En opinión de expertos militares, el mayor peligro para la seguridad nacional representan hoy las amenazas provenientes desde el espacio y la atmósfera. Los golpes desde el espacio pueden asestarse contra cualquier punto de la Tierra.
Estas amenazas motivaron la decisión de vertebrar el Sistema único de defensa aeroespacial de Rusia, según anunció en noviembre de 2010 el presidente ruso Dmitri Medvédev. La decisión de crear dicho sistema responde plenamente a la necesidad de consolidar la seguridad nacional de Rusia.
Hoy por hoy, el Sistema de defensa aeroespacial de Rusia, en lo fundamental, está articulado. Está previsto terminar su creación hacia el 1º de diciembre próximo. Otro importante evento de este año fue la puesta en servicio operacional de tres regimientos de misiles antiaéreos, dotados de novísimos complejos de largo alcance S-400 Triumf, sucesores de los S-300 cuya producción en Rusia se terminó.
Para asegurar una cobertura completa del espacio aéreo de Rusia, se necesita un sistema integral que incluya cuatro componentes: misiles de alcance más corto, mediano y largo, defensa antimisiles. Durante los próximos 20 ó 25 años el sistema de defensa aeroespacial con base en tierra estará constituido por cuatro complejos de misiles: Morfei (alcance más corto); Vityaz (alcance mediano); S-400 (alcance largo) y S-500 (misiles interceptores).
El complejo de misiles Morfei se emplazará en la última línea de la defensa escalonada con la misión de eliminar los misiles de crucero y otras armas de precisión que no hayan sido batidos antes y, de este modo, dar cobertura a los objetivos de importancia, incluidos los complejos S-500. El alcance de Morfei es de hasta 5 kilómetros. Este complejo está dotado tanto de medios de combate activos (misiles) como pasivos (radares). La singularidad de Morfei consiste en su radar que tiene forma de cúpula y es capaz de vigilar el espacio aéreo desde todos los ángulos.
Por lo que a los misiles antiaéreos Vityaz se refiere, es la versión modernizada de los misiles S-300, pero mucho más potente. Concretamente, cada complejo tiene 16 misiles. A título de comparación diremos que S-300 tenía tan sólo cuatro.
Los misiles antiaéreos S-400 están destinados para batir todo tipo de aparatos aéreos: aviones, aviones no tripulados (drones) y misiles de crucero. S-400 puede batir objetivos no sólo en la atmósfera, sino también en el espacio cósmico cercano, interceptar misiles no estratégicos.
El complejo Triumf posee características únicas en su género y no tiene parangón en el mundo. Es capaz de seguir 300 blancos simultáneamente y disparar misiles contra 36 de ellos. Las tropas siguen recibiendo los misiles antiaéreos de alcance corto Pantsir-S1, destinados a proteger los objetivos y áersa de pequeñas dimensiones contra aviones, helicópteros, misiles de crucero y armas de precisión, así como para reforzar las unidades de defensa antiaérea a la hora de repeler los ataques aéreos masivos.
Los medios de defensa antimisil que reemplacen a los S-500, ya se emplazarán en el aire y no en la tierra. Ya están siendo desarrollados y sometidos a pruebas.
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Qué hipocresía. Son los mismos que pusieron el grito en el cielo cuando la OTAN quiso desplegar un sistema similar en Polonia.
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