El Instituto de Análisis Estratégico Internacional (AEI) ha presentado un informe sobre el Programa de Vehículos Militares de Transporte Terrestre en el que reivindica menos competencia y la aplicación en España de más competencia. El documento analiza y pormenoriza algunos de los programas contemplados para la renovación y adquisición de las flotas de vehículos terrestres de las Fuerzas Armadas españolas, como el VBR 8x8 -suspendido por su elevado coste- que está previsto para sustituir al amplio parque de los obsoletos vehículos BMR, a la vez que propone la adquisición de vehículos 6x6, que son una solución mucho más económica y práctica que los anteriores, porque aporta, afirman, mayor versatilidad, mejora las prestaciones y facilita las condiciones logísticas para los diferentes escenarios de operaciones.
El Informe repasa también algunos de los programas previstos por el ejército de EEUU y, en concreto, el relativo al JLTV y FMTV, como alternativas que están estudiando para relevar al vehículo HUMMWV -popularmente conocido como HUMMER- de las décadas de los 80 y 90, que se ha demostrado después poco adaptado a los nuevos escenarios de conflicto y que ha sido desechado ya como solución de futuro por el propio ejército estadounidense.
El anacronismo de las Fuerzas Armadas españolas con el VAMTAC 4x4 todo terreno
Según recoge este estudio, paralelamente al programa de sustitución previsto por el ejército estadounidense, las Fuerzas Armadas españolas, a través del órgano central de contratación que representa la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), iniciaron también el pasado mes de enero un procedimiento de solicitud de información a diferentes fabricantes, para conocer las posibilidades y alternativas existentes en el mercado, con la intención de publicar un Acuerdo Marco -nueva figura que sustituye a la anterior DNU (Declaración de Necesaria Uniformidad)- para adquirir una nueva flota de vehículos blindados 4x4 todo terreno, con capacidad de vadeo y una carga de 1,5 toneladas, que permitan relevar a los también obsoletos VAMTAC de UROVESA, vehículos con características de diseño prácticamente iguales a los citados HUMMWV, pero con prestaciones inferiores, especialmente en su incapacidad de vadeo que lo ha hecho inútil para prestar servicio a nuestra Infantería de Marina. Numerosos fabricantes respondieron a dicha solicitud, pero los meses han transcurrido y la DGAM no ha publicado el Acuerdo Marco.
El Informe resalta el anacronismo que representa el hecho de que, en medio de un proceso abierto para relevar los vehículos VAMTAC, el órgano de contratación del Mando Logístico del Ejército de Tierra (MALE) publicase el 17 de agosto la apertura de un procedimiento negociado sin publicidad, con fecha de entrega de documentación para el 25 del mismo mes de agosto -tan sólo ocho días después y en plenas vacaciones veraniegas-, para adquirir, por importe de casi 10 millones de euros, vehículos VAMTAC 4x4 de 1,5 toneladas de carga y portamisiles TOW, que también tienen previsto dar de baja en sus programas las Fuerzas Armadas para sustituirlos por los SPYKE.
El Informe incide en la actualidad que representa la incoherencia de este hecho, a la vez que recuerda numerosos casos, a modo de ejemplo, en los que decisiones posiblemente basadas más en un falso proteccionismo que en la búsqueda de las mejores soluciones existentes en el mercado, sólo han servido para poner de manifiesto la ineficiencia demostrada en algunos de los programas importantes abordados en la última década, como consecuencia de una excesiva dependencia de nuestras Fuerzas Armadas respecto a determinados fabricantes.
La adaptación de la política de defensa en las actuales condiciones de crisis económica no pasa, según este estudio, por seguir reduciendo el presupuesto de este Ministerio, sino por revisar el sistema de contratación, las características de los grandes programas de armamento y la gestión logística de las FAS tal y como lo están haciendo ya países como Estados Unidos; Reino Unido o Alemania.
Continuar con los programas de renovación y adquisición de nuevos equipos y vehículos de transporte previstos para nuestras Fuerzas Armadas; apostar por un modelo de futuro que deje atrás el tradicional continuismo de la industria de automoción militar en España, que desde hace décadas protege y condiciona el mercado; superar los viejos conceptos militares basados en esquemas logísticos conservadores centrados en la acumulación de repuestos en arsenales y almacenes, nada prácticos y muy costosos; implantar la competencia abierta y transparente en los concursos de suministros de materiales y equipos para garantizar las condiciones económicas y de retornos tecnológicos más ventajosas; y potenciar la internacionalización de la industria española de defensa, mediante la cooperación y la búsqueda de sólidos consorcios industriales entre nuestros aliados, que aseguren la adaptación a las nuevas tecnologías, retorno industrial y faciliten la exportación a terceros países, son algunas de las principales reflexiones que destacan en el Informe “Programas de Vehículos Militares de Transporte Terrestre: Menos Dependencia y Más Competencia”.
Elaborado para el Instituto de Análisis Estratégico Internacional por Rafael Calduch Cervera Catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid y experto en temas militares, y Fernando Davara Rodríguez Dr. en Ingeniería Informática y Rector de la Sociedad de Estudios Internacionales, fue presentado por sus autores a los medios de comunicación, representantes de diferentes partidos políticos, directivos de diferentes industrias y militares.
El Informe subraya la presencia de nuestros contingentes militares en diferentes escenarios de riesgo y los compromisos adquiridos por nuestro país con los aliados, que obligan a nuestras Fuerzas Armadas a garantizar las mejores condiciones de seguridad en los teatros de operaciones. En este contexto y el impacto económico que representa la crisis financiera, el informe considera que son muchas las cosas que deben cambiar en la política industrial de defensa en España y, en consecuencia, en los tradicionales conceptos basados en esquemas logísticos conservadores superados desde hace años por la realidad.
La competencia abierta y transparente -señala el Informe- debe ser la seña de identidad del Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas en sus futuras necesidades de equipamiento, con el objetivo de garantizar la adquisición de los equipos más avanzados del mercado, el cumplimiento de plazos, la cobertura de servicios en cualquier parte del mundo y, por supuesto, asegurar las condiciones económicas y de retorno tecnológico más ventajosas para nuestro país y su industria (Defensa.com - Modificado por Desarrollo y Defensa)
Comentario:
Entonces, ¿dónde queda el Gaucho?
Saludos
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