El Gobierno ordenó reducir la fabricación de 2 aviones sobre 4 previstos en plan.
La devaluación impactó en la producción del Pampa III
La devaluación impactó en el plan de producción del jet entrenador IA-63 Pampa III. El Ministerio de Defensa, Secretaría de Investigación, Política Industrial y Producción a cargo de Luis Riva en conjunto con la Secretaría de Gestión Presupuestaria y Control que dirige Graciela Villata, ordenó a la Fábrica Argentina de Aviones (FadeA) reducir a sólo 2 aviones sobre 4 previstos en el plan de fabricación además de la compra de insumos para un quinto aparato de backup.
El cese de producción de las aeronaves será a partir de 2020. Los interrogantes financieros derivados del costo del dinero y el arrastre de deudas impagas en dólares a proveedores vuelven a poner en jaque al management de la planta que había recuperado la capacidad de producción del Pampa tras años de idas y vueltas.
Antonio Beltramone, CEO de la fábrica estatal cordobesa asegura que los 4 aviones en línea de producción para este año estarán finalizados según el schedule chart de Federico Bima Kronemann, jefe del Programa Pampa. Dos aeronaves irán para el cliente principal, la Fuerza Aérea Argentina que recibió un par a principios de año y fueron asignados a la VI Brigada Aérea de Tandil, la base donde se asentaban los cazabombarderos Mirage, desprogramados en 2015.
Los dos Pampa III restantes del plan de 2019 corresponden a un cliente extranjero, la Fuerza Aérea de Guatemala. La negociación de exportación por unos 28 millones de dólares quedó suspendida hasta tanto el gobierno de Guatemala ordene el proceso de adquisición conforme la legislación de aquel país. La operación entró en un impasse en medio de la lucha electoral por la presidencia de Guatemala.
El escenario cambió el 11 de agosto pasado. Alejandro Giammattei, candidato conservador del partido Vamos fue el vencedor en las elecciones celebradas en el país centroamericano. Se impuso en segunda vuelta con cerca del 59% de los votos a Sandra Torres, candidata de la formación UNE que había cuestionado la operación de los Pampa III.
La parte argentina, Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), cancillería y ministerio de Defensa, cumplió con el trámite formal de rigor para este tipo de negociación encuadrada bajo el formato G to G, gobierno a gobierno. Se hizo al amparo del Convenio de Cooperación Científica y Técnica entre la República de Guatemala y la República de Argentina, suscrito en la ciudad de Buenos Aires el 27 de agosto de 1980 más un Acuerdo Complementario de Cooperación entre los dos ministerios de Defensa fechado el 31 de mayo de 2019 y un Convenio Específico de Cooperación Técnico Militar del 3 de junio de 2019. La planta cordobesa asignó la unidad de serie N°1031 y la 1032 al pedido guatemalteco, la primera está a un 90% de su fabricación.
El modelo de negocio y su viabilidad de crecimiento radica en la fabricación para la Fuerza Aérea Argentina y la exportación a mercados militares de la región y de otros países en vías de desarrollo que buscan un entrenador de avanzada con bajo costo de operación y mantenimiento. El Pampa III está por debajo de los 1.500 dólares la hora de vuelo. Puede satisfacer esas condiciones pero como en cualquier proceso productivo se necesita vender a escala para bajar costos. FAdeA debería apuntar a un modelo más integrado en su cadena de valor, con más contenido de conjuntos y componentes locales (hoy un modesto 13 por ciento) y procesos de agregado de valor, como vienen insistiendo los empresarios de las pymes especializadas de la industria aeroespacial.
La Secretaría de Gestión Presupuestaria y Control, se diría la dueña de la billetera del Ministerio de Defensa asignó recientemente cerca de 450 millones de pesos para la continuidad del Programa Pampa pero retaceó fondos de funcionamiento a la empresa (sueldos, servicios, etc.) “Usen parte del dinero de fabricación para atender los gastos de funcionamiento” es la respuesta, palabras más o menos que dio la secretaria Villata ante el reclamo del management de FAdeA.
Manta corta, un proceso de fabricación necesita fondos a ritmo y no puede estar sujeto a vaivenes erráticos de un gestor. La preocupación por el dólar pos PASO también recayó en oficinas de la administración estadounidense. Funcionarios del Foreign Military Sales, FMS (traducido del inglés, Ventas Militares al Exterior) un programa del Gobierno de los Estados Unidos (Departamento de Defensa) por el que Argentina compró 12 aviones Texan II T-6C, interrogaron a Villata sobre la capacidad de pago de una deuda de unos 8 millones de dólares ante el escenario de un cambio del gobierno nacional. La suma corresponde a un lote de repuestos para esos entrenadores vendidos vía FMS a la Fuerza Aérea.
Como rompen con el porcentaje de componentes locales... prefiero que sea 0 y ver más pampas volar y cumplir su misión... que se yo cosas mías...
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