Astronautas de la Nasa lograron ayer que un procesador convirtiera la orina en agua potable, en una operación necesaria para la tripulación de la Estación Espacial Internacional, que pronto duplicará su tamaño.
El comandante de la estación, Mike Fincke, informó con entusiasmo del logro a la misión de control. Los astronautas intentaron durante cinco frustrantes días que el procesador funcionara. Pero hasta ayer, la máquina no lograba durar las cuatro horas que se necesitan para completar la prueba. Se planeaba otra prueba para las próximas horas, poco después de que los siete astronautas en el transbordador Endeavour y los tres miembros de la tripulación de la estación se levantaran.
La Nasa añadió un día más a la misión del Endeavour para que los astronautas pudieran lidiar con el procesador antes de que el transbordador regresase a la Tierra. Los encargados de la operación debatieron si traer parte del equipamiento de la máquina a la Tierra para repararlo. El procesador de orina es parte del sistema de reciclado de agua que costó 154 millones de dólares y fue transportado a la Estación Espacial por el Endeavour. La máquina es crucial para proveer agua a la tripulación que estará formada por seis miembros el año que viene. El transbordador se despegará de la Estación el viernes y llegará aterrizará el domingo.
Fuente: Agencia AP
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