El turismo cultural es la apuesta del Gobierno de la Ciudad para dinamizar la zona del Abasto, de acuerdo a un plan que fue presentado ayer conjuntamente por los ministros de Cultura, Hernán Lombardi, y de Desarrollo Urbano, Daniel Chain."La oferta turística porteña está habitualmente vinculada a Recoleta, San Telmo, La Boca o Puerto Madero. Ahora queremos diversificar la propuesta y crear nuevos lugares, que es lo que se hace en muchas ciudades del mundo, donde ya se entendió que con el marketing no alcanza para atraer turistas", dijo Lombardi ante un auditorio de vecinos y comerciantes del Abasto, que se reunieron en el Teatro El Cubo, de Zelaya al 3000, para apoyar la iniciativa.
Justamente el pasaje Zelaya, que tiene dos cuadras (va de Agüero a Jean Jaurés) será uno de los ejes de esta movida. Se lo reformará, según se anunció, de modo que los peatones tengan prioridad sobre los vehículos: se nivelarán calzadas y veredas, se colocarán bancos y nuevas luminarias. Es el mismo plan que ya se puso en marcha en la calle Reconquista entre Marcelo T. de Alvear y Córdoba, en Retiro, y también en el pasaje Carabelas, en el Centro."Será una calle de convivencia en la que habrá más comodidades para el peatón, pero no será peatonal, más allá de que eventualmente se interrumpirá el tránsito los fines de semana para la realización de espectáculos culturales", dijo el subsecretario de Proyectos de Urbanismo, Jorge Sábato.
En cuando a la propuesta cultural, los teatros independientes y el tango son los dos ejes centrales que marcan la identidad del Abasto, según Lombardi. Para ponerlos en primer plano, se colocará señalización y se capacitará a los canillitas, taxistas y mozos, con cursos de cuatro clases sobre la historia y el patrimonio del Abasto, zona que, como se encargó de aclarar el ministro, tiene personalidad propia en Buenos Aires pero no es un barrio, sino que está dentro del de Balvanera.
Según Lombardi, de las 176 salas de teatro independiente que existen en Buenos Aires, aproximadamente el 40% está en el Abasto.También se prometió colocar cartelería turístitica, organizar visitas guidas y alentar más intervenciones urbanas como la que hoy puede verse sobre un muro en el pasaje Zelaya, en el que está pintada la partitura para piano del tango Volver.La presencia del Festival de Cine Independiente, que todos los años tiene como una de sus sedes a las salas del Shopping Abasto, y del Museo Casa de Carlos Gardel fueron señalados como otras claves del atractivo de la zona.
Fuente: Diario Clarín