miércoles, 9 de octubre de 2013

Molinetes en el Sarmiento: Intentan que la gente vuelva a pagar los viajes y ya hay quejas

Por Romina Smith - Clarin

En la estación Once pusieron 20 molinetes para usar con la SUBE. Tras la tragedia de Once se dejó de controlar y así buscan que los usuarios paguen. Como el servicio no mejora, muchos los rechazan.

Novedad. Un pasajero usa el nuevo sistema ayer en la estación Once. La idea es ampliarlo al resto de la línea, aunque todavía no está previsto para los ramales Roca y Mitre. /JUAN MANUEL FOGLIA


Con muchas quejas y dudas. La puesta en funcionamiento de molinetes para la tarjeta SUBE en la estación Once debutó el lunes con veinte puestos de pago pero ya suma desconfianza y hasta rechazo entre los usuarios del Sarmiento.

Los molinetes fueron habilitados en un sector especial para incentivar su uso y, de esa manera, volver a controlar que los pasajeros paguen sus boletos, algo que no se supervisa desde la tragedia de Once. Pero los usuarios reclaman que no se les cobre por un servicio que anda en pésimas condiciones, que no se entiende por qué solamente el control se hace en esa estación, y piden mejoras, sobre todo por las demoras recurrentes y el estado de las formaciones.

Ayer, en una recorrida, Clarín comprobó que muchos pasajeros consideran que el servicio, con las deficiencias que tiene, y con las mejoras prometidas que aún están pendientes, debe ser gratuito. “Hay demoras de 20 minutos o más en hora pico, se supone que es así porque el ramal está en un contexto de obras y mejoras, pero por ahora seguimos viajando igual de mal. Desde hace tiempo que en esta línea no se controla quién paga, y muchos creen que la empresa o la administradora no tienen autoridad moral para hacerlo si no cumplieron nada de lo que prometieron”, se quejó Laura Bonsante, una pasajera.

Como ella, otros ven esta solución como una máscara que aparece vendida como beneficio, pero que en realidad es parcial y desordenada. “Son estos veinte molinetes, y solo están acá, en Once. En otras estaciones no se ven: todo en el Sarmiento parece hecho en partes, y eso al final no sirve, el cambio tiene que ser en toda la red. Y si lo ofrecen como un modo más rápido para acceder a las vías también es parcial: porque es solo para los que suben acá. Lo que necesitamos son mejoras integrales y reales”, sumó Oscar Cerillo, también pasajero desde hace años.

La falta de control sobre el pago del pasaje se había “formalizado” después del choque de la formación 3772 contra el andén 2 de Once, la tragedia que dejó 51 muertos y 700 heridos en febrero de 2012. Nunca hubo una resolución oficial, pero hasta ahora ni TBA (hasta que el Ejecutivo le quitó la concesión) ni la UGOMS (la administradora actual del Mitre y el Sarmiento) controlaban que los pasajeros pagaran sus viajes. Ahora, eso apunta a cambiar. En un comunicado, la UGOMS dice que se trata de una “primera etapa para facilitar el conocimiento del sistema para los pasajeros”.

Los molinetes funcionan de la misma manera que en el subte: el usuario apoya su tarjeta SUBE en un lector y así se le descuenta el importe. Por ahora, y a diferencia de los que paguen en ventanilla o en las expendedoras del hall, el débito es por la tarifa mínima: $ 1,10 para cualquier viaje. La razón oficial es que “el desarrollo tecnológico debe aplicarse de manera gradual” y que recién se cobrará el resto del cuadro tarifario cuando todas las estaciones tengan molinetes. Quienes lo prefieran, pueden seguir sacando los boletos en las ventanillas. Ayer, pese a las quejas, muchos pasajeros usaron el nuevo sistema.

Si la promesa de extender este servicio a toda la red se cumple, finalmente habrá una certeza sobre cuánta gente viaja en el Sarmiento. Hoy no hay datos reales. La Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) publicó que en julio 654.208 personas pagaron su boleto: pero en el mismo mes de 2008 la cifra llegaba a los 10 millones. Eso demuestra la evasión real que vive el ramal. “Si funciona se van a dar cuenta que cada vez somos más en esta línea. Hoy apelan a políticas y a decisiones sin tener conocimiento de la cifra real, es todo incertidumbre”, concluyó Esteban Marconi, otro usuario.

El eterno problema: criticar al ferrocarril es facil, ya que hay causas valederas, pero son "demasiados" los usuarios "no pone" un  centavo para pagar y mantener el servicio... pero sí efectuan ante cualquier inconvenientes, vandalismos y luego se hacen los "progre" que buscan la "liberación"...

Advertencia: controlen el vuelto cuando pagan en las ventanillas del Plaza Miserere, ya que le dan el vuelto, "justo" debajo del cono de visión y no se puede ver el dinero desde afuera de la ventanilla, como le sucedio al suscripto...

2 comentarios:

  1. Vandalismo, don Jorge.....con "v" . Un saludo

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  2. Mientras no esten los guardias que controlen en las estaciones y seguridad el tren
    seguira siendo tierra de nadie gente colgada en las maquinas en el techo estribos como en la India , asi este en manos del estado o un pseudoprivado.
    lamentablemente si a la gente no la controla nadie que paguen y cuiden los vagones esos nuevos que compraron a china en dos años no sirven mas van dar lastima como ahora
    Atte Mario Ramires

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