que eran desarmados y que, debido a que estaban grabados no podían ser vendidos y, por tanto, eran descartados.
Según fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense, el aumento de las inspecciones en desarmaderos clandestinos y talleres derivó en el descenso de casi 17% en los robos de automóviles en ese distrito.
El hecho de que se clausurarán tantos desarmaderos provocó que los delincuentes que se dedican a robar vehículos a mano armada o que los hurtan de la vía pública mientras están estacionados no tuvieran tantos compradores de los automóviles robados, según analizaron las fuentes gubernamentales. Según la estadística oficial, durante marzo de este año se registraron en el territorio provincial un total de 2856 sustracciones de automotor, mientras que en abril pasado hubo 2500 hechos.
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