sábado, 14 de junio de 2008

Desarrollo: Países pobres impulsan inversiones

Las economías en desarrollo están atrayendo inversiones de alta tecnología. Hay cada vez más pruebas de que se está produciendo un cambio en el poder de negocios a nivel global, ya que las inversiones en el extranjero de las economías en desarrollo se han convertido en un enorme factor en la economía mundial.

En su último informe, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) confirmó la tendencia, que ha generado especulaciones, sobre las compras millonarias de empresas europeas por parte de compañías de países en desarrollo, que incluyen la acería india Tata.

Según la UNCTAD, las inversiones extranjeras directas de países en desarrollo y economías en transición, como Rusia y la ex Unión Soviética, creció un 5% -US$133.000 millones- en 2005.
Más y más empresas de naciones en desarrollo están demostrando su poderío e invirtiendo en el extranjero. Y no se trata de un tráfico en una sola dirección. Las inversiones extranjeras también están fluyendo hacia economías en desarrollo, con US$355.000 millones -cerca de un tercio del total- destinadas a las naciones más pobres, mucho más de lo que se provee en ayuda financiera.
La UNCTAD estima que la inversión destinada a países en desarrollo se ha casi duplicado en dos años, desde US$175.000 millones en 2003.

El boom es alimentado por el rápido crecimiento económico -especialmente de China y de India-, los altos precios de la materia prima y la creciente liberalización de muchas economías en desarrollo, lo que ha facilitado las inversiones, explica el informe. Como resultado, ha sido un año récord para las inversiones extranjeras, que ya se han recuperado sólidamente de la desaceleración que había empezado en 2001.
Los flujos totales de inversiones extranjeras directas subieron un 29% -US$916.000 millones-, profundizadas por fusiones internacionales en países ricos, afirma la UNCTAD.
En total, las compañías de los países en desarrollo ahora son dueñas de US$1.4 billones en bienes en el extranjero, por encima de los US$148.000 millones de 1990. Asia se ha transformado en la región más beneficiada por la inversión extranjera. Estos bienes están altamente concentrados en manos de unas pocas empresas, de unos cuantos países del tercer Mundo, que son propietarias de gran parte de esos bienes. La porción más grande es la de China, que acumula un tercio del total. También son inversores importantes los centros financieros off-shore, como las Islas Vírgenes británicas y Singapur.

A su vez, la UNCTAD afirma que ha habido un fuerte crecimiento de inversiones en el extranjero por parte de empresas de países ricos en recursos naturales, como Rusia y Sudáfrica. Rusia, por ejemplo, ha invertido fuertemente en el sudeste de Europa y en la ex Comunidad de Estados Independientes (CEI), no sólo en petróleo, gas y minería, sino también en empresas de telecomunicaciones.

Por otra parte, la inversión directa de países exportadores de petróleo del occidente asiático, como Kuwait, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, creció a US$16.000 millones en 2005, comparado con los US$7.000 millones en 2004. Sin embargo, el patrón general de esta última década muestra el surgimiento de Asia como una fuente de inversión, dejando atrás a América Latina, que ha sufrido una serie de crisis económicas.

Los países en desarrollo han estado incrementando sus inversiones en el sector de servicios más que en los sectores de manufactura o producción primaria, como la minería o la extracción de petróleo, dice el reporte de la UNCTAD.

China acumula un tercio de los bienes en el extranjero de empresas del mundo en desarrollo.
Estas incluyen inversiones inmobiliarias, telecomunicaciones y servicios financieros. En términos de manufactura, los sectores más importantes son los electrónicos, minerales, goma y plásticos.
Y muchas de esas inversiones directas de los países en desarrollo van a otros países de la misma región, algo que se da más frecuentemente en Asia.

África está creciendo en importancia, indicó la UNCTAD, ya que el 28% de sus inversiones directas extranjeras se realizan en países en desarrollo, el doble del promedio mundial.
Estas tendencias también pueden ser apreciadas al ver a las compañías más grandes del mundo en desarrollo en términos de bienes en el extranjero. De las 100 empresas líderes en esa zona, 35 son de China o Hong Kong y 15 de Taiwán, subraya el informe.

Entre los principales inversores en el extranjero están las petroleras malayas y venezolanas, dos compañías de electrónica coreanas y la principal empresa de telecomunicaciones de Singapur.
Sin embargo, cuatro de las diez principales tienen propietarios chinos, incluyendo Hutchison Whampoa (que tiene amplios intereses en telecomunicaciones), Jardine Matheson, CITEC y China Ocean Shipping. En total, las 50 principales compañías transnacionales tienen US$1.1 trillones de bienes (de los que US$336.000 se encuentran en el extranjero), emplean a 3.3 millones de personas y tienen ventas de US$738.000 por año.
El flujo de dinero que entra a los países en desarrollo también ha aumentado, ya que compañías multinacionales gigantes las encuentran atractivas para sus inversiones. El surgimiento de compañías transnacionales en las economías en desarrollo es parte de un profundo cambio en la economía mundial. Nuevamente, estos flujos han estado concentrados en pocos países y pocas regiones y Asia recibe el principal flujo de inversiones extranjeras. China continúa siendo el principal receptor, con US$72.000 en 2005, seguida de Hong Kong, con US$36.000 millones, y Singapur, con US$20.000.

Las cinco principales economías en desarrollo (que también incluyen a México y Brasil) significan casi la mitad de toda la inversión total. Pero hubo un fuerte crecimiento en los flujos de inversión al sur asiático, con un incremento del 21% en India, 50% en Bangladesh y 95% en Pakistán.
La región asiática también estaba atrayendo una mayor proporción de alta tecnología e inversiones en el sector de los servicios.

Por su lado, África tuvo un alto crecimiento proporcional, con US$31.000 millones invertidos en 2005 contra US$17.000 millones en 2004, empujado por los precios más altos de commodities y petróleo. Pero África todavía representa sólo el 3% del total mundial de inversiones extranjeras directas, dice UNCTAD. Esto representa un problema para la economía mundial, cuyo crecimiento ha sido muy impar a pesar de que las compañías del sur han tendido a invertir más en países en desarrollo.

Sin embargo, como afirma el informe de la UNCTAD, "el surgimiento de compañías transnacionales en las economías en desarrollo es parte de un profundo cambio en la economía mundial". En otras palabras, los países ricos están enfrentándose a una proporción decreciente de crecimiento global, comercio e inversión, mientras que el creciente poderío económico de Asia es ahora un factor central en la política económica mundial.
Fuente: por Steve Schifferes (BBC Mundo)
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