Por Pablo Novillo - Diario Clarín
Iluminan mejor, duran más y gastan menos energía. Ya pueden verse en 9 de Julio, Callao y otras avenidas. Para fines del 2015 habrán renovado el 72% de las luminarias.
Metrobus. Las nuevas luminarias con tecnología LED,
ya colocadas en la avenida 9 de Julio y México. Mejoran notablemente la
seguridad. / LEANDRO MONACHESI
A partir de ahora y hasta fines del año que viene, la Ciudad llevará adelante la reconversión del 72% de sus luminarias
para pasar a usar tecnología LED (por la sigla en inglés Light-
Emitting Diode), que permite una mejor iluminación y menos gasto, además
de que mejora la seguridad. La idea es avanzar primero por las avenidas y priorizar las grandes avenidas, los parques y los corredores del Metrobus.
La Ciudad comenzó el programa hace nueve meses, y ya lleva instaladas 14.000 luminarias en avenidas como la 9 de Julio, Santa Fe, Juan B. Justo, Juramento, Figueroa Alcorta y otras. La idea es llegar a fin de año con 55.000 lámparas, y terminar en diciembre de 2015 con las 91.000 a instalar. En total hay 126.000 luces.
El recambio progresivo, de a 3.000 lámparas por mes, tendrá algunas prioridades. “Avanzaremos primero por las avenidas, los parques y los nuevos circuitos de Metrobus”, explicó Edgardo Cenzón, ministro de Ambiente y Espacio Público. Algunas de esas avenidas serán Rivadavia, Callao, Leandro N. Alem y Cabildo. También reemplazarán las lámparas en barrios, aunque en muchos casos hará falta cambiar toda la columna.
La tecnología LED, que se desarrolló muy rápidamente en los últimos años, ofrece varias ventajas respecto de las lámparas de vapor de sodio que actualmente hay en las calles. Por un lado, la iluminación de las cuadras es mayor y más uniforme, lo que brinda una mayor seguridad, e incluso permite que las cámaras de vigilancia que hay en las calles puedan captar los rostros de la gente.
Otra ventaja importante es el ahorro. La Ciudad gasta hoy $ 124 millones anuales en energía, pero con las LED podría bajar hasta un 40% ese gasto, más un 30% el de mantenimiento porque las lámparas son más resistentes y duran unos 20 años, aunque se cree que podría servir incluso más tiempo. En el Gobierno porteño informaron que el ahorro equivale al consumo anual promedio de 14.000 viviendas, lo que permitiría recuperar en cuatro años la inversión de la colocación. El contrato se firmó con la empresa Phillips (en la licitación también se habían presentado las empresas General Electric, IEP y Reconstrucción Caños SA, y costará $ 380 millones, en dos años.
Un tercer avance es que el sistema LED permite la telegestión, un control centralizado y digital con el cual se podrá saber al instante qué lámpara se rompió y en qué lugar, para así reemplazarla más rápido. Además, a estas luminarias se les puede regular la potencia, con lo cual por ejemplo será posible aumentar la luminosidad a medida que va anocheciendo, o bien cambiar a tiempo si llega a ocurrir alguna baja de tensión, como sucedió el último verano.
Otro punto a favor es que las lámparas LED emiten menos contaminantes, como el dióxido de carbono, y al bajar el consumo de energía colaboran con el medio ambiente.
No en vano el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, buscó usar este programa como un ejemplo de una gestión de avanzada, y lo vinculó a la crisis energética nacional. “La empresa Phillips nos dijo que este contrato es el más importante que tienen a nivel mundial. Si todo el país cambiara hacia la tecnología LED se podrían ahorrar entre 400 y 600 megas por año, lo que equivale a unos $ 3.000 millones de dólares”, aseguró ayer en la presentación.
Varias ciudades del mundo vienen migrando hacia esta tecnología en los últimos años, como Londres, Boston y Sidney. La que más luminarias LED tiene es Los Angeles, que posee 141.000, con lo cual Buenos Aires quedará cerca de esa cifra.
La colocación de estas luces se suma a la autorización que hace cuatro años el Gobierno porteño les dio a las empresas de publicidad para colocar carteles LED en algunas zonas, mediante la ley de publicidad exterior.
El cambio más notorio se ve en los alrededores del Obelisco, donde la postal nocturna cambió bastante gracias a esta nueva iluminación. De hecho, el megacartel de Coca Cola, en Diagonal Norte y Carlos Pellegrini, estuvo apagado durante dos años por una orden judicial, ya que se había denunciado que la luz era tan potente que resultaba peligrosa para el tránsito.
La Ciudad comenzó el programa hace nueve meses, y ya lleva instaladas 14.000 luminarias en avenidas como la 9 de Julio, Santa Fe, Juan B. Justo, Juramento, Figueroa Alcorta y otras. La idea es llegar a fin de año con 55.000 lámparas, y terminar en diciembre de 2015 con las 91.000 a instalar. En total hay 126.000 luces.
El recambio progresivo, de a 3.000 lámparas por mes, tendrá algunas prioridades. “Avanzaremos primero por las avenidas, los parques y los nuevos circuitos de Metrobus”, explicó Edgardo Cenzón, ministro de Ambiente y Espacio Público. Algunas de esas avenidas serán Rivadavia, Callao, Leandro N. Alem y Cabildo. También reemplazarán las lámparas en barrios, aunque en muchos casos hará falta cambiar toda la columna.
La tecnología LED, que se desarrolló muy rápidamente en los últimos años, ofrece varias ventajas respecto de las lámparas de vapor de sodio que actualmente hay en las calles. Por un lado, la iluminación de las cuadras es mayor y más uniforme, lo que brinda una mayor seguridad, e incluso permite que las cámaras de vigilancia que hay en las calles puedan captar los rostros de la gente.
Otra ventaja importante es el ahorro. La Ciudad gasta hoy $ 124 millones anuales en energía, pero con las LED podría bajar hasta un 40% ese gasto, más un 30% el de mantenimiento porque las lámparas son más resistentes y duran unos 20 años, aunque se cree que podría servir incluso más tiempo. En el Gobierno porteño informaron que el ahorro equivale al consumo anual promedio de 14.000 viviendas, lo que permitiría recuperar en cuatro años la inversión de la colocación. El contrato se firmó con la empresa Phillips (en la licitación también se habían presentado las empresas General Electric, IEP y Reconstrucción Caños SA, y costará $ 380 millones, en dos años.
Un tercer avance es que el sistema LED permite la telegestión, un control centralizado y digital con el cual se podrá saber al instante qué lámpara se rompió y en qué lugar, para así reemplazarla más rápido. Además, a estas luminarias se les puede regular la potencia, con lo cual por ejemplo será posible aumentar la luminosidad a medida que va anocheciendo, o bien cambiar a tiempo si llega a ocurrir alguna baja de tensión, como sucedió el último verano.
Otro punto a favor es que las lámparas LED emiten menos contaminantes, como el dióxido de carbono, y al bajar el consumo de energía colaboran con el medio ambiente.
No en vano el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, buscó usar este programa como un ejemplo de una gestión de avanzada, y lo vinculó a la crisis energética nacional. “La empresa Phillips nos dijo que este contrato es el más importante que tienen a nivel mundial. Si todo el país cambiara hacia la tecnología LED se podrían ahorrar entre 400 y 600 megas por año, lo que equivale a unos $ 3.000 millones de dólares”, aseguró ayer en la presentación.
Varias ciudades del mundo vienen migrando hacia esta tecnología en los últimos años, como Londres, Boston y Sidney. La que más luminarias LED tiene es Los Angeles, que posee 141.000, con lo cual Buenos Aires quedará cerca de esa cifra.
La colocación de estas luces se suma a la autorización que hace cuatro años el Gobierno porteño les dio a las empresas de publicidad para colocar carteles LED en algunas zonas, mediante la ley de publicidad exterior.
El cambio más notorio se ve en los alrededores del Obelisco, donde la postal nocturna cambió bastante gracias a esta nueva iluminación. De hecho, el megacartel de Coca Cola, en Diagonal Norte y Carlos Pellegrini, estuvo apagado durante dos años por una orden judicial, ya que se había denunciado que la luz era tan potente que resultaba peligrosa para el tránsito.
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