Por Antonio Rossi - Diario Clarín
Para el “relato” oficial, los tres proyectos siguen en pie y a la espera de que mejoren las condiciones de financiamiento. Pero, en la práctica, tanto los oferentes, como los funcionarios del sector ya los consideran “irrealizables” .
Se trata de los trenes bala a Rosario, Mendoza y Mar del Plata que se habían licitado con bombos y platillos entre 2006 y 2008 y que hoy se encuentran en “estado vegetativo” porque el Gobierno no quiere asumir el fracaso que implica darlos de baja. Lanzadas durante la gestión de Néstor Kirchner y continuadas bajo el mandato de Cristina Fernández, las tres iniciativas ferroviarias generaron promesas de inversiones por US$ 8.000 millones que nunca aparecieron .
El tren bala a Rosario y Córdoba, que impulsaron el polémico Ricardo Jaime y el ministro Julio De Vido, está adjudicado desde hace tres años y congelado por falta de recursos y las críticas que cosechó dentro y fuera del Gobierno. La obra, valuada en US$ 4.000 millones, quedó en manos del consorcio Veloxia, que lidera la francesa Alstom asociada con Emepa, Iecsa e Isolux. Pese a que ya desmanteló el equipo de técnicos que trabajaba en el proyecto, el grupo sigue presentando cada seis meses una caución juratoria para mantener formalmente la oferta.
En el caso del tren de “alta prestación” a Mendoza, hay cuatro grupos precalificados que, desde 2008, aguardan la señal del Gobierno para entregar sus propuestas. La recepción se va postergando cada 180 días y ahora el nuevo plazo es el 16 de enero de 2012, que seguramente volverá a prorrogarse. En este proyecto –donde se iban a renovar 1.100 km de vías para correr nuevos trenes diesel a 160 km/hora– la inversión prometida fue de US$ 2.500 millones.
En tanto, el tren bala a Mar del Plata, no pasó de la recepción de antecedentes de los interesados. A mediados de 2008 se recibieron los sobres de tres grupos y, desde entonces, el proyecto –estimado en US$ 1.500 millones– desapareció de la agenda.
La falta de interés del Gobierno en estas iniciativas también quedó en evidencia en dos datos recientes. Por un lado, en el proyecto de presupuesto 2012 no hay ninguna partida prevista los trenes bala. Y, por otro lado, el titular de Transporte, Juan Pablo Schiavi, anunció antes de las elecciones que para el servicio a Mendoza se está negociando la compra de trenes chinos que desvirtúan por completo el proyecto de “alta prestación” aún vigente en los papeles.
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lunes, 31 de octubre de 2011
Los proyectos K para construir trenes bala quedaron en el olvido
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Será porque Argentina es un país poético –ya que a nadie le falta un verso, del tema que sea- es que me causa cierta gracia el revoleo de términos como “tren bala” , tren de “alta prestación” (160 km/h?) con que se pretende encubrir lo escaso o nulo que se hace (o mejor dicho que no se hace) en materia de ferrocarriles. Sería más gracioso si no fuera que se barajan cifras de U$S 4000 millones como si fueran un vuelto de peluquería.
ResponderEliminarSres que gobiernan, entre 1950 y 1960, por poner un ejemplo, los trenes de larga distancia (que la gente llamaba “tren grande”) corrían a 140 km/h y salían y llegaban a horario (o casi), y nunca dejaron en medio de la nada a nadie, movidos por las viejas pero eficientes locomotoras de vapor y por las diesel-eléctricas que se fabricaban en el país con materiales y mano de obra nacionales. Sin piripipí, sin cante jondo. No me lo crean a mí, pregúntenle a cualquier jubilado ferroviario, y se van a desasnar de un montón de cosas. Por lo dicho, una diferencia de sólo 20 km/h es irrelevante comparada con la plata que hay en juego.
Con esa cifra, nos alcanza para reponer todo el aparato ferroviario que el innombrable desguazó, y con eso se le estaría dando calidad de servicio a toda la población y no sólo a quienes pueden pagar un boleto costoso. Claro, no se viajaría en asientos de fina pana europea, pero es mejor –yo creo- que todos viajemos a que sólo lo haga una selecta minoría. Saludos.