lunes, 31 de octubre de 2011

Instalarán contenedores de residuos bajo tierra para evitar olores y bolsas en la calle

Por Lucas Morando - Perfil.com
Se inauguran mañana en Caballito. Dicen que son más higiénicos y estéticos. Es una prueba piloto, pero proyectan instalarlos en esquinas de Florida y en el microcentro. Automático. La plataforma se conecta al camión de recolección y, con un sistema hidráulico, se levanta para poder extraer los residuos. Se limpiarán dos veces por día.
A partir de mañana, los porteños contarán con el primer contenedor de residuos “escondido” bajo tierra de la Ciudad, con la misma tecnología que existe desde hace años en España o en Estados Unidos. Se trata de una prueba piloto que impulsa el Gobierno de la Ciudad junto a McDonald’s, en la puerta de uno de sus locales en Rivadavia 5108, a metros de Acoyte (Caballito). Es el primer paso para reducir la contaminación ambiental y visual que producen decenas de bolsas de residuos en la puerta de los grandes comercios o “grandes generadores”, como los bautizó el Gobierno.

El objetivo del Ministerio de Espacio Público es expandir este sistema a más locales de comida rápida, shoppings, hoteles e hipermercados. En estos días, por ejemplo, analizan enterrar contenedores en algunas esquinas de Florida de alta producción de desechos, como la intersección con avenida Corrientes.

Los técnicos del ministro de Espacio Público, Diego Santilli, aseguran que estos contenedores “soterrados” –así es el nombre técnico– no sólo ayudan a maximizar la higiene; además, mejoran el impacto visual, reducen la emanación de olores y contribuyen a que los vecinos puedan circular con mayor facilidad sin esquivar bolsas de consorcio.

¿Cómo funcionan? La empresa que los instala –McDonald’s en este caso– descarga los residuos en dos cestos de metal con forma de buzón sobre la vereda, que caerán directamente dentro de dos contenedores de 1.100 litros cada uno, que descansan sobre una plataforma escondida bajo tierra. La empresa de recolección de la zona, Urbasur, modificará la logística de sus camiones y los horarios de recolección en la cuadra para poder pasar a limpiarlos dos veces por día, como mínimo.

Según fuentes oficiales, la inversión para la obra hidráulica y el pozo de unos tres metros de profundidad que oculta a los contenedores fue de unos $ 150 mil y fue absorbido por la empresa de comida rápida. Pero más de la mitad de la inversión se fue en las complicaciones para realizar el “agujero”, por la alta presencia de caños de las empresas de servicios.

Precisamente, para reducir los costos de futuros contenedores soterrados, Santilli pidió prestado un escáner a la Subsecretaría de Planeamiento Urbano y en estos días realizan un relevamiento en diversas zonas del microcentro en busca de las parcelas con menos conexiones bajo tierra de gas, cloacas o tubos de agua para poder instalar con mayor simpleza y con menores costos este sistema.

Esta iniciativa es parte del Plan Maestro de ordenamiento de la basura que teje el Gobierno y que adelantó en exclusiva PERFIL en su edición del 9 de octubre. En el corto plazo, en no más de dos años, uno de los objetivos centrales en el microcentro, por ejemplo, es que los cartoneros revuelvan la menor cantidad de residuos en la vía pública y “perserguir” a los grandes comercios que no ayuden a separar los materiales reciclables de los orgánicos, antes de eliminarlos. Así no habría más bolsas rotas en la calle. Además, se avanzará con la contenerización tradicional (no soterrados) de la Ciudad: en los próximos 18 meses, se instalarán 2 mil nuevos en el macroncentro.

El plan. El objetivo del Gobierno es sentarse con las empresas que más residuos generan y avanzar con la firma de convenios para la instalación de contenedores bajo tierra: “Vamos a llevar este sistema innovador a las zonas de mayor generación de residuos y estamos negociando con las empresas para que absorban los costos”, adelanta Santilli.

Pero sin dudas, el verdadero cambió llegará con la modificación del Código de Edificación porteño, que avanza en la Legislatura: se obligará a que cada nuevo emprendimiento comercial (un local de comida rápida, por ejemplo) destine una cierta cantidad de espacio para los desperdicios antes de eliminarlos, como sucede hoy en Puerto Madero, donde casi no se ven bolsas con residuos.

3 comentarios:

  1. Eso ya se hacía en 1950. Recuerdo el canasto que estaba instalado en Av. Independencia y San José.
    Cuando llegaba el verano, el olor era nauseabundo y el tamaño de la mosca más chica era el de un C-130. No habrá una solución más creativa y,de paso,más efectiva?. Digo yo,en tren de fantasear,no podrá el Gobierno de la Ciudad invertir en algo de I+D en reciclado de basura, de modo de resolver este tema y de paso librarse del buen o mal humor del gobierno provincial a la hora de gestionar espacios para volcarla? Recuerdo haber leído no hace mucho la noticia de que en Entre Ríos se había diseñado un digestor de basura totalmente limpio y no contaminante. Para quien quiera seguir el hilo, la página era www.tomamateyavivate.com.ar si no me falla la memoria. Saludos.
    Elosoargentino

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  2. Esto se hace en españa y parece que da resultado... Ahora esta todo muy lindo, pero yo no quiero la basura de mis vecinos en la puerta de mi casa por mas que este bajo tierra, que cada quien se haga cargo de su mugre.

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