Nadie
sabe exactamente cómo se llamarán las dos centrales hidroeléctricas que
se prevén construir en el cauce del río Santa Cruz. En 2010 se las
conocía como Cóndor Cliff y La Barrancosa, pero este año ya tienen otros
nombres más acordes con los tiempos: Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. La incógnita es cómo se llamarán las plurianunciadas centrales allá por 2020, cuando se terminen las obras.
Pero detrás de este contrato -mediante el cual los bancos China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited y Bank of China Limited se comprometen a entregar el dinero para la obra-, se esconden años de atrasos y aumentos de precios.
En 2010, el gobierno de Cristina Kirchner anunció la adjudicación de las represas Cóndor Kliff y La Barrancosa al consorcio integrado por las empresas Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), Corporación América (Eurnekian) y la brasileña Camargo Correa. El grupo ganador cotizó la obra en 16.000 millones de pesos, alrededor de 4000 millones de dólares si se toma en cuenta la cotización a la fecha del acto de apertura según el Banco Central.
Casi cinco años después no quedan los nombres y menos el precio de aquella licitación. Las rebautizadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic ahora cuestan 18% más en dólares, a lo que deberá adicionarse un seguro de alrededor de 7% del total del contrato. Claro que en pesos la diferencia es abismal ya que el costo aumentó 142%, al pasar de aquellos 16.000 millones de pesos a estos 38.646 millones.
Fue en abril de 2012 cuando el Gobierno anuló la primera licitación, que ya estaba adjudicada, pero que no logró anudar el financiamiento, y aprovechó para rebautizar las represas. La nueva apertura de sobres encontró, no sin polémica, otro ganador. Esta vez, los vencedores fueron Gezhouba Group (China), Electroingeniería, una de las empresas de obra pública que más crecieron con el kirchnerismo en el poder, e Hidrocuyo. En junio, entregaron una propuesta por 29.912 millones de pesos -con la que perdían-, pero en el mismo acto adjuntaron una Carta de Descuento por 24.750 millones de pesos. Con ese número se quedaron con la obra pública más importante de la última década. En ese momento el dólar cotizaba a 5,31 pesos, por lo que la obra, de acuerdo con esos valores, salía 4661 millones de dólares.
Hubo enojo con las formas en las que se entregó la licitación y hasta se levantaron amenazas de impugnar el proceso. Pero el mundo de la obra pública tiene sus bemoles. Y uno de ellos es no enojarse demasiado con el gobierno de turno.
La oferta contenía la obligación de aportar el financiamiento, pero semejante cantidad de dinero no lo pueden proveer empresas privadas. Varios ejecutivos de la cordobesa Electroingeniería fueron y vinieron a China, pero siempre fue el propio gobierno el que negoció en tierras orientales. Varios emisarios del ministro de Economía, Axel Kicillof, viajaron a China y fue la cartera económica la que cerró el esquema que se conoció ayer.
Pero el precio no es lo único polémico que envuelve a la obra. En 2010 se conoció que el complejo hidroeléctrico se iba a levantar en 182.000 hectáreas, que son propiedad de sociedades pertenecientes a Lázaro Báez. El sospechado empresario kirchnerista negó en un principio ser el dueño de las tierras, pero después reconoció su propiedad. Finalmente, Báez decidió donar el dinero que reciba por la expropiación de las tierras inundables al Ministerio de Educación de la provincia de Santa Cruz para la construcción de escuelas rurales y el fortalecimiento y desarrollo de la educación provincial.
El empresario se reservó miles de hectáreas costeras que estarán a la vera del enorme lago que se inundará para hacer funcionar las turbinas. Y claro está, un lago de miles de hectáreas en la Patagonia puede tener un valor inmobiliario muy apetecible cuando la obra esté terminada.
El emprendimiento comprende a la presa y usina Presidente Néstor Kirchner, que estará equipada con seis turbinas de 190 megavatios cada una, totalizando 1140 MW, y a la presa y usina Gobernador Jorge Cepernic con cinco turbinas de 120 megavatios cada una, totalizando 600 MW.
Cada día más caras, según pasan los años
Convenio: La presidenta Cristina Kirchner y su par chino, Xi Jinping, firmaron ayer un acuerdo para la construcción de las represas Kirchner Cepernic en Santa Cruz.Asistencia financiera: El acuerdo establece que tres bancos de China aportarán 4713 millones de dólares para la construcción de las centrales hidroeléctricas.
Constructores: Luego de una larga y fuerte polémica, la obra fue adjudicada al consorcio que integran Gezhouba Group (China) y las argentinas Electroingeniería e Hidrocuyo.
Mucho más costosa: En 2010, cuando se lanzó la iniciativa, la obra tenía un costo previsto de 16.000 millones de pesos al dólar oficial. Hoy, ese valor asciende a 38.000 millones..
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