Hace ya un tiempo que el primer tren comercial de levitación magnética echó a andar en ese último día de 2002.
Los tres vagones, que literalmente flotan sobre los rieles gracias a la tecnología "maglev" (magnetic levitation), recorrieron el trayecto entre la ciudad de Shangai y su aeropuerto.
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el primer ministro chino, Zhu Rongji, estaban entre los afortunados primeros pasajeros, junto con trabajadore chinos, ingenieros alemanes y el alcalde de la ciudad.
El tren fue construido y diseñado por el consorcio Transrapid, en el que están involucrados las firmas Thyssenkrupp AG, Siemens AG y el gobierno alemán.
A una velocidad de 400 km. por hora, sólo le toma 8 minutos realizar el trayecto de 30 kilómetros que separa el aeropuerto de Shangai del centro de la ciudad.
El viaje en taxi actualmente puede demorarse una hora.
Zhu Rongji celebró el éxito del primer viaje con una broma, aclaró a su audiencia que él no había comprado ningún seguro de vida para él o su familia antes de subirse al tren.
Pero también hubo un momento para la seriedad.
"Tengo absoluta confianza que la tecnología 'maglev' tiene un gran futuro en China", dijo el primer ministro.
Schroeder habló de un sueño hecho realidad y confió que el gobierno chino utilice el mismo consorcio alemán para el trayecto entre Shangai y Pekín, un contrato que "ayudaría" a la alicaída economía de Alemania con miles de millones de dólares.
Los tres vagones, que literalmente flotan sobre los rieles gracias a la tecnología "maglev" (magnetic levitation), recorrieron el trayecto entre la ciudad de Shangai y su aeropuerto.
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el primer ministro chino, Zhu Rongji, estaban entre los afortunados primeros pasajeros, junto con trabajadore chinos, ingenieros alemanes y el alcalde de la ciudad.
El tren fue construido y diseñado por el consorcio Transrapid, en el que están involucrados las firmas Thyssenkrupp AG, Siemens AG y el gobierno alemán.
A una velocidad de 400 km. por hora, sólo le toma 8 minutos realizar el trayecto de 30 kilómetros que separa el aeropuerto de Shangai del centro de la ciudad.
El viaje en taxi actualmente puede demorarse una hora.
Zhu Rongji celebró el éxito del primer viaje con una broma, aclaró a su audiencia que él no había comprado ningún seguro de vida para él o su familia antes de subirse al tren.
Pero también hubo un momento para la seriedad.
"Tengo absoluta confianza que la tecnología 'maglev' tiene un gran futuro en China", dijo el primer ministro.
Schroeder habló de un sueño hecho realidad y confió que el gobierno chino utilice el mismo consorcio alemán para el trayecto entre Shangai y Pekín, un contrato que "ayudaría" a la alicaída economía de Alemania con miles de millones de dólares.
Fuente: BBC Mundo