El presidente electo aspira a que su país vuelva a liderar la producción de este biocombustible a nivel mundial, un lugar que hoy ocupa Estados Unidos.
Una planta de etanol brasileña en Sertaozinho. El principal insumo es la caña de azúcar.
El presidente electo Jair Bolsonaro (PSL) dijo que Brasil volverá a liderar la producción de etanol en el mundo, tras haber cedido ese lugar a manos de Estados Unidos desde aproximadamente unos 10 años.
Según informó la agencia de noticias Reuters, durante un congreso de la industria de bioetanol brasilera, llevado a cabo el pasado lunes en San Pablo, se difundió un vídeo donde se muestra a Bolsonaro diciendo que "en el pasado fuimos líderes en esa área y vamos a volver a serlo con toda certeza brevemente". "Es muy importante, estamos combatiendo las emisiones de CO2 y trayendo algo nuestro para dar energía a Brasil. Cuenten con nosotros, seremos socios en esta cuestión", agregó el presidente electo.
Los brasileños llevan décadas generando etanol a partir de la caña de azúcar.
El Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) propuso el mismo lunes elevar de 10% a 15% la mezcla del biodiésel en el gasoil para el año 2023, informó el Ministerio de Minas y Energía (MME) en un comunicado.
La propuesta es ir aumentando el corte gradualmente desde junio del próximo año a un ritmo de 1% por año, hasta alcanzar el 15 por ciento (B15) en marzo de 2023. El comunicado agrega que la evolución de la mezcla queda condicionada a las conclusiones y los resultados de las pruebas que se están llevando a cabo.
En noviembre del año pasado el país vecino elevó el corte obligatorio del 8% al 10% y posteriormente, en julio de este mismo año autorizó el uso voluntario hasta 20% en el transporte automotor y 30% en el agro, la industria y los ferrocarriles.
El MME estima que la producción del biodiésel brasileña podría crecer a más de 10 mil millones de litros anuales entre 2018 y 2023. Este crecimiento representa un aumento del 85% de la demanda doméstica, lo que consolidará a Brasil como uno de los mayores productores de biodiésel en el mundo. El 80% del biodiesel es producido a partir del aceite de soja, mientras que el 20% restante se reparte entre aceite de palma, sebo vacuno y aceite de cocina reciclado.
El país vecino es el principal exportador mundial de soja y va camino también a convertirse en el principal exportador de proteínas animales. El abastecimiento de harina de la oleaginosa será clave para lograr este objetivo que busca agregar valor a sus exportaciones.
El aceite resultante del proceso de molienda es mucho más difícil de colocar en los mercados exportadores. Un problema que padece también Argentina -principal exportador de aceite de soja - donde comercializa la mitad de sus exportaciones a un solo país.
Convertir aceite en biodiésel tiene múltiples beneficios. Da sustento al precio de la oleaginosa y sus derivados, ahorra importaciones de gasoil, disminuye muy significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al gasoil, tracciona inversiones, fortalece las economías regionales, y abre el abanico al mundo de la oleoquímica renovable, donde tiene a la glicerina -subproducto de la elaboración del biocombustible – como su producto estrella.
Los biocombustibles -el biodiésel y el bioetanol en particular - resultan productos clave para los países de la gran cuenca fotosintética de Sudamérica.
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