Estos explosivos terrestres datan del gobierno dictatorial de Augusto Pinochet. Desde la Argentina reclaman ubicación exacta y finalización del proceso de desminado.
Marcelo Guinle, senador nacional por Chubut, presentó la semana pasada ante las autoridades nacionales un pedido de informes sobre la presunta existencia de campos minados en la frontera entre Argentina y Chile. Según datos del propio Ministerio de Defensa trasandino, publicados por el diario local El Mecurio, existen 181 campos con 122.909 minas antipersonales a lo largo del límite internacional, que es de 5.000 kilómetros.
La intención del legislador es pedirle a la Cancillería argentina que detalle ante el Senado qué información tiene acerca de esta situación, la ubicación geográfica de los campos y el proceso de desminado, que Chile asegura haber comenzado, en concordancia con lo estipulado por el Tratado de Ottawa. Según sus autoridades, ya se levantaron 14 campos minados que contaban con cerca de 10 mil artefactos explosivos, publicó el diario La Nación. Guinle también reclama la fecha estimada de finalización de este proceso.
El Tratado de Ottawa, firmado por 156 países (entre ellos la Argentina y Chile), prohíbe el empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonales, y establece plazos para la destrucción de los artefactos guardados y el desminado de las zonas afectadas. La Argentina y Chile concluyeron con la destrucción de estos explosivos en sus arsenales en 2003.