En enero llegarán las aeronaves que faltaban para equipar a la Fuerza Aérea; el contrato fue por USD 160 millones. También se adquirió un simulador de vuelo
En el marco de su proyecto tendiente a reconvertir a las Fuerzas Armadas y modernizar al sector militar, el Gobierno cerró un acuerdo para adquirir en enero los últimos 4 aviones Beechcraft Texan II que faltaban llegar a la Argentina de los 12 que se compraron a Estados Unidos por USD 160 millones de dólares.
Según confirmaron a Infobae fuentes del Ministerio de Defensa y de la Fuerza Aérea, la llegada de los aviones Texan II se complementará con la compra de un simulador de vuelo del mismo sistema que llegará al país en octubre del año que viene.
La selección del Beechcraft Texan II para cumplir con los requerimientos de instrucción aérea por parte de la Fuerza Aérea obedece a diversas razones, explicaron fuentes castrenses. Es que estos aviones permiten un "uso eficiente y confiable de los medios de acuerdo a la complejidad de la instrucción primaria y básica".
Estados Unidos tiene 900 aviones Texan II en servicio y ya le vendió esa misma aeronave militar a las Fuerzas Aéreas de Canadá, México, Gran Bretaña, Marruecos, Israel, Nueva Zelanda, Irak y Grecia. Los Texan II fueron evaluados por la Fuerza Aérea y resultaron ser "la mejor opción del mercado internacional en este segmento, debido a las diversas prestaciones que presenta, su versatilidad y alta capacidad operativa".
El contrato global fue por 12 aviones de los cuales 8 llegaron el año pasado y los cuatro restantes arribarán en enero al país. La compra total le demandó al Gobierno USD 160 millones. Para concretar esta operación se rubricó una Carta de Entendimiento que preveía inicialmente la compra de 24 aeronaves. La cifra fue reducida por falta de presupuesto. A la par se compró el simulador de vuelo y el soporte logístico asociado, que incluye repuestos para mantenimiento programado por el lapso de tres años. Se supo que hay USD 12 millones en repuestos que irán llegando al país al compás de los tiempos de la Aduana.
El financiamiento del contrato se estableció mediante un pago inicial y sucesivas cancelaciones a medida que se fuera cumpliendo con los diversos ítems previstos contractualmente. Además, se incluyó la provisión de dos motores de repuesto para todo el sistema, el simulador de vuelo, la garantía y la totalidad de los vuelos FERRY al país, así como la certificación militar con intervención de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Según explicaron fuentes de la Fuerza Aérea, de los cuatro primeros aviones que llegaron al país de la versión Texan 6 C, uno será enviado a EEUU para su reequipamiento y adaptación a la versión 6C+.
Por su parte, el Grupo Técnico de la Escuela de Aviación tendrá a cargo la realización de los tres restantes y de la totalidad de las instancias de mantenimiento, excepto en lo relativo a la revisión de los motores, para lo cual está previsto que se habilite un sector específico en el Área Material Quilmes (AMQ).
El salto de 6C a 6C+ implica la instalación de un nuevo sistema Registrador de Datos de Vuelo, modernización del ELT (Transmisor Localizador de Emergencia) con GPS, actualización de los sistemas para vuelo instrumental, Antena de VHF (Very High Frecuency) de última generación, y remoción de algunas obsolescencias.
Los aviones Texan II poseen cabina de cristal con 3 pantallas multifunción, más un HUD (Head Up Display) para la visualización frontal de la información con un software que permite presentar un reporte para evaluar los resultados de misión y el empleo de Moving Map. Cabe destacar que ningún modelo de esta aeronave en el mundo, con este motor, posee sistema de reversores (frenado que desvía el flujo de aire hacia adelante); así como tampoco tienen instalado el sistema anti-skid (antideslizamiento), dado que el mismo está en etapa de homologación y certificación.
El simulador de vuelo del sistema será entregado en octubre de 2019, según lo previsto por contrato con el objetivo de contribuir a la instrucción básica del cursante en lo que refiere a la mecanización y familiarización de sus movimientos ya que es una réplica exacta de la cabina de vuelo del Texan II.
Cada hora en simulador equivale a media hora de vuelo, garantizando una ejercitación previa antes de ser ejecutadas en el mundo real, a un costo mucho menor y con la ventaja adicional de la mayor seguridad de toda la operación.
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