A medida que las temperaturas de la Tierra aumentan, se está produciendo un cambio en los patrones de las enfermedades infecciosas en el mundo. La temperatura es un factor clave en el crecimiento y propagación de mosquitos. Ésa es la advertencia de un grupo de científicos presentada durante la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Microbiología en Toronto, Canadá.
Los científicos no conocen cómo serán exactamente esos cambios, pero están de acuerdo en que no serán positivos. Los cambios del medio ambiente, dicen los investigadores, siempre se han asociado con la aparición de nuevas enfermedades o el regreso de antiguos males. "A medida que se produzcan más cambios -afirmó durante la conferencia el doctor Stephen Morse, de la Universidad de Columbia- podremos esperar muchas sorpresas".
Los investigadores afirman que una de las enfermedades cuyos cambios pueden predecirse con relativa certeza es la malaria. En las montañas de zonas endémicas la enfermedad no se propaga actualmente sobre cierta altitud porque las temperaturas son muy frías para los mosquitos. Pero a medida que aumenten las temperaturas la malaria llegará a esas zonas, sostienen los científicos.
Los expertos afirman que uno de los primeros indicadores de las temperaturas en aumento, es que veremos a la malaria "escalar montañas". El clima es un factor clave tanto en el crecimiento de la población de mosquitos que transmiten la enfermedad, como el desarrollo del parásito", dijo a BBC Ciencia la doctora Mercedes Pascual, experta en ecología y salud de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos. "Es por eso que la malaria es mucho más endémica en zonas más bajas, donde la temperatura es más alta".
Tal como explica la experta, donde ahora podemos esperar los cambios más grandes es en las zonas límites, donde debido a la temperatura más fría la población no está expuesta a la enfermedad constantemente y por lo tanto no tiene inmunidad.
Se ha incrementado el tamaño de las epidemias de malaria. Lo que es más difícil, afirman los investigadores, es predecir la dirección que tendrán los cambios o el grado en que se propagarán las enfermedades.
Otro de los temores de los expertos es que con las alteraciones climáticas se podría modificar el patrón de la gripe. Es probable que la enfermedad ataque a la población durante todo el año en regiones extensas del planeta donde ahora la enfermedad es estacional.
Hoy en día la influenza es un evento anual en las regiones tropicales. Pero si la masa de aire tropical que rodea al ecuador se expande -dice el informe- otras áreas del planeta perderán sus estaciones y podrían también sufrir la enfermedad durante todo el año.
Los científicos advierten que, a menos que nos preparemos, los eventos climáticos extremos también conducirán a más enfermedades. Los huracanes, tifones y tornados, así como las tormentas intensas, están empeorando la infraestructura de agua potable y aguas residuales.
Estos cambios en la distribución de las enfermedades van a continuar y efectivamente, podremos esperar muchas sorpresas Esto, dicen los expertos, genera contaminación en los abastecimientos de agua lo que genera un aumento en los patógenos transmisores de enfermedades infecciosas.
El calentamiento global también tendrá efectos indirectos en las enfermedades infecciosas. Por ejemplo, el impacto de las temperaturas en la agricultura podría conducir a cambios importantes en la transmisión y distribución de enfermedades.
Si la agricultura comienza a fallar en una zona particular debido a una sequía, más gente se mudará hacia las ciudades, explican los científicos.
Y las altas densidades de población, especialmente en países en desarrollo, están asociadas a enfermedades como el VIH, tuberculosis, infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas sexualmente.
"La temperatura es uno de los factores -dice la doctora Pascual- también hay que considerar factores como cambios en el uso de la tierra o la resistencia a los medicamentos". "Pero ya hoy, por ejemplo en los casos de malaria, estamos observando cambios muy drásticos en el tamaño de las epidemias". "Estos cambios en la distribución de las enfermedades van a continuar y efectivamente, podremos esperar muchas sorpresas", señala la experta.
Fuente: BBC Mundo
Los científicos no conocen cómo serán exactamente esos cambios, pero están de acuerdo en que no serán positivos. Los cambios del medio ambiente, dicen los investigadores, siempre se han asociado con la aparición de nuevas enfermedades o el regreso de antiguos males. "A medida que se produzcan más cambios -afirmó durante la conferencia el doctor Stephen Morse, de la Universidad de Columbia- podremos esperar muchas sorpresas".
Los investigadores afirman que una de las enfermedades cuyos cambios pueden predecirse con relativa certeza es la malaria. En las montañas de zonas endémicas la enfermedad no se propaga actualmente sobre cierta altitud porque las temperaturas son muy frías para los mosquitos. Pero a medida que aumenten las temperaturas la malaria llegará a esas zonas, sostienen los científicos.
Los expertos afirman que uno de los primeros indicadores de las temperaturas en aumento, es que veremos a la malaria "escalar montañas". El clima es un factor clave tanto en el crecimiento de la población de mosquitos que transmiten la enfermedad, como el desarrollo del parásito", dijo a BBC Ciencia la doctora Mercedes Pascual, experta en ecología y salud de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos. "Es por eso que la malaria es mucho más endémica en zonas más bajas, donde la temperatura es más alta".
Tal como explica la experta, donde ahora podemos esperar los cambios más grandes es en las zonas límites, donde debido a la temperatura más fría la población no está expuesta a la enfermedad constantemente y por lo tanto no tiene inmunidad.
Se ha incrementado el tamaño de las epidemias de malaria. Lo que es más difícil, afirman los investigadores, es predecir la dirección que tendrán los cambios o el grado en que se propagarán las enfermedades.
Otro de los temores de los expertos es que con las alteraciones climáticas se podría modificar el patrón de la gripe. Es probable que la enfermedad ataque a la población durante todo el año en regiones extensas del planeta donde ahora la enfermedad es estacional.
Hoy en día la influenza es un evento anual en las regiones tropicales. Pero si la masa de aire tropical que rodea al ecuador se expande -dice el informe- otras áreas del planeta perderán sus estaciones y podrían también sufrir la enfermedad durante todo el año.
Los científicos advierten que, a menos que nos preparemos, los eventos climáticos extremos también conducirán a más enfermedades. Los huracanes, tifones y tornados, así como las tormentas intensas, están empeorando la infraestructura de agua potable y aguas residuales.
Estos cambios en la distribución de las enfermedades van a continuar y efectivamente, podremos esperar muchas sorpresas Esto, dicen los expertos, genera contaminación en los abastecimientos de agua lo que genera un aumento en los patógenos transmisores de enfermedades infecciosas.
El calentamiento global también tendrá efectos indirectos en las enfermedades infecciosas. Por ejemplo, el impacto de las temperaturas en la agricultura podría conducir a cambios importantes en la transmisión y distribución de enfermedades.
Si la agricultura comienza a fallar en una zona particular debido a una sequía, más gente se mudará hacia las ciudades, explican los científicos.
Y las altas densidades de población, especialmente en países en desarrollo, están asociadas a enfermedades como el VIH, tuberculosis, infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas sexualmente.
"La temperatura es uno de los factores -dice la doctora Pascual- también hay que considerar factores como cambios en el uso de la tierra o la resistencia a los medicamentos". "Pero ya hoy, por ejemplo en los casos de malaria, estamos observando cambios muy drásticos en el tamaño de las epidemias". "Estos cambios en la distribución de las enfermedades van a continuar y efectivamente, podremos esperar muchas sorpresas", señala la experta.
Fuente: BBC Mundo