La doctrina de Sarkozy está acompañada de una revisión de la defensa francesa a cargo de 35 expertos, la primera en los últimos 14 años, que se plasmó en un "Libro Blanco".
Los anuncios suponen cambios especialmente importantes para el Ejército francés, el más grande de la Unión Europea, que ahora debe pasar a ser más pequeño, dinámico y mejor equipado.
La nueva política también prevé duplicar el presupuesto de inteligencia y cerrar bases militares.
"Es un esfuerzo para reorientar el sistema de Defensa francés a los desafíos actuales", dijo Etienne de Durand, responsable del Centro de Estudios de Seguridad en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRIS).
Los anuncios suponen cambios especialmente importantes para el Ejército francés, el más grande de la Unión Europea, que ahora debe pasar a ser más pequeño, dinámico y mejor equipado.
La nueva política también prevé duplicar el presupuesto de inteligencia y cerrar bases militares.
"Es un esfuerzo para reorientar el sistema de Defensa francés a los desafíos actuales", dijo Etienne de Durand, responsable del Centro de Estudios de Seguridad en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRIS).
En diálogo con BBC Mundo, el experto sostuvo que Sarkozy intenta además resolver problemas financieros heredados desde el fin de la Guerra Fría, cuando se cortaron recursos en Defensa pero se lanzaron nuevos programas costosos. Sarkozy presentó su plan ante unos 3.000 oficiales de las fuerzas armadas.Durante su discurso, Sarkozy dijo que "gracias a la efectividad" de sus fuerzas de seguridad, Francia no ha sido atacada en años recientes. Pero advirtió que la amenaza terrorista podría adquirir una forma "aún mas grave, con medios radiológicos, químicos y biológicos".
Sarkozy indicó que hasta 10.000 soldados pasarían a estar asignados a tareas de seguridad nacional, como eventuales ataques cibernéticos o pandemias. Sus planes incluyen más recursos para satélites y equipos de vigilancia modernos. Como contrapartida, se recortarán más de 50.000 puestos militares y civiles de defensa. Las Fuerzas Armadas francesas deberán pasar a tener 224.000 efectivos dentro de siete años, contra los 271.000 actuales. La cantidad de soldados listos para el combate pasará de 50.000 a 30.000. Los anuncios incluyen el cierre de decenas de bases militares, incluidas cuatro permanentes en África.
Terrorismo y ciber-ataques son prioritarios en la nueva doctrina. La coordinación de la nueva política de seguridad francesa pasará a estar directamente a cargo de la Presidencia, en vez del primer ministro como hasta ahora. De hecho, el Elíseo tendrá un Consejo de Seguridad Nacional similar al que funciona dentro de la Casa Blanca. También habrá un coordinador nacional de inteligencia, como en Estados Unidos.
Durante su discurso, Sarkozy confirmó que Francia volverá a integrar el comando militar integrado de la OTAN, del que su antecesor Charles de Gaulle se retiró en 1966 en un gesto de independencia hacia Estados Unidos. Sin embargo, Sarkozy aclaró que la disuasión nuclear continuará bajo la tutela "estrictamente nacional".
El presidente también aseguró que los servicios de inteligencia franceses respetarán "los valores republicanos". La frase pareció un intento de calmar a la ciudadanía ante los cambios, que pasarán a debatirse en el Parlamento. Si resultan aprobados, las reformas en la seguridad francesa quedarían consagradas en una reforma constitucional que discuten los legisladores.
Jean-Jacques Kourliandsky, investigador del Instituto francés de Relaciones Internacionales Estratégicas, anticipó que "va a haber un debate" sobre el tema, ante posibles dudas incluso en las filas de la UMP de Sarkozy. "Son cambios que pueden aparecer como una ruptura bastante fuerte también para sus correligionarios políticos", dijo Kourliandsky a BBC Mundo.
Jean-Jacques Kourliandsky, investigador del Instituto francés de Relaciones Internacionales Estratégicas, anticipó que "va a haber un debate" sobre el tema, ante posibles dudas incluso en las filas de la UMP de Sarkozy. "Son cambios que pueden aparecer como una ruptura bastante fuerte también para sus correligionarios políticos", dijo Kourliandsky a BBC Mundo.
Fuente: por Gerardo Lissardy (BBC Mundo)