Con una inversión del orden de los 1.500 millones de dólares, la empresa angloaustraliana Río Tinto proyecta llevar a cabo un trabajo de explotación de yacimientos de potasio en el sur de Mendoza, cuyo producto se exportaría a través del puerto de Ingeniero White, para lo cual está a punto de firmarse el respectivo convenio con el Consorcio de Gestión a fin de establecer las pautas de su radicación.
El transporte de la mercadería desde la zona de origen, para ser embarcada aquí con destino a sus mercados externos, se haría por ferrocarril, lo cual implicará la realización de nuevos accesos a los muelles locales.
Sin embargo, la iniciativa todavía está siendo sometida a algunas acechanzas, sobre todo desde el punto de vista ambiental, por cuanto --sobre todo en la provincia cuyana-- se entiende que la acumulación de la sal residual podría constituir una amenaza para el río Colorado, que tiene allí su nacimiento. Precisamente, el viernes de la corriente semana, en el área de Corfo, se realizará una reunión con la participación de diversos sectores interesados --incluidos de Mendoza--, con la finalidad de analizar el problema y establecer los caminos a seguir.
Desde el Comité Interjusidiccional del Río Colorado (Coirco) se solicitó a la empresa la reubicación del depósito de sal, pero ésta respondió que el lugar elegido es el más apropiado y seguro. Por encontrarse a sólo cinco kilómetros de dicho curso, sectores productivos y técnicos, en cambio, estiman que ello supondría un riesgo que se traduciría en la salinización del río, cuyas consecuencias se percibirían aguas abajo, inclusive en el valle bonaerense, donde la actividad frutihortícola está supeditada al riego proveniente del Colorado.
El deposito de sal llegaría a cubrir no menos de 200 hectáreas, con una altura máxima de 50 metros. La población más cercana sería Rincón de los Sauces, ciudad neuquina ubicada a 70 kilómetros.
Resulta atendible, desde todo punto de vista, que en las provincias involucradas en el cauce del Colorado se requieran las mayores seguridades en torno de la explotación de los yacimientos de potasio, por cuanto cualquier incidente podría derivar en efectos altamente nocivos para la calidad del agua y, en última instancia, para los consumidores de los productos que se cosechan en las tierras regadas. De ahí que la reunión a celebrarse el próximo viernes será una ocasión propicia a los efectos de conocer otros pormenores sobre las acciones promovidas. De todas maneras, cabe subrayar declaraciones de voceros de la compañía extranjera, en el sentido de que no se iniciará la explotación mientras el Coirco no preste su conformidad en relación con las cuestiones medioambientales.
La protección del río -generador, en los distritos de Villarino y Patagones, de una voluminosa producción frutihortícola de la cual dependen varios pueblos y miles de familias- impone actuar con sensatez y con las debidas medidas preventivas. De lo contrario -reconociendo, por supuesto, la magnitud de la inversión y el aporte que ello significaría para la industria minera-, se cometería un daño quizás irreparable para uno de los principales ríos de la Argentina.
Fuente: Diario La Nueva Provincia