Encabezando la visita al Continente Blanco de una delegación de ministros de su Gobierno, el presidente Piñera anunció que Chile se dispone a incrementar su presencia en esa región. Para ello, además de adquirir un nuevo rompehielos para reemplazar al actual ‘Almirante Viel’, se construirá también una base en el Glaciar Unión, en la zona de las montes Elsworth y distante 1.080 kilómetros del Polo Sur.
El ‘Almirante Viel’, que fue completado en 1969 en el Astillero Vickers-Armstrong de Montreal para el Real Servicio de Guardacostas de Canadá, está en servicio en la Armada de Chile desde 1994 y concluirá su vida útil el año 2015, tras cuarenta seis años de servicio.
El Comandante en Jefe de la Armada de Chile, almirante Edmundo González, quien acompañó la delegación presidencial en la Antártica, informó que el ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, le ha ordenado dar prioridad a la búsqueda de un rompehielos de segunda mano, que pueda ser adquirido en condiciones técnicas y financieras adecuadas a las necesidades del país.
El presupuesto disponible para la adquisición del rompehielos asciende a US$ 120 millones. El Gobierno también ha dispuesto la compra de tres aviones Basler BT-67 –variante del transporte bimotor Douglas C-47 dotada de motores turbo-hélice- a un costo de US$ 30 millones, también para operación en la Antártica.
La Marina chilena comenzó a estudiar hace dos años las alternativas de compra de un nuevo rompehielos, considerando inicialmente la posibilidad de encargar la construcción de un navío de este tipo. Ello fue posteriormente descartado, por razones de plazos y costos, focalizando los estudios en la búsqueda de una solución de segunda mano.
La nave que se busca adquirir debe tener capacidades superiores al ‘Almirante Viel’. Se buscan un navío con 6.000 toneladas de desplazamiento y un margen de vida útil de 20 o más años, que disponga de cubierta de vuelo y un hangar con capacidad para acomodar dos o más helicópteros medianos de transporte; y mayores espacios internos para acomodar un mayor número de pasajeros y de carga.
El rol del nuevo buque será asegurar una mayor conectividad entre Chile y sus bases antárticas, incluyendo la nueva base que quedará dentro del Círculo Polar Antártico, y dar un mayor apoyo a esas instalaciones. La nueva base estará a cargo de personal de las fuerzas armadas chilenas, pero ofrecerá acomodación y apoyo a científicos de Chile y de países amigos.
Con la nueva instalación Chile se sumará a los únicos otros dos países que tienen presencia permanente al sur del Paralelo 80 de latitud sur, Estados Unidos y China.
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