Es fundamental, para el bien de nuestro caladero, dar solución con inteligencia y patriotismo a la crisis del INIDEP. Observamos con gran preocupación, que la difícil situación que se vive en el principal instituto de investigación pesquera del país, que incluye una nueva y reciente huelga de dos días de duración, se aleja más y más de una solución.
La información periodística menciona que la asamblea de trabajadores del INIDEP declaró un paro total de actividades los días 5 y 6 de junio, ante la falta de respuesta por parte de las autoridades a los reclamos efectuados, muchos de los cuales - señalaron - tienen años de vigencia.
Este nuevo planteo se suma al paro de la flota de Buques de Investigación, cuyas tres unidades llevan más de tres meses de parálisis absoluta. Excepto por la última campaña del BIP Holmberg de juveniles de merluza, los otros barcos están a muelle desde fines del año pasado.
Vale la pena recordar que el Régimen Federal de Pesca - Ley 24.922, establece en su artículo 12, que “El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero -INIDEP- administrará y dispondrá de los buques de investigación pesquera de propiedad del Estado Nacional, conforme a los requerimientos y políticas que oportunamente se establezcan, debiendo determinar anualmente el rendimiento máximo sostenible de las especies”.
Asimismo, el Decreto 1063/2004 determina los siguientes objetivos para el instituto:
1. Proponer a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, la planificación de los programas y proyectos de investigación referidos a los recursos pesqueros y medio ambiente, entendiendo en la ejecución y control de los mismos y propendiendo a su mejor utilización y explotación económica sostenible. Determinar anualmente el rendimiento máximo sostenible de las especies y proponer medidas alternativas o complementarias de ordenación.
2. Planificar y ejecutar estudios sobre el perfeccionamiento y desarrollo de los sistemas de captura, embarcaciones, artes de pesca y selectividad de las mismas.
3. Entender en las investigaciones relativas a procesos y productos tecnológicos conducentes a una mejor utilización de los recursos pesqueros.
4. Desarrollar y/o adaptar tecnologías de cultivos para organismos acuáticos de valor comercial.
5. Realizar los programas de capacitación de personal del área.
En la actual situación el Instituto no puede cumplir con estos objetivos. El paro de profesionales técnicos, científicos, administrativos, personal embarcado dejan al Instituto en un estado de parálisis total. No es nuestra intención juzgar quién tiene razón, ni la legitimidad de los reclamos sindicales. Pero no puede dejar de alertarse que uno de los pilares para la correcta administración del caladero, es el normal funcionamiento de su área científica, y que esto no está sucediendo.
Tal vez resulte útil para entender esta ya endémica crisis del INIDEP el preguntarse a quién o quiénes, resulta funcional el desconocimiento del estado de nuestros stocks ictícolas. La repuesta es clara: “A quienes se benefician escondiendo la verdadera situación del caladero, evitando la aplicación de medidas urgentes y demorando las importantes decisiones por tomar”.
En otro orden, la imagen de seriedad que caracterizó a las informaciones provenientes de la investigación del organismo, han comenzado a decaer. Cabe recordarse que para la evaluación del recurso langostino, necesaria para recomendar la apertura de la zona en la presente campaña, debió recurrirse a la colaboración de un buque comercial que se puso a disposición del Instituto.
Un observador inadvertido, podría legítimamente preguntarse cuál es la real necesidad de contar con barcos específicos de investigación, si las evaluaciones pueden manejarse con la información obtenida desde los buques comerciales. Lo cierto es que la información obtenida mediante dichas alternativas, más allá de resultar un paliativo, carece de la extensión, profundidad y precisión requeridas para asegurar un monitoreo óptimo.
Las demoras causadas por el conflicto gremial, han afectado con igual intensidad a las evaluaciones de calamar. Esta circunstancia resulta – en virtud de la particular área de distribución de la especie- doblemente grave. En efecto, la falta de campañas no sólo impide contar con información clave para el buen manejo de la temporada, sino que coloca al país en inferioridad de condiciones frente a otros estados activos en la pesca de este importante recurso en el área.
Es fundamental entonces, para el bien de nuestras pesquerías, que se encuentren solución con inteligencia y responsabilidad para la actual crisis del INIDEP. Es nuestra intención, como argentinos preocupados por las cosas del mar, alertar sobre las funestas consecuencias de permitir que nuestra investigación pesquera deje de ser una eficiente herramienta en manos del estado argentino, y se convierta en un instrumento intrascendente, y aun pasible de ser usado como excusa para la ocultación de información científica crítica.
Fuente: http://www.nuestromar.org/