Las restricciones unilaterales a las exportaciones al agro como las que adoptó la Argentina contribuyeron a la espiralización del precio mundial de los alimentos, según un crítico documento del Banco Mundial (BM), que será discutido hoy en la cumbre de ministros de Economía de América que se realizará en Cancún. Ayer, el presidente del BM, Roberto Zoellick, mantuvo un encuentro con el ministro de Economía, Carlos Fernández -que está en México para participar de la cumbre- en el cual analizaron la crisis alimentaria mundial, según voceros de la cartera.
En la reunión, Fernández pidió una ampliación del financiamiento previsto para el período 2009-2011, cuyo monto será destinado a obras de infraestructura social, como construcción de cloacas y caminos y mejoras del sistema de salud. Ya está prevista una línea de crédito de entre 1000 y 1100 millones de dólares por año, hasta 2011.
El documento, que expone críticas a las trabas para exportar, fue presentado ya por Zoellick ante el Grupo de los Ocho (que reúne a los países más ricos). El estudio aclara en primer término que los factores fundamentales que explican la crisis de alimentos son "el alza del precio de la energía y los fertilizantes, la continua depreciación del dólar, el fuerte incremento del uso de cereales y aceites vegetales para biodiésel y una baja en el stock global de granos por cambios en la política de EE.UU. y la Unión Europea".
A continuación, se indica que hubo decisiones "contraproducentes" que acentuaron el problema por parte de países clave en la exportación e importación de estos productos. Resalta "la introducción de restricciones a la exportación y prohibiciones, como las que aplicaron India, China y Vietnam al arroz, o la Argentina, Kazakhztán y Rusia al trigo, que restringieron la oferta global y agravaron los faltantes". "Acciones unilaterales por parte de los países exportadores redujeron la confianza en los mercados y llevaron a un peor resultado para todos. El resultado ha sido el refuerzo de la espiral de precios", concluye el documento.
Desde América latina, una de las respuestas la dará México, al proponer un mecanismo de diálogo permanente. Además de los ministros y de Zoellick, participarán el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.
El director del BM para México y Colombia, Axel Van Trotsenburg, dijo en diálogo telefónico con LA NACION que "a diferencia de Africa, que es importador neto de alimentos, América latina está en una situación diferente -salvo por el Caribe-, pero eso no le resta importancia a esta idea de México de crear un mecanismo de diálogo para resolver temas esenciales, como el que tiene la Unión Europea". Propuestas Zoellick ya logró la aprobación en el banco de un fondo para asistir a las naciones más afectadas y presentó un programa de 10 puntos al Grupo de los Ocho, la semana pasada en Osaka, Japón.
Las propuestas son:
-Continuar con el uso de programas de emergencia para apoyar sobre todo la compra local de alimentos.
-Respaldar los planes de protección social como la alimentación en escuelas y trabajos para los más vulnerables.
-Asegurar la provisión inmediata de semillas y fertilizantes de los países más afectados para las siembras.
-Duplicar la ayuda total en agricultura para inversiones en infraestructura rural, agua e irrigación.
-Crear un ambiente favorable para la inversión privada en agronegocios.
-Estimular instrumentos innovadores para el manejo del riesgo, como los seguros para maíz para pequeños agricultores.
-Acuerdo para suavizar subsidios de Estados Unidos y Europa en biofuel derivado de semillas de aceite.
-Coordinar entre los exportadores e importadores más importantes para romper la espiral de precios.
-Llamar a la inmediata eliminación de restricciones en ayuda humanitaria de alimentos y a las exportaciones para los países menos desarrollados.
-Mover con más fuerza la ronda de Doha de la OMC, para reducir subsidios de los productores y aranceles de importación.
-Explorar opciones institucionales y compartir información sobre stocks de cada país y sobre precios globales.
-Continuar con el uso de programas de emergencia para apoyar sobre todo la compra local de alimentos.
-Respaldar los planes de protección social como la alimentación en escuelas y trabajos para los más vulnerables.
-Asegurar la provisión inmediata de semillas y fertilizantes de los países más afectados para las siembras.
-Duplicar la ayuda total en agricultura para inversiones en infraestructura rural, agua e irrigación.
-Crear un ambiente favorable para la inversión privada en agronegocios.
-Estimular instrumentos innovadores para el manejo del riesgo, como los seguros para maíz para pequeños agricultores.
-Acuerdo para suavizar subsidios de Estados Unidos y Europa en biofuel derivado de semillas de aceite.
-Coordinar entre los exportadores e importadores más importantes para romper la espiral de precios.
-Llamar a la inmediata eliminación de restricciones en ayuda humanitaria de alimentos y a las exportaciones para los países menos desarrollados.
-Mover con más fuerza la ronda de Doha de la OMC, para reducir subsidios de los productores y aranceles de importación.
-Explorar opciones institucionales y compartir información sobre stocks de cada país y sobre precios globales.
Fuente: Por Martín Kanenguiser (Diario La Nación)