Tras la prueba piloto realizada en Palermo, donde unos 3.000 edificios separan la basura según su origen, las campanas verdes desembarcarán este año en otros cinco barrios porteños. En este primer trimestre, unos 400 contenedores llegaron a Recoleta, con el apoyo de 35 concientizadores que les explicarán a los vecinos puerta a puerta el funcionamiento del nuevo sistema. En mayo, el Gobierno porteño planea instalar otras mil campanas verdes en Belgrano, Núñez, Colegiales y Caballito. El objetivo final será colocar unas 15 mil campanas en toda la Ciudad.
Estos contenedores, que tienen una altura de 1,60 metro y en su parte superior poseen una ranura por donde se introducen los materiales reciclables, están ubicados principalmente en las esquinas para no afectar la entrada de los comercios y edificios particulares.
El ministro de Ambiente y Espacio Público, Edgardo Cenzón, solicitó a los vecinos realizar un correcto uso: “Por un lado tenemos el circuito domiciliario, donde es esencial la separación en origen, que luego debe sostenerse con los encargados en los casos de la propiedad horizontal. Las campanas verdes son una rueda de auxilio para los vecinos que viven en casas bajas o PH y son operadas por la misma cooperativa de recuperadores urbanos que recolecta directamente de los frentistas”.
A diferencia de los recipientes negros, los verdes reciben residuos secos, como las botellas de plástico o vidrio, los envases, las bolsas de papel o plástico, los sachets, los bidones, las radiografías, latas de aluminio, llaves, cadenas o cualquier material de zinc, bronce u otros metales.
no están bien diseñados ,tendría que abrirse una puerta superior , y la que queda tendría que ir con una traba
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