Mediante la concreción
de trabajos urbanísticos y de una serie de desarrollos turísticos y
culturales en el bajo autopista Buenos Aires-La Plata, el gobierno porteño planifica extender el corredor comercial de Puerto Madero hacia ese casi abandonado rincón de La Boca.
El proyecto, bautizado Dique Cero, pretende convertirse en una renovada
puerta de acceso al barrio de Quinquela Martín desde el Bajo, en una
iniciativa que, además, impulsará el entorno de la Usina del Arte y el
futuro Distrito de las Artes.
Para el primer semestre de 2015, según las previsiones oficiales, habrá una nueva calle abierta paralela a Pedro de Mendoza y varios emprendimientos privados relacionados con la cultura, el arte y el turismo en el bajo autopista.
Según estimaciones del Ministerio de Desarrollo Económico porteño, y por el régimen de iniciativa privada, quienes resulten ganadores de las licitaciones correspondientes invertirán 40 millones de pesos en una superficie aproximada de 30.000 m². Luego podrán explotar los espacios durante cinco años, según el régimen de iniciativa privada. Al término de la concesión, esos predios volverán a la ciudad. "Se trata de un lugar que no estaba en buenas condiciones y, con esta iniciativa, se reconvertirá y pasará de ser un rincón relegado a uno integrador", explicó el ministro del área, Francisco Cabrera.
Además de la decadencia del bajo autopista, la cercanía de un barrio precario y la falta de una buena oferta de servicios y equipamientos complementarios contrastan hoy con la renovada Usina del Arte y el gran movimiento que convoca.
El proyecto Dique Cero (o Dique 0, tal como se lee en
los carteles de obra ya visibles en la zona) busca ampliar las
actividades que tradicionalmente caracterizan a La Boca, aunque
contempla otros usos conexos: playas de estacionamiento, salas de
exposición -una para los artistas barriales-, un anfiteatro y espacios
de bar y restaurantes.
La inauguración de los emprendimientos, prevista para
antes de que finalice el segundo mandato de Mauricio Macri, en 2015,
atraerá no sólo a los turistas y a los porteños que lleguen interesados
en las nuevas actividades, sino que permitirá la interacción de los
vecinos. "Todo aquello que tenga por objetivo la revitalización
de la antigua zona portuaria de La Boca es bienvenido. El entorno
portuario y, especialmente, la avenida Pedro de Mendoza tienen una rica
tradición como paseo turístico y lugar de inspiración para artistas, que
luego perdieron por la degradación del área tras la construcción de la
autopista a La Plata. Es recomendable una recuperación urbanística con
un sentido de rescate patrimonial y defensa del espacio público para la
comunidad", sostuvo Diego Barovero, vecino de Catalinas Sur y miembro de
la Junta Auténtica de Historia y Cultura de La Boca del Riachuelo.Las autoridades confían en que el proyecto Dique Cero brindará al barrio mejores estándares en materia de seguridad, a la vez que sumará áreas iluminadas que mejorarán la accesibilidad y circulación peatonal en el área de influencia.
En ese sentido, el Ministerio de Desarrollo Urbano ya comenzó tareas viales en la zona para mejorar el acceso al futuro bajo autopista remodelado. Para lograrlo se abrirán calles de vinculación entre arterias existentes, lo que permitirá desagotar con mayor facilidad sectores hoy congestionados en horas pico de circulación: una de dos carriles, mano a Puerto Madero, como continuación de Pedro de Mendoza, y una de tres carriles que unirá Alicia Moreau de Justo con la avenida Huergo. Además, será prolongada hacia Brasil la colectora paralela a Pedro de Mendoza que nace a la altura de la Usina del Arte.
Dichas intervenciones se combinarán con ensanches de veredas y ajustes en el diseño de isletas, una nueva señalización horizontal y vertical y cruces peatonales elevados.
Fuentes oficiales indicaron que la finalización de la obra vial está estipulada para diciembre de 2014 y la de las iniciativas privadas, para el primer semestre de 2015.
Una zona que mueve el arte
La obra y posteriores emprendimientos en el bajo autopista, en La Boca, complementarán la oferta cultural y artística que el barrio cultivó durante su rica historia y que se reactivó recientemente con la creación del llamado Distrito de las Artes.
Una ley porteña fijó los límites de ese distrito, que abarca sectores de los barrios de La Boca, Barracas y San Telmo, con el objetivo de promover la radicación de infraestructura y actividades culturales privadas, que serán compensadas con beneficios fiscales.
La ley, aprobada a fines de 2012, prevé que se trate de una zona libre de impuestos para el sector. También contempla la apertura de líneas de créditos preferenciales para todo establecimiento cultural que se mude al distrito. Quienes desarrollen infraestructura cultural obtendrán beneficios fiscales iguales al 25% de la inversión realizada; para los inmuebles de valor patrimonial, dicho beneficio asciende al 35%.
Junto con la infraestructura, como se dijo, se busca incentivar una mayor actividad cultural en la zona. Más específicamente, el Distrito de las Artes Este incluye todas las artes visuales: pintura, escultura, grabado, fotografía, arte digital, artes musicales, artes literarias y artes escénicas (teatro, danza, ópera, murgas, títeres, etc.).
A los lugares de interés cultural emblemáticos de la zona (Fundación Proa, Teatro Catalinas, Usina del Arte, Museo de Arte Moderno), desde la sanción de la ley se suman 18 nuevos proyectos en desarrollo. Entre ellos, el Museo de Arte Construido y Fundación Andreani (fundaciones de arte); una residencia para artistas suizos, con estudios y centro cultural de la embajada suiza; Icarus Music (sello discográfico y bar con música en vivo) y la Oficina Italiana Di Restauri.
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