Por Sebastián Pérez Dacuña Especial Para Clarín Rural
La firma mendocina Laviasa ya vendió 35 aviones en el país. Ahora, la meta es el mercado brasileño.
Cuando el ingenio y la perseverancia le ganan la partida a la adversidad aparecen empresas como Laviasa, la fábrica de aviones que desde 1998 produce el modelo PA-25 Puelche, un monoplano y monoplaza diseñado especialmente para la aplicación por rociado de plaguicidas y fungicidas, la aspersión de semillas y fertilizantes y la lucha contra incendios forestales.
La iniciativa surgió cuando la empresa mendocina le compró a la compañía estadounidense New Piper Aircraft todos los derechos para fabricar su modelo PA-25 Pawnee. Laviasa es la única empresa en el país que está fabricando aviones civiles con un programa de producción en serie comercializándolos en el territorio nacional y en países como Brasil, Bolivia, Uruguay y Australia.
Recientemente, la firma acordó con Fadea (Fábrica Argentina de Aviones) la producción bajo licencia del Puelche, y la presentación del nuevo Puelche biplaza de entrenamiento, el avión insignia de la empresa. A la fecha, Laviasa lleva vendidos 35 aviones en el mercado nacional -con fuerte incidencia en la pampa húmeda- Brasil, Australia, Chile, Bolivia y Uruguay. Este año, la empresa va a terminar produciendo cerca de 10 aviones.
El brigadier Roberto Engroba, quien tuvo a cargo desde 1985 a 1989 la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, y que es actualmente director de Laviasa, remarca las características generales del Puelche: “Son aviones de porte mediano para empleo en actividades agrícolas, dispersión de elementos sólidos como nutrientes y semillas para siembra y aspersión de productos agroquímicos en estado liquido, pero pueden cumplir otras funciones vinculadas al reconocimiento de áreas, lucha contra incendios, tareas de estudio geológico o remolque de cartelería”.
Laviasa planea en un mercado difícil por lo que significa el costo del armado de un avión en el que, salvo el motor, las hélices y algunos controladores (importados desde Estados Unidos), todas las partes son fabricadas en el país.
Según los directivos de Laviasa, el Puelche prácticamente no tiene competencia en su franja, ya que el adversario tentativo, el Ipanema -avión realizado en Brasil por la empresa Neiva, subsidiaria de Embraer- es más costoso. “Mientras nuestro avión puesto en el mercado está en el orden de los 220.000 dólares, el Ipanema cuesta 400.000. Estamos intentando que se fabrique nuestra aeronave en Brasil bajo licencia, porque tiene un nicho importante y una ventaja competitiva”, sostiene Engroba, En relación con la demanda del nuevo Puelche biplaza, desde la empresa advierten que faltan líneas de crédito para asistir al cliente. En el país, el parque de aviones agrícolas asciende a 800 unidades, mientras que en Brasil, un mercado interesante, ya hay 1.300 unidades.
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