Por Silvia Gómez - Clarin.com - Lo acordó el Gobierno porteño con la UBA, tras una ley sancionada hace seis años. Será un espacio ambiental protegido de 18 hectáreas detrás de Ciudad Universitaria.
El predio tiene 18 hectáreas junto a la costa del Río de la Plata. Foto: Mario Quinteros.
Seis años después de que se dictara la ley que le dio entidad a la Reserva Ecológica Costanera Norte, el Gobierno porteño y la Universidad de Buenos Aires llegaron a un acuerdo para garantizar el manejo sustentable de este humedal y su mantenimiento.
La Reserva se encuentra en Nuñez y es un auténtico oasis. Un puente de madera la une a Ciudad Universitaria, detrás del pabellón de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. El puente se encuentra no bien se atraviesa un estacionamiento: un camino central permite llegar hasta el frente costero y una serie de senderos sinuosos e irregulares permiten adentrarse en este pulmón verde. Pequeño si se lo compara con la Reserva Ecológica Costanera Sur, que tiene 360 hectáreas. Pero en una Ciudad con 6 metros cuadrados de espacio verde por habitante, las 18 hectáreas de Costanera Norte son un aliciente.
En sus 18 hectáreas convive una increíble biodiversidad de aves, más de 200 especies; y además tres ecosistemas: un humedal, un bosque y la costa del río. La reserva se formó sobre terrenos ganados al río y justamente esta circunstancia la pone en jaque, porque el balance natural no funciona a la perfección como en sitios 100% naturales. Por eso es necesario intervenir para protegerla.
Los puntos centrales del convenio que firmaron Alberto Barbieri (rector de la UBA) y Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, indican que "la Ciudad se ocupará del mantenimiento y/o reacondicionamiento; la dotará de seguridad y vigilancia; de instalación de equipamiento y del servicio de guardaparques".
En este sentido, la Reserva Ecológica Costanera Sur será sin dudas un referente: desde hace algunos años se constituyó en uno de los paseos más lindos de la Ciudad, con caminos internos en excelente estado, recuperó el frente costero, la laguna de los Coipos y se la dotó de un importante sistema contra incendios, incluso con cámaras que detectan parámetros de temperatura y que permiten identificar el inicio de fuego. Además, se organizan avistajes de aves y paseos nocturnos, entre muchas otras actividades. "Es una noticia importantísima. Particularmente, este tipo de espacios verdes no solo mejoran la calidad del aire, sino que sirven para controlar inundaciones, porque aportan superficie de absorción, y por otro lado ayudan a mitigar la erosión de la costa", explicó Germán Ausina, gerente operativo de Costanera Sur.
Por su parte, la UBA se comprometió a realizar el relevamiento de los recursos biológicos existentes, que debe ser entregado a la Ciudad en 180 días. De hecho, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales realizó uno en 2007. Ese relevamiento fue la base del plan de manejo que se convirtió en ley en 2012. Y juntos, la UBA y la Ciudad elaborarán los proyectos "conducentes a la protección, cuidado, conservación y mejoramiento de la diversidad biológica existente". Ambiente y Espacio Público porteño será el ministerio a cargo de la intervención de este espacio: "Hacemos un enorme trabajo para fomentar nuestra flora y fauna autóctona, y tenemos muy buenos resultados. La reserva nos va a permitir ampliar nuestro trabajo", entendió el ministro Eduardo Macchiavelli.
Barbieri se mostró muy satisfecho: "Logramos llegar a buen puerto, después de tanto tiempo. Lo más importante es que el Gobierno asumió que debía hacerse cargo de los costos de esta reserva. En tanto que la UBA aportará el conocimiento de todas sus universidades, con la participación de docentes, investigadores y estudiantes, para generar los mejores programas de conservación. Era una decisión política necesaria para que toda la comunidad pueda disfrutar de este sitio increíble", le dijo a Clarín.
En tanto, el ex legislador porteño Adrián Camps, que fue impulsor de esta ley, celebró el acuerdo: "Nos costó mucho lograr la sanción porque existe una situación compleja. Las tierras pertenecen a la UBA, pero la misma ley que las otorgó dice que se tiene que reservar 60 metros de la franja costera bajo administración de la Ciudad. Esto requería un acuerdo para que ambas situaciones pudieran convivir", explicó.
Debido a esta situación, la Ciudad buscó incluir estas tierras en el Distrito Joven que se acaba de votar en la Legislatura. Cuando la UBA se opuso, finalmente se terminó destrabando este conflicto que llegó a su fin con la firma del acuerdo. La universidad tiene ahora seis meses para mover la primera ficha.
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