Compra. Avión ultraliviano Tecnam. La Fuerza Aérea los alquilaba para entrenamiento. Ahora la empresa propietaria quiere venderle ocho.
La Fuerza Aérea evalúa la adquisición de 8 aviones ultralivianos Tecnam que alquilaba a la empresa Aerotec para la instrucción básica de aspirantes a piloto militar. Las aeronaves estaban al servicio de la fuerza desde fines de septiembre de 2016 luego de negociaciones que realizaron Walter Ceballos, exsecretario de Logística del Ministerio de Defensa, el brigadier Mario Rovella, ex-asesor de Ceballos, y el brigadier general Enrique Amrein con la firma mendocina Aerotec; el arrendador. Acordaron la contratación directa por adjudicación simple por especialidad para el alquiler con opción a compra de las ocho avionetas. ¿Por qué se llegó a la contratación directa en lugar de un llamado a licitación pública o concurso internacional? Es un interrogante que quedó sin explicación en el ambiente de proveedores de servicios aeronáuticos.
El contrato de alquiler (pay per hour, pago por hora de vuelo) con Aerotec expiró en mayo de 2018 y desde entonces los aparatos yacen en el hangar 7 de la Escuela de Aviación Militar. Aerotec no los retiró del lugar van a cumplir un año en desuso.
En febrero pasado, Diego Cardama, presidente de Aerotec, la empresa mendocina que ensambla y comercializa los ultralivianos Tecnam P2002JF presentó en 12 carillas la oferta de venta al brigadier Mario Colaizzo, director de Instrucción de la fuerza. Pidió 1.583.092 dólares por las ocho avionetas más repuestos, herramientas especiales, consumibles y rotables.
La iniciativa divide las aguas en el alto mando aéreo. Amrein y el comandante de Adiestramiento y Alistamiento, brigadier Alejandro Amoros empujan la compra, es cierto que el pequeño ultraliviano es económico; la fuerza pagaba por la hora de vuelo más combustible (nafta de automóvil con un consumo de 17 litros por hora) pero otras voces advierten que incorporarlo a la dotación implica una nueva cadena logística y de mantenimiento en el presupuesto operativo de la institución. Agregan que esos aviones, diseñados para el vuelo recreativo en aeroclubes, fueron sometidos al rigor de la instrucción en vuelo militar de mayor exigencia que el civil. Más claro, soportaron esfuerzos estructurales límites en un corto periodo de utilización en comparación con el que se da en prácticas de pilotaje civil, “están baqueteados” describió la fuente. Además, hay opiniones críticas por la configuración muy simple del instrumental de cabina (Glass Cockpit-Night VFR) y el tren de aterrizaje fijo, dos elementos que conllevan un aumento en los tiempos (y costos) de adaptación en la transición de los alumnos-pilotos de tales aeronaves a las siguientes de mayores prestaciones como el Grob TP-120 o el Texan II T6-C.
Hay fuerzas aéreas a nivel mundial que optan por contratar las actividades de entrenamiento básico a compañías privadas por caso Alemania con Lufthansa, otras eligen la modalidad de que sus pilotos militares realicen el entrenamiento con aeronaves proporcionadas y mantenidas por una empresa privada, al estilo de leasing o “pay per hour”: Gran Bretaña, Francia y el caso de Argentina con la avioneta Tecnam de origen italiano, ensamblada en Mendoza por el locador Aerotec. También la fuerza alquila a la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) los entrenadores Grob TP-120 que compró la planta cordobesa a la firma alemana Grob Aircraft en 2012.
Las fuerzas aéreas de mayor tamaño disponen de sus propios recursos materiales y personales para entrenar a sus pilotos en la etapa básica, Estados Unidos y la Federación Rusa son los paradigmas. El entrenamiento básico es la etapa de formación del aviador militar donde el aspirante aprende a volar y adaptarse al medio aéreo. Avanzado, es el lapso de la trayectoria profesional del alumno-piloto, dirigido a adquirir la capacidad para realizar misiones complejas, tiro con munición de ejercicio, maniobras de formación, táctica básica de combate aéreo y terrestre. Tramo que la fuerza desarrolla en el IA-63 Pampa II y ahora en la flamante versión III que comenzó a fabricarse en serie.
Las fuerzas aéreas de mayor tamaño disponen de sus propios recursos materiales y personales para entrenar a sus pilotos en la etapa básica, Estados Unidos y la Federación Rusa son los paradigmas. El entrenamiento básico es la etapa de formación del aviador militar donde el aspirante aprende a volar y adaptarse al medio aéreo. Avanzado, es el lapso de la trayectoria profesional del alumno-piloto, dirigido a adquirir la capacidad para realizar misiones complejas, tiro con munición de ejercicio, maniobras de formación, táctica básica de combate aéreo y terrestre. Tramo que la fuerza desarrolla en el IA-63 Pampa II y ahora en la flamante versión III que comenzó a fabricarse en serie.
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