El segundo, apunta a la disposición por parte de la DGFM de las vainas servidas y munición vencida de las fuerzas dependientes del Ministerio, considerando que resultan ser una materia prima reciclable o repotenciable para su re-utilidad. Según un parte de prensa de la propia DGFM, el aprovechamiento puede a su vez redundar en un mutuo beneficio, en la medida en que de dicho proceso de reciclaje de vainas servidas o repotenciamiento de municiones vencidas pueda obtenerse munición apta, o aplicarse su valor a otros insumos producidos por Fabricaciones Militares que sean de utilidad para el uso propio de las Fuerzas de Seguridad y las Instituciones Policiales.
Inclusive, dicho convenio es destacable desde el punto de vista social, ya que permite a las fuerzas deshacerse de material residual -en ocasiones peligroso-, de una manera segura y eficiente atendiendo también la conveniencia de retirar del mercado productos que podrían ser reutilizados con fines ilícitos.
A partir de la firma de este convenio, la DGFM planea producir 30 millones de tiros de bajo calibre, como así también la creación de cápsulas iniciadoras que va a permitir por primera vez en la historia de Fabricaciones Militares, tener municiones íntegramente fabricadas en el país, para lo cual hace se inauguró hace poco tiempo una planta de linter de algodón en la Provincia del Chaco.
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