Los países árabes que comparten costas con el Mar Rojo, afectado por la creciente piratería somalí, han acordado hoy en El Cairo unificar sus estrategias para minimizar el impacto de los secuestros en sus rutas comerciales respetando la soberanía de Somalia.
En el comunicado redactado tras la reunión de emergencia mantenida por representantes de Arabia Saudí, Egipto, Jordania, Yemen y Sudán, los países firmantes han destacado que la piratería en las costas somalíes es consecuencia del deterioro de la seguridad y de la situación política y humanitaria de Somalia y han expresado su inquietud por el rápido crecimiento del fenómeno de la piratería.
Para afrontarlo, los asistentes han aprobado la formación de comisiones militares encargadas de vigilar, perseguir y afrontar todo intento de los piratas de penetrar en el Mar Rojo, ya sea durante actos de piratería o huyendo de confrontaciones. Además, los países que controlan las líneas marítimas que atraviesan el Mar Rojo para desembocar en el Golfo de Adén, escenario de frecuentes capturas a manos de secuestradores somalíes, han afirmado que apoyarán las acciones internacionales siempre que se ciñan a la ley internacional y respeten la soberanía de los países sobre sus territorios y sus aguas jurisdiccionales.
El encuentro se ha celebrado a petición de Egipto y Yemen con el objetivo de promover la coordinación entre los estados ribereños del Mar Rojo, segn explicó el portavoz del Ministerio egipcio de Exteriores Hossam Zaki, quien destacó que la piratería amenaza la navegación en el Mar Rojo y lleva a muchos barcos a buscar otras rutas.
El interés de Egipto se basa en una cuestión financiera: los ingresos que percibe por los derechos de uso del Canal de Suez suponen el tercio de sus ingresos anuales. En cuanto a Yemen, ve con creciente preocupación el despliegue de barcos internacionales al sur del país para prevenir los asaltos somalíes. La presencia naval multinacional al sur del Mar Rojo es objeto de preocupación, declaraba ya la pasada semana el ministro yemenita de Exteriores, Abu Bakr Korbi, quien afirmó que supone un peligro para la seguridad nacional árabe y podría ser el preludio de un plan de internacionalización del Mar Rojo, avanzado hace tiempo por Israel y rechazado por los árabes.
Actualmente, el 7,5% del comercio mundial transita las vías marítimas afectadas por los secuestros somalíes (se estima que son 16.000 los barcos que emplean esta vía) aunque algunas compañía ya están modificando sus itinerarios para evitar ser objeto de emboscadas, como es el caso del armador noruego Odfjell. Éste anunció el pasado lunes que renuncia a transitar por el Golfo de Adén para emplear la ruta de Cabo de Buena Esperanza, más larga y costosa pero más segura. La compañía danesa A. P. Moller-Maersk también ha anunciado la modificación de algunas rutas para evitar quedar expuestos a los secuestradores.
Fuente: EL MUNDO - Nuestro Mar
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