El flujo de fondos privados para los países en vías de desarrollo aumentó rápidamente en los últimos cinco años, revela un nuevo informe del Banco Mundial (BM). El año pasado, un billón (millón de millones) de dólares en fondos privados fueron invertidos en las economías en desarrollo. Hace cinco años la cifra era de US$174.000 millones. Ha ocurrido un aumento especialmente marcado en la inversión extranjera en los mercados bursátiles, la banca y el préstamo para deudas.
Sin embargo, el BM advirtió que a raíz de la crisis crediticia, esos flujos están disminuyendo, dado el aumento en las tasas de interés, lo que refleja un mayor riesgo. Ese grupo de países en desarrollo es, por supuesto, extremadamente diverso. Algunos que están en mejor posición, como Brasil y China, reciben la mayor parte de los fondos privados, mientras que otros muy pobres en África subsahariana consiguen muy poco. Pero incluso en China, el país en desarrollo de más rápido crecimiento, el ingreso promedio de una persona es apenas una décima parte de lo que gana alguien en los países ricos.
Según el especialista en temas económicos Steve Schifferes, de la BBC, en estos momentos los fondos están llegando a los países en desarrollo -especialmente los mercados emergentes más grandes como China e India- porque aún siguen creciendo a pesar de la desaceleración que experimentan Estados Unidos y Europa.
Las economías asiáticas se están llevando la mayor parte de los fondos. "Un fuerte crecimiento en los países en vías de desarrollo está, por supuesto, ayudando a contrarrestar la fuerte desaceleración en Estados Unidos", dijo el funcionario del Banco Mundial Urid Dadush.
"Pero al mismo tiempo, las crecientes presiones inflacionarias globales -especialmente los altos precios de los alimentos y los combustibles- están perjudicando a segmentos muy grandes de la población pobre en todo el mundo".
Esas presiones inflacionarias han llevado a los principales bancos centrales, tanto en países ricos como pobres, a comenzar a subir las tasas de interés o a hacer la advertencia de que tendrán que elevarlas para bajar el índice de inflación. Y el aumento en las tasas de interés podría, a su vez, profundizar la desaceleración de la economía mundial.
El Banco Mundial pronostica que el crecimiento global caerá de 3,7% en 2007 a 2,7% en 2008, y predice que el flujo de capital global hacia los países en desarrollo retrocederá en US$2.000 millones en 2009.
Los fondos del sector privado son más importantes que la ayuda extranjera para el crecimiento de los países pobres. La crisis crediticia obligó a algunos bancos de Wall Street a cerrar.
La cifra de ayuda oficial al desarrollo totalizó US$103.700 millones en 2007, una caída desde los US$107.100 en 2005, a pesar del compromiso alcanzado ese año en la cumbre del G8 en Gleneagles de duplicar el presupuesto de asistencia.
Sin embargo, la inversión privada se distribuye de forma mucho más desigual entre los países en vías de desarrollo que la ayuda gubernamental. Mientras que la ayuda gubernamental tiende a dirigirse a los países más pobres, la inversión privada suele terminar en los países en vías de desarrollo que tienen el potencial más grande de crecimiento a corto plazo.
El mayor receptor individual de inversión privada es China, como lo ha sido en los últimos veinte años desde que abrió sus mercados a la inversión extranjera. Hay algunas señales, sin embargo, de que el ritmo de inversión extranjera en China está disminuyendo al tiempo que aumenta su propio sector manufacturero y las multinacionales extranjeras buscan mano de obra más baratas en lugares como Vietnam.
Los crecientes precios de los combustibles están causando problemas en lugares como India. El estudio del organismo multilateral también advierte que los países con necesidades financieras profundas (en forma de pagos de deuda) son potencialmente mucho más vulnerables a la crisis crediticia mundial.
Los crecientes precios de los combustibles están causando problemas en lugares como India. El estudio del organismo multilateral también advierte que los países con necesidades financieras profundas (en forma de pagos de deuda) son potencialmente mucho más vulnerables a la crisis crediticia mundial.
"Especialmente -subraya el informe- donde los flujos entrantes de deuda privada al sector bancario han contribuido a una rápida expansión del mercado crediticio interno, aumentando las presiones inflacionarias". Y aunque no citan a ningún país por su nombre, se refieren a algunos de las economías más pequeñas de Europa del Este, a algunas latinoamericanas como Argentina, y a algunos países caribeños y del África subsahariana. El Banco Mundial también subraya el riesgo que la falta de regulación de los mercados financieros puede implicar para los países en vías de desarrollo.
El aumento de los precios de los alimentos ha hecho crecer la pobreza. Según Schifferes, en la actualidad hay muy poca regulación de estos flujos de dinero, y ni siquiera existe un acuerdo sobre si los países tienen derecho a controlarlos. Esas reglas para regular las inversiones extranjeras en países en desarrollo fueron propuestas como parte de la ronda de conversaciones sobre comercio internacional de Doha, pero fueron rechazadas por los propios países en desarrollo en la cumbre de Cancún, en 2003.
Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (que agrupa a las 30 economías más desarrolladas del mundo) está intentando conseguir que algunos de los grandes países en desarrollo -como China, India y Brasil- suscriban voluntariamente al código de conducta que se usa para regular las inversiones en los países ricos. Aún sin estos acuerdos, afirma Schifferes, la urgente necesidad de que el capital reconstruya la infraestructura en los países en vías de desarrollo, combinada con la falta de alta rentabilidad en otros lugares, hace que sea muy probable que los flujos privados continúen creciendo en los años que vienen.
Fuente: BBC Mundo