El presidente ruso firmó con Chávez un acuerdo para desarrollar energía nuclear
Como colofón de su gira estratégica por América Latina, que ha incluido escalas en Perú, Brasil y Venezuela, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, llegó ayer a La Habana para revitalizar las relaciones comerciales con Cuba.
Como colofón de su gira estratégica por América Latina, que ha incluido escalas en Perú, Brasil y Venezuela, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, llegó ayer a La Habana para revitalizar las relaciones comerciales con Cuba.
Tras el malestar de Estados Unidos por las maniobras militares que Rusia realizará la próxima semana con Venezuela en el Caribe, la visita de Medvedev a la isla supone un desafío más de Moscú a Washington en una de sus históricas zonas de influencia. Medvedev, el primer presidente ruso que visita Cuba desde 2000, tiene previsto firmar varios acuerdos comerciales con su homólogo cubano, Raúl Castro.
Tras la visita del presidente chino, Hu Jintao, a la isla hace una semana, la llegada del líder ruso supone un espaldarazo político y económico al régimen cubano. "Esta visita reanimará las excelentes relaciones que existen entre la Federación de Rusia y Cuba", señaló ayer Granma , órgano de expresión del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Las relaciones bilaterales se enfriaron en la década del 90 tras la desintegración de la Unión Soviética, principal aliado y benefactor de Cuba desde el triunfo de la revolución, en 1959. Moscú y La Habana se distanciaron aún más en 2000 después de que el entonces presidente ruso Vladimir Putin ordenara, tras una visita a la isla, cerrar el centro de inteligencia soviético de Lourdes, en las afueras de la capital cubana.
En los últimos tiempos, los vínculos entre Cuba y Moscú fueron creciendo. En 2007 el comercio bilateral rondó los 360 millones de dólares y se espera que llegue a los 400 millones este año. El viceprimer ministro ruso, Igor Sechin, viajó hace unas semanas a La Habana para firmar un crédito de 20 millones de dólares asociado a inversiones en las industrias de níquel y petróleo, principalmente. Además, existen proyectos avanzados para que empresas petroleras rusas participen en la perforación de aguas profundas cubanas del Golfo de México.
Antes de llegar a La Habana procedente de Venezuela, Medvedev visitó a la flota rusa que se encuentra desde el martes anclada en el puerto de La Guaira. De la mano de Hugo Chávez, el presidente ruso pasó revista a la tropa e inspeccionó el destructor Almirante Chabanenko, uno de los cuatro barcos rusos alistados para las maniobras navales que comenzarán el próximo lunes en aguas del Caribe. El presidente venezolano aseguró que esos ejercicios no debían preocupar a nadie: "Esto no es algo contra Estados Unidos; es una reunión de amigos".
En un lenguaje menos informal, Medvedev coincidió con Chávez: "Estamos desarrollando unas relaciones plenas en la esfera militar con Venezuela. No es algo coyuntural ni están dirigidas contra un tercer Estado, sino que están basadas en una misma comprensión de la situación actual y en la idea de un mundo multipolar".
Durante su estancia de dos días en Venezuela, Medvedev suscribió con Chávez siete acuerdos de cooperación, entre ellos, la transferencia de tecnología rusa para que Venezuela pueda desarrollar energía nuclear con fines pacíficos. Además, la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la rusa Gazprom firmaron un convenio de certificación para trabajar conjuntamente en una zona de la reserva petrolífera de la Faja del Orinoco. El gobierno venezolano anunció también la compra de dos aviones comerciales de la empresa rusa Ilyushin. En esta visita, la primera que realiza un presidente ruso a Venezuela, no se firmó ningún acuerdo militar. En los últimos años, Caracas ha comprado material bélico a Rusia por 4400 millones de dólares.
La gira de Medvedev por América Latina -especialmente las escalas en Caracas y La Habana- ha supuesto un auténtico reto a Estados Unidos tras los roces diplomáticos de los últimos meses. El Kremlin está molesto con Washington por su apoyo a Georgia en el reciente conflicto bélico del Cáucaso, y por los planes de la Casa Blanca de instalar un escudo antimisiles en el este de Europa. Por su parte, el gobierno de George W. Bush ya advirtió que vigilaría muy de cerca los ejercicios militares en el Caribe.
Foto: AFP
Fuentes: Agencias AFP, EFE y Reuters - Diario La Nación
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