Por Agustín Barletti - Cronista.com
El 50 aniversario del Plan Larkin debe servir para fortalecer un nuevo modelo con mayor participación ferroviaria.
Se cumplió medio siglo del Plan Larkin, que marcó un punto de inflexión descendente en la parábola ferroviaria argentina. Frondizi gobernaba la Argentina bajo la orbita de los Estados Unidos. En el contexto de lo que en ese entonces se llamó "la batalla del petróleo", se adoptaron medidas para acentuar el diseño caminero generado por la Ley 11.658. Es así como en 1959 se sanciona un decreto de reconversión automotriz, y se contrata un equipo de expertos, para elaborar un plan de mediano y largo plazo para los transportes. El jefe de ese equipo fue un general norteamericano de apellido Larkin. Mucho se habla de este plan, aunque pocos lo han estudiado a fondo. Lo que si queda claro es que el sistema ferroviario argentino aún padece las repercusiones de su aplicación irregular en el tiempo.
El plan proponía, sin vueltas, la supresión de los servicios y ramales ferroviarios deficitarios, y su reemplazo por el transporte automotor. Curiosamente por esos mismos años, Richard Beeching, director de los Ferrocarriles Británicos, llevaba adelante un plan similar, que contemplaba el cierre de numerosas líneas y su reemplazo por ómnibus.
Según un estudio realizado por Alfredo Armando Aguirre, fueron los gremios ferroviarios lo que advirtieron los propósitos del plan, cual era el de favorecer al complejo caminero automotriz en desmedro del sistema ferroviario y de la navegación de cabotaje. Esa percepción fue el motivo de la gran huelga ferroviaria de 1961, lucha que no impidió que se comenzaran a clausurar ramales y a despedir personal.
Formalmente el plan fue entregado a la administración Frondizi, en febrero de 1962, pocas semanas antes de su derrocamiento. De los alrededor de 45.000 kilómetros de vías (que llegaban a 50.000, si se les agregaba los ferrocarriles económicos y la red tranviaria), el plan proponía reducir la red a 29.000 kilómetros. Todo ello estaba consignado minuciosamente.
Su primera implementación determinó el levantamiento de 10.000 kilómetros de vías en algunos ramales que no tienen aun explicación, como no fuera favorecer al complejo caminero automotriz. Además, la densidad y calidad de los servicios iba bajando ostensiblemente.
La inspiración del Plan Larkin, regresó durante los gobiernos de Carlos Menem (1989-1999. Los trabajadores ferroviarios volvieron a organizarse y resistieron las políticas privatizadoras con la huelga de 1991 que duró 45 días.
Bajo la consigna de "ramal que para, ramal que cierra", más de un millón de personas tuvieron que abandonar sus ciudades y pueblos, miles de familias se desmembraron y cientos de localidades se convirtieron en fantasmas hiriendo de muerte a las economías regionales. Por eso, para muchos ferroviarios, la década de 1990 es definida como la del Plan Larkin II, con clausura de ramales y franquicias en todo el país.
En la actualidad sólo funciona el 20% de los ferrocarriles y el 80% de la carga es transportada por camiones. El modelo automotor es seis veces más caro que el transporte ferroviario. La suspensión del 80% de los trenes terminó en una tragedia porque todo el transporte de carga y de pasajeros pasó a las rutas con las consecuencias lógicas de vidas perdidas por accidentes de tránsito, contaminación, mayor ocupación del suelo, y consumo de combustible.
De 2003 a la fecha, el gobierno nacional propone un despertar de los ferrocarriles. Varios ramales se abrieron, y otros seguramente lo harán en un futuro cercano. Sin embargo, habrá que bregar mucho para enderezar aquella curva descendente iniciada hace medio siglo por los consejos de Larkin.
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miércoles, 2 de noviembre de 2011
La decadencia del tren cumple medio siglo
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No olvidemos que en esos años ocurrió lo mismo en EE. UU. El presidente Eisenhower invirtió en el sistema de autopistas+ vuelos interiores y la columna vertebral del país que era el sistema ferroviario+ canales navegables resultó quebrantado y no se ha recuperado.
ResponderEliminarNo siempre la culpa de nuestras desgracias e infortunios la tienen los demás. Somos nosotros también los mayormente responsables !
ResponderEliminarViendo las imágenes del accidente en Zanjitas, al margen de la desgracia en sí, se nota en las fotografías de la locomotora, que la misma está en muy mal estado exterior. Parece el tren "fantasma". Interiormente será igual ?
Da la apariencia de que en ese estado no puede circular por ningún lado. Quien será el responsable de habilitar este vetusto mastodonte para que circule por la red ferroviaria nacional, poniendo en peligro la vida de los demás?
Mal ejemplo: La culpa la tuvo el negligente del conductor, que debio haber observado al cruzar la vía. Es cierto que el tren esta mal mantenido, al menos exteriormente, hecho habitual en ALL, pero el tren "no puede doblar"
ResponderEliminarSaludos
Tiene Ud. razon "no puede doblar". Pero esa "lata de sardina oxidada", no tendría que haber estado en ese lugar - día y hora del accidente fatal.
ResponderEliminarSon empresas que recibieron suculentos subsidios del estado, que en vez de invertirlos en mejor equipamiento motriz > se los llevan a su país < en este caso Brasil, de donde provienen sus capitales.
Ellos se llevaron de la Argentina en momentos de crisis, las mejores empresas tecnológicas en forma "fraudulenta", con promesas de créditos, equipamiento e instalaciones que nosotros no podíamos ofrecerles.
Que recibimos a cambio: estas empresitas de medio pelo, que no disimulan en nada su tarea especulativa en pos de ganar lo que más se pueda en menor tiempo posible, mandando a las vías estas "armas de destrucción masiva" Total no es en el país de ellos, pase lo que pase no les duele.
Saludos
Aqui toidos son culpables: Negligencia de los actores involucrados, negligencia de un estado que no controla, negligencia de las empresas de "todo tipo", negligencia de politicos incapaces, negligencia de un pueblo amoral que mientras les llenes la panza y el bolsillo cierra los ojos. No le hemos la culpa a otros...Nosotros somos responsables de nuestra desgracia. Hacer eso es la "facil" y tipico de nuestro pais echarle la culpa a otro de nuestra negligencia. Los recientes accidentes actuales son un lamentable ejemplo de lo que digo.
ResponderEliminarSaludos