A pocas horas del inicio de la Clase Tornado -el rey de los catamaranes-, apareció la sorpresa de estos Juegos: el revolucionario spinnaker asimétrico que habían estado desarrollando en secreto y que finalmente sacaron a la luz los equipos holandés, estadounidense y australiano.
Más chico y más plano que los asimétricos que hasta ahora venían utilizando en la Clase, rápidamente apodado "Código Cero" por su similitud con este tipo de velas que usan los multicascos de mayor porte, permite obtener una considerable ventaja en velocidad en ceñida (con vientos frontales) y, sobre todo leves, como se espera que prevalezcan durante estas competencias. Sin embargo, para la mayor parte de la flota olímpica, la nueva vela de proa es absolutamente contraria al espíritu y el texto de las reglamentaciones vigentes.
Entre las protestas más firmes elevadas a las autoridades olímpicas por los equipos de varios países (Francia y Austria, entre otros) se cuenta la firmada por Santiago Lange, destacando el vacío legal que dejó el cambio de normativas introducido a fin de que pudieran largar las regatas con vientos inferiores a los seis nudos (poco más de 11 km/h), el límite mínimo usual para la Clase Tornado.
El tamaño del Tornado es de 6.10 m, fue diseñado por Rodney March en 1967. Su perfomance mejoro sustancialmente con el agregado de un spinnaker en el 2001.
Longitud: 6,10 m
Ancho: 3,05 m
Jib principal: 24 m²
Gennacker: 25 m²
Peso: 160 kg
Fuente: http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=712584&s=oli&type=story (modificado)