El Gobierno
porteño finalmente aceptó el pedido de vecinos para no modificar el
diseño original de los empedrados. Así destrabó el conflicto en Balcarce
y Carlos Calvo, en obra hace más de un año.
Balcarce. Hace más de un año se levantó el adoquinado, pero la obra la frenó la Justicia por un amparo de vecinos.
Luego de más de un año, la Justicia destrabó la obra para reparar los adoquines en dos cuadras de San Telmo,
que estaba parada por un reclamo vecinal. Esos arreglos serán el punto
de partida para un proyecto más amplio por el cual el Gobierno porteño reparará 22 cuadras del Casco Histórico. De hecho, en aquellas que con el tiempo fueron asfaltadas volverá a colocar las piedras tal como estaban originalmente.
El problema había surgido en marzo del año pasado, cuando la Ciudad levantó los adoquines históricos en la cuadra de Carlos Calvo entre Paseo Colón y Balcarce y en la de Balcarce entre Pasaje Giuffra y Estados Unidos. La idea era reparar la calzada pero también nivelarla con la vereda, y la vez construir en ambas márgenes cunetas de hormigón para escurrir mejor el agua, tal como habían hecho en otras cuadras, por ejemplo en Balcarce entre México y Belgrano.
Como este cambio iba en contra del diseño original de las calles, un grupo de vecinos, representados por la Defensoría General de la Ciudad, presentó un recurso de amparo, y la jueza en lo contencioso administrativo Paola Cabezas Cescato frenó las obras.
El tema es que las calles quedaron a medio reparar y se volvieron intransitables, con agua acumulada cada vez que llovía y montañas de basura. De hecho, varias personas aprovechaban para dejar los autos estacionados a 45°, algo que está prohibido pero que no podía ser sancionado porque la grúa no podía transitar. Por eso, otros vecinos del barrio reclamaban una solución. Durante nueve meses, incluso, quedaron apilados los adoquines que habían sido removidos.
La salida llegó cuando el Gobierno porteño cambió su postura y se comprometió ante la Justicia a arreglar las calles pero sin modificar su fisonomía histórica.
“El levantamiento de la medida cautelar nos permitirá volver a colocar los adoquines de la forma en que se encontraban históricamente, de cordón a cordón. También pretendemos readoquinar cuadras que fueron asfaltadas en las últimas décadas, renovar las veredas con los colores originales y mejorar la iluminación del barrio”, aseguró el subsecretario de Espacio Público, Patricio Di Stéfano.
El cambio de postura del Gobierno no tuvo que ver exclusivamente con destrabar el conflicto para avanzar con las obras, sino con la entrada en vigencia de la ley N° 4.806, sancionada en noviembre del año pasado, que protegió a las calles adoquinadas de toda la Ciudad.
Para los vecinos es una buena noticia que el Gobierno porteño finalmente empiece a invertir en la recuperación del Casco Histórico, luego de años de olvido. “Por supuesto que vemos bien que reparen las calles. Pero también entendemos que es imprescindible el ordenamiento de la feria de los domingos y la recuperación de la plaza Dorrego”, señaló Edio Bassi, secretario de la Asociación de Comerciantes, Empresarios y Profesionales del Casco Histórico. En el Gobierno porteño aseguraron que las obras de reparación de cuadras adoquinadas son parte de un plan integral para la zona más antigua de la Ciudad
Sería un avance importante luego de años de desencuentros entre los vecinos de San Telmo y el Gobierno macrista.
En 2008, la Ciudad presentó un proyecto para peatonalizar la calle Defensa, que fue rechazado por la gente del barrio y bloqueado judicialmente. Luego el malhumor volvió cuando el Gobierno tardó meses en rehabilitar la cuadra de Defensa entre Independencia y Chile, porque la obra se demoró por inconvenientes de la empresa a cargo y por accidentes.
Por el contrario, el arreglo que se hizo en Bolívar entre Diagonal Sur y Belgrano, donde se nivelaron calzadas y veredas, se cambiaron los adoquines y se redujo la circulación vehicular, estuvo consensuada con los vecinos de la zona, por lo que no hubo inconvenientes para que fuera llevada a cabo.
El problema había surgido en marzo del año pasado, cuando la Ciudad levantó los adoquines históricos en la cuadra de Carlos Calvo entre Paseo Colón y Balcarce y en la de Balcarce entre Pasaje Giuffra y Estados Unidos. La idea era reparar la calzada pero también nivelarla con la vereda, y la vez construir en ambas márgenes cunetas de hormigón para escurrir mejor el agua, tal como habían hecho en otras cuadras, por ejemplo en Balcarce entre México y Belgrano.
Como este cambio iba en contra del diseño original de las calles, un grupo de vecinos, representados por la Defensoría General de la Ciudad, presentó un recurso de amparo, y la jueza en lo contencioso administrativo Paola Cabezas Cescato frenó las obras.
El tema es que las calles quedaron a medio reparar y se volvieron intransitables, con agua acumulada cada vez que llovía y montañas de basura. De hecho, varias personas aprovechaban para dejar los autos estacionados a 45°, algo que está prohibido pero que no podía ser sancionado porque la grúa no podía transitar. Por eso, otros vecinos del barrio reclamaban una solución. Durante nueve meses, incluso, quedaron apilados los adoquines que habían sido removidos.
La salida llegó cuando el Gobierno porteño cambió su postura y se comprometió ante la Justicia a arreglar las calles pero sin modificar su fisonomía histórica.
“El levantamiento de la medida cautelar nos permitirá volver a colocar los adoquines de la forma en que se encontraban históricamente, de cordón a cordón. También pretendemos readoquinar cuadras que fueron asfaltadas en las últimas décadas, renovar las veredas con los colores originales y mejorar la iluminación del barrio”, aseguró el subsecretario de Espacio Público, Patricio Di Stéfano.
El cambio de postura del Gobierno no tuvo que ver exclusivamente con destrabar el conflicto para avanzar con las obras, sino con la entrada en vigencia de la ley N° 4.806, sancionada en noviembre del año pasado, que protegió a las calles adoquinadas de toda la Ciudad.
Para los vecinos es una buena noticia que el Gobierno porteño finalmente empiece a invertir en la recuperación del Casco Histórico, luego de años de olvido. “Por supuesto que vemos bien que reparen las calles. Pero también entendemos que es imprescindible el ordenamiento de la feria de los domingos y la recuperación de la plaza Dorrego”, señaló Edio Bassi, secretario de la Asociación de Comerciantes, Empresarios y Profesionales del Casco Histórico. En el Gobierno porteño aseguraron que las obras de reparación de cuadras adoquinadas son parte de un plan integral para la zona más antigua de la Ciudad
Sería un avance importante luego de años de desencuentros entre los vecinos de San Telmo y el Gobierno macrista.
En 2008, la Ciudad presentó un proyecto para peatonalizar la calle Defensa, que fue rechazado por la gente del barrio y bloqueado judicialmente. Luego el malhumor volvió cuando el Gobierno tardó meses en rehabilitar la cuadra de Defensa entre Independencia y Chile, porque la obra se demoró por inconvenientes de la empresa a cargo y por accidentes.
Por el contrario, el arreglo que se hizo en Bolívar entre Diagonal Sur y Belgrano, donde se nivelaron calzadas y veredas, se cambiaron los adoquines y se redujo la circulación vehicular, estuvo consensuada con los vecinos de la zona, por lo que no hubo inconvenientes para que fuera llevada a cabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.